1 de mayo 2022
Daniel Ortega realizó una sorpresiva aparición este sábado en un acto para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores en el cual aprovechó para dar su versión sobre el asalto y la ocupación manu militari de la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Managua.
En el evento, en el cual el dictador apareció acuerpado por dirigentes de sindicatos blancos sandinistas, este habló durante hora y media, sin anunciar ninguna política o medida de beneficio laboral para los trabajadores de Nicaragua y se enfocó en hacer un recorrido por la historia para atacar nuevamente a los Estados Unidos y la Unión Europea.
Durante un breve momento, Ortega se refirió al incidente de la toma y asalto a la oficina de la OEA, rechazando que las fuerzas policiales del régimen hubiesen asaltado y allanado la sede diplomática, violentando de esta forma normas y convenios internacionales.
“Mandamos a la Policía para que más bien protegiera esas tales oficinas mientras se daban los pasos legales para expropiar esa edificio, para decirles que se fueran ya de Nicaragua. La Policía llegó a resguardar, no ha ocupar esas oficinas. A resguardar, porque podían haber provocadores que se metieran ahí o también delincuentes que se aprovecharán que aquello estaba vacío para robarles, y después la culpa, iba a ser del Gobierno. Sin haber tocado ni un papel, ni un lapicero”, aseguró.
La Secretaría General de la OEA denunció que sus oficinas en Managua fueron ocupadas “ilegítimamente”. El secretario general del organismo, Luis Almagro, afirmó que “era una violación de las más elementales normas internacionales, despreciable en términos jurídicos" que no había ocurrido “ni en los tiempos de las peores dictaduras de la región”.
El jueves 28 de abril, el personal administrativo de la OEA en Nicaragua desalojó la oficina que alquilaban en Managua, luego que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo le dieran un ultimátum para sacar sus cosas del edificio allanado y posteriormente declarado de utilidad pública.
Ortega en su intervención, acusó a Almagro de haber hecho todo un “escándalo internacional” en base a una mentira y despotricó en contra de los países miembros de la OEA que condenaron el acto.
“Se comunicó lo que se estaba haciendo, y ¿ qué hizo el secretario general de la OEA?. Hizo un escándalo, reunió al Consejo de la OEA y les dijo que habíamos cometido una barbaridad, un delito, porque habíamos ocupado, saqueado, las oficinas de la OEA en Nicaragua. Inmediatamente los que tienen pueblos heroicos, pero están sometidos al imperio, empezaron a condenarnos”, afirmó Ortega.
“Otros, le creyeron a quien no se le puede creer nada, que es el secretario general Almagro y nos empezaron a condenar también. O sea, se dejaron llevar por una mentira para condenar a Nicaragua. Condena que lógicamente un honor nos hacen, porque nos condenan los vendepatria, los traidores, los que no tienen amor ni dignidad para sus pueblos", añadió.
El edificio en donde funcionaba la sede de la OEA, pese a ser un bien privado que solo arrendaba una planta para el funcionamiento de la sede del organismo regional, fue confiscado por el régimen, quien anunció que el bien pasará a ser administrado por el Instituto Nicaragüense de Cultura, ya que en lugar funcionara lo que Rosario Murillo llamó, “El Museo de la Infamia”.