2 de septiembre 2017
Daniel Ortega defendió la decisión de su gobierno de buscar el apoyo, armamento y tecnología rusa para modernizar las fuerzas armadas del país. Ortega afirmó que, luego de su victoria electoral en 2006, decidió “hacerle un planteamiento a la Federación Rusa para que nos ayudaran a reponer el equipo de combate que estaba ya vencido”, según rememoró durante la celebración adelantada –este viernes 1 de septiembre– del 38 aniversario del Ejército de Nicaragua.
Durante el acto se otorgó el ascenso en grados a 226 militares, entre ellos dos generales de brigada, un contraalmirante, 11 coroneles, 36 tenientes coroneles, 38 mayores, 37 capitanes, 76 tenientes primeros, y 25 tenientes. La celebración tradicional del Ejérctio es cada 2 de septiembre, en conmemoración de la fundación del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, por Augusto Calderón Sandino, en 1927.
Ortega aseguró ante centenares de uniformados, nacionales y extranjeros, que luego de su derrota electoral en 1990, y con la instalación de gobiernos más cercanos a Estados Unidos, llegó a crearse un plan para desaparecer al Ejército, llamado entonces Ejército Popular Sandinista (EPS), pero dijo que no funcionó.
A su juicio, la política dictada por los gobernantes estadounidenses era “vetar cualquier tipo de cooperación con el Ejército de Nicaragua y con la Policía, para desintegrarlos y desgastarlos. Intentaron desaparecer al Ejercito y a la Policía Nacional”, insistió.
Según Ortega, el Ejército, que tras su derrota en los noventa siguió al mando de su hermano Humberto Ortega Saavedra (con quien hoy se afirma públicamente que están distanciados) se resistió.
"El Ejército y la Policía fueron sometidos a una política de desgaste de parte de esos gobiernos que querían desaparecer al Ejército. Su objetivo era desaparecer al Ejército, desmontar a la Policía, y crear una nueva fuerza", sostuvo.
El titular del Ejecutivo aseguró que entre 1990 y 2006, se paralizó la cooperación en el campo militar de parte del ejército estadounidense y de sus similares europeos para con el Ejército de Nicaragua.
“Una cooperación sustantiva que significase empezar a modernizar el Ejército, que ya tenía todo su equipamiento militar vencido... desde los fusiles hasta los tanques, estaban vencidos, [porque era] armamento de origen soviético… pero no hubo tal apoyo”, a pesar que las relaciones entre las fuerzas armadas sí se mantuvieron.
Además, opinó que si bien el terrorismo político o de origen religioso está casi completamente ausente del subcontinente latinoamericano, la región sufre a causa de otro flagelo: el narcotráfico, del que volvió a culpar a Estados Unidos, por ser el origen de la mayor demanda de estupefacientes.
“Entre las prioridades que tenemos todos los países en el mundo está la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo, pero aquí no hace falta ISIS, porque los crímenes que comete el narcotráfico, el crimen organizado y las maras, son de igual dimensión, y el número de víctimas, de muertos, que tenemos -sobre todo en Mesoamérica- es cada día mayor”, aseveró.
“El narcotráfico y el crimen organizado --continuó-- son fuerzas que se mueven en el interior de nuestros países para tomarse las instituciones y las comunidades, y tratar de imponer un narcoestado”.
A juicio de Ortega, Estados Unidos tiene “una enorme responsabilidad en toda esta tragedia”, pero considera que México, Centroamérica, Venezuela y Colombia, “estamos luchando, más allá de nuestras posibilidades materiales”, para combatir la narcoactividad.
[destacado titulo ="Saludo a los hermanos de las FARC"]
A lo largo de su discurso, que contó con la presencia de representantes de los ejércitos y fuerzas armadas de Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela, así como de la Junta Interamericana de Defensa, Daniel Ortega habló sobre el fin del conflicto armado en Colombia y de la situación política en Venezuela.
Al referir que las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se constituyeron en partido político, conservando las siglas ‘FARC’, el secretario general del FSLN opinó que “vamos ganando terreno para la paz”, llamando a que América Latina, coordine esfuerzos “con europeos, con Estados Unidos, con la Federación Rusa, en el combate al narcotráfico, al crimen organizado, al terrorismo, para asegurar la paz por la vía del diálogo y la negociación.
Sobre Venezuela, se concentró en el rechazo continental a la sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que todas las opciones estaban abiertas, incluyendo la militar. Ortega se abstuvo de criticar al gobierno de Nicolás Maduro por la respuesta a la crisis política en ese país, incluyendo la ruptura del orden democrático, y los más de 120 muertos ocurridos durante las protestas. [/destacado]