22 de agosto 2021
Los obispos Rolando Álvarez y Silvio José Báez señalaron este domingo que la Iglesia católica continuará denunciando las injusticias que se cometen regularmente en el país, a pesar de las "amenazas", "calumnias" y "ataques", de "los poderosos" que quisieran verlos como "perros mudos". Por lo que advirtieron que la institución permanece "fiel a Dios" y sin "doblegarse" ante nadie.
Monseñor Álvarez, quien tiene a su cargo las diócesis de Matagalpa y Estelí, dijo durante la misa dominical que el mensaje de la iglesia "es duro" y eso molesta "a los poderosos" egocéntricos, que quieren sustituir a Dios y se toman prerrogativas de un ser supremo.
"Llegan a sentirse dueños de nuestra vida", advirtió el obispo Álvarez en su homilía sobre los poderosos. "Pretenden que pensemos y actuemos como ellos, y todo lo que diciente de tal cultura es para ellos una lesión a la soberanía de la que ellos se han constituido jueces y dueños", agregó.
En Nicaragua, el régimen gobernante ha encarcelado en el marco del proceso electoral a 34 personas, entre los que se encuentran aspirantes a la presidencia, empresarios, líderes gremiales, estudiantes, campesinos, exdiplomáticos, periodistas y defensores de Derechos Humanos. Además, el presidente Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, han mantenido una campaña contra la Iglesia católica y se refieren a los religiosos como "falsos profetas" y "curas hijos del demonio".
Aunque monseñor Álvarez no se refirió directamente a Ortega y Murillo, sí dijo en forma de parábola que "los poderosos" pretenden hablar en nombre de Dios hasta el punto de "hacer su propia seudoreligión", en la que pretenden ser "el centro del mundo" y en donde "se creen sus propias mentiras". Ellos "viven en su propio mundo, ajeno al que vive el pueblo que está lleno de dolor, sufrimiento, hambre, desempleo, exilio, migración", señaló el obispo.
"La iglesia no está para satisfacer los caprichos de nadie"
Los poderosos "quisieran que la Iglesia fuera como los perros mudos, que la Iglesia no hablara, no denunciara las injusticias. Más aún, quisieran que la iglesia les haga de cortesanos o que la iglesia sea su cortejo, cuando la Iglesia no está para satisfacer los caprichos de nadie, solamente está para defender el pueblo por una sencilla razón, porque la Iglesia es pueblo", expresó monseñor Álvarez.
El obispo Báez, por su parte, señaló —desde el templo Santa Agatha en Miami— que en los momentos de mayor dificultad "la Iglesia permanece fiel a Dios con confianza inquebrantable, sin temor, sin doblegarse ante ningún poderoso de este mundo, sin negociar la verdad, ni preocuparse de perder privilegios en la sociedad".
Monseñor Báez, quien tuvo que salir del país a petición del papa Francisco para resguardad su integridad física, es un crítico del régimen de Ortega y Murillo, quienes en 2018 disolvieron a punta de balas las protestas masivas en contra y actualmente amenaza con cárcel a todas las voces disidentes.
"La fidelidad de la Iglesia a la verdad del evangelio muchas veces le trae como consecuencia que muchos la abandonen, la calumnien y la ataquen. La defensa de la dignidad de la persona humana y la denuncia de la injusticia, que son parte esencial de su labor evangelizadora, casi siempre le acarrean a la Iglesia amenazas y persecución de parte de los poderosos de turno" denunció el obispo Báez.
Además, valoró Báez, "aun sufriendo, al constatar que muchos se alejan y la atacan, la Iglesia no conoce ni la amargura del resentimiento ni la fuerza maligna de la venganza, sino que actúa siempre con mansedumbre y misericordia, sin renunciar jamás a la caridad y al perdón sin límites".