4 de diciembre 2023
El régimen sandinista retiró a su embajador en Argentina, Carlos Midence, por unas “declaraciones” del presidente electo de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, en contra el dictador nicaragüense, Daniel Ortega.
“Frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua ha procedido a retirar a su embajador, compañero escritor y comunicólogo, Carlos Midence”, indicó la Cancillería de Nicaragua en una nota de prensa publicada este lunes 4 de diciembre de 2023.
Según medios argentinos, como Infobae, Milei no invitó al acto oficial de investidura, previsto para el 10 de diciembre, a los presidentes Ortega; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Nicolás Maduro, de Venezuela; y Ebrahim Raisi, de Irán, para evitar tener que saludar y compartir foto con gobernantes que violan sistemáticamente los derechos humanos en sus países y apoyan a organizaciones terroristas como Hamás y Hizbulá.
El reporte de Infobae agrega que “el presidente electo no quiere a los dictadores, pero no va a prohibir que los diplomáticos reconocidos en el país participen de los actos oficiales del 10 de diciembre”.
Desde que Milei era candidato presidencial descartó mantener las relaciones diplomáticas con Nicaragua al considerar a Ortega como un “comunista” junto a Cuba, Venezuela y China.
En una entrevista concedida al medio norteamericano Bloomberg, Milei dijo que no promovería las relaciones diplomáticas con China, Venezuela, Cuba y Nicaragua, porque “nosotros no realizamos pactos con comunistas”.
Sin embargo, el pasado 20 de noviembre de 2023, el Gobierno de Nicaragua felicitó por su triunfo a Milei, y al pueblo argentino “por su ejemplar y pacífica jornada electoral”, trasladándoles “deseos de bienestar”.
En ese mensaje, la dictadura nicaragüense aseguró ser “defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos”.
La relación entre ambos países
La relación entre Nicaragua y Argentina ha enfrentado una serie de altibajos, causados principalmente por la deriva autoritaria de Ortega y su esposa Rosario Murillo. Sin embargo, ambos países conservaban las formalidades diplomáticas.
La relación comenzó a fracturarse en noviembre de 2021, cuando el Gobierno de Alberto Fernández respaldó una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) que declaró “ilegítimas” las votaciones en Nicaragua. Respaldo que fue visto en Argentina como “un movimiento positivo en su política exterior”, ya que ese país se había abstenido de condenar los abusos de poder del régimen nicaragüense, basándose en “una peculiar perspectiva” del principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países.
En agosto de 2022, Ortega cargó contra su homólogo argentino, a quien acusó de “traicionar” los principios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y señaló de haberse convertido “en un instrumento del imperio yanqui”.
En la justicia argentina también se encuentran abiertos dos procesos penales contra el régimen de Ortega y Murillo por la comisión de crímenes de lesa humanidad, los cuales continúan avanzando lentamente.