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Ortega envía a Valdrack Jaentschke en “misión específica” a Costa Rica

Nombramiento del exvicecanciller demuestra la prioridad que la diplomacia de la dictadura asigna a Centroamérica

Valdrack Jaentschke

Valdrack Jaentschke Whitaker, exvicecanciller nicaragüense. Foto: Tomada de El 19 Digital

Redacción Confidencial

14 de julio 2022

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El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo nombró al exvicecanciller, Valdrack Jaentschke Whitaker, como ministro consejero con funciones consulares de su embajada en Costa Rica, luego de retirar al embajador Duilio Hernández Avilés, que —además— renunció al servicio diplomático sin explicar los motivos. 

Jaentschke, ha ocupado el cargo de viceministro de Relaciones Exteriores, embajador de Nicaragua en Honduras, Guatemala y otros 15 cargos en el Gobierno sandinista, por lo que analistas políticos consideran que es un operador político de confianza para el régimen.

El exdiputado liberal y analista político, Eliseo Núñez, advierte que la rotación de Jaentschke por el istmo centroamericano en los últimos dos años, deja en evidencia que Centroamérica es “prioridad” en la estrategia diplomática del régimen de Ortega. La razón, valoró, es que el istmo “es quien lo ha sostenido en pie”.

Núñez recordó que, a pesar de las múltiples sanciones de la comunidad internacional en contra del régimen nicaragüense, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ha oxigenado a la Administración Ortega-Murillo. “De no ser por el BCIE el régimen ya habría caído no solo en impago, le sería casi imposible pagar su planilla”, comentó.


La rotación del exvicecanciller también significa que “las prioridades del régimen en la región se manejan desde la Cancillería, no las manejan localmente”, apuntó Núñez.

La prioridad del régimen en sus relaciones con los países centroamericanos se refleja en el nombramiento de cuadros importantes dentro del servicio exterior como sus embajadores en la región. En Honduras el exvicecanciller, Sidhartha Marín; en El Salvador el exvicecanciller, Luis Alberto Molina Cuadra; en Guatemala el comisionado general en retiro, Juan Ramón Gámez Morales; y ahora, en Costa Rica, el exvicecanciller Jaentschke como encargado de negocios.

Asignado a misiones puntuales

Para el integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco Jesús Téfel, la rotación del exvicecanciller por los países centroamericanos durante periodos cortos, podría deberse a que “está cumpliendo misiones bien puntuales” y su llegada a Costa Rica, un país que ha acogido a la población opositora perseguida por el régimen.

Entre las misiones del exvicecanciller en Costa Rica “podría ser un lobby, un cabildeo con el empresariado tico”, advierte Téfel. Esto debido a que históricamente el régimen de Ortega ha amenazado, de alguna manera, “con dificultar el tránsito terrestre de mercadería al resto de la región y eso siempre arrincona a los empresarios ticos y los obliga a ser cautelosos en cuanto a lo que van a hacer”, explica.

Téfel señala que al enviar un cuadro de confianza el régimen de Ortega “intenta abrir un canal de comunicación con la nueva Administración costarricense de Rodrigo Chaves”. Sin embargo, valora el analista, “en Costa Rica existe una institucionalidad democrática bastante sólida que, independientemente de quien esté al frente del (poder) Ejecutivo, su política exterior hacia los derechos humanos y los refugiados no va a variar”. 

Núñez, por su parte, apunta que no sería extraño que la misión del exvicecanciller sea “mapear y acosar a la sociedad civil nicaragüense”, ya que es alguien que “conoce a fondo el mundo de las organizaciones de la sociedad civil”. 

Jaentschke es originario de la Costa Caribe, sociólogo de profesión, trabajó en el Ministerio del Interior en los años 80. En los 90, dirigió un consorcio de organizaciones no gubernamentales con financiamiento de USAID, y trabajó para el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como asesor del Gobierno de Enrique Bolaños. 

En 2007 se integró al Gobierno de Ortega como vicecanciller y justificó la política del régimen para cerrar los espacios de participación de la sociedad civil.

“Obviamente no tiene las mismas herramientas que allá (en Nicaragua), pero sí tiene capacidad de hacer presiones y de ejercer cierta cantidad de acciones que le permitan al régimen por lo menos tener seguridad de que anda haciendo cada quien de los miembros de la sociedad civil al refugiarse aquí en Costa Rica”, comenta Núñez.

La renuncia de Hernández

Mientras tanto, el régimen de Ortega publicó un acuerdo presidencial en el que deja sin efecto el nombramiento de Hernández Avilés en el cargo de embajador de Nicaragua en Costa Rica, un cargo que ocupó por cuatro años y cinco meses. 

A mediados de 2019, Ortega intentó retirar al embajador Hernández Avilés de Costa Rica para trasladarlo a Turquía; sin embargo, revirtió la decisión ante el silencio del Gobierno de Costa Rica a la solicitud de beneplácito para el nombramiento de Gilda Bolt González. 

Para la condición de ministro consejero no se requiere del beneplácito del país receptor, explicó a La Nación el canciller costarricense Arnoldo André Tinoco. Por lo que las autoridades costarricenses no pueden hacer nada con respecto al nombramiento del exvicecanciller.  

Las autoridades nicaragüenses, por su parte, no dieron a conocer los motivos de la renuncia de Hernández Avilés, que coincidió con el día en el que fueron expulsadas hacia Costa Rica 18 monjas de las Misioneras de la Caridad de la Orden Madre Teresa de Calcuta de Nicaragua, cuya asociación benéfica fue disuelta por el gobierno de Ortega.

El exembajador nicaragüense en la OEA y exiliado en Estados Unidos, Arturo McFields, aseguró en una columna de opinión en La Prensa que la "expulsión de las Misioneras de la Caridad cayó como bomba dentro del Estado de Nicaragua”, que “ha desmoralizado y enojado a muchos funcionarios de Gobierno, civiles y militares".

"¿A quién más tenemos que encarcelar, confiscar o exiliar?, se preguntan. ¿Hasta cuándo va a ser suficiente?, increpan en silencio, en los pasillos y en aquel teléfono alterno que todos los funcionarios usan, pero que no reportan al secretario político o a la oreja del partido de cada entidad estatal", señaló McFields.

A través de un acuerdo, la Cancillería de Nicaragua también dejó sin efecto el nombramiento de la esposa de Hernández Avilés, Ana Lílliam Yllescas Valle, en el cargo de agregada con funciones consulares de la Embajada de Nicaragua en Costa Rica, según el Diario Oficial La Gaceta.

La destitución de esa funcionaria, según la Cancillería, también "surte sus efectos" a partir del 7 de julio pasado.

Con información de Efe.


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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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