20 de junio 2021
Cinco países de la Comunidad del Caribe (Caricom) fueron la clave para que una resolución del Consejo Permanente de la OEA, superara por primera vez el umbral de los 24 votos, que son los necesarios para expulsar a Nicaragua del seno de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La resolución, que condenó el arresto de opositores y exigió su liberación “inmediata”, obtuvo 26 votos a favor; cinco abstenciones —México; Argentina; Belice; Dominica; y Honduras—; y tres votos en contra: Nicaragua, Bolivia y San Vicente y Las Granadinas.
Las cinco naciones caribeñas —Barbados, Grenada, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago— nunca habían votado a favor de una resolución en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo; hasta el martes pasado su postura era: abstenerse o ausentarse.
En total, doce países de la Caricom votaron a favor de la resolución, mientras Dominica se abstuvo, y San Vicente y las Granadinas votó en contra.
En octubre pasado, la Asamblea General de la OEA —conformada por los cancilleres de todos los países— aprobó una resolución que estableció mayo de 2021, como plazo para que el Gobierno de Ortega realizará una reforma electoral; en esa ocasión, seis naciones caribeñas votaron a favor, siete se abstuvieron y una votó en contra.
Las razones del cambio entre los países del Caribe
El catedrático Ricardo De León, máster en Relaciones Internacionales, comentó que la votación mostró un “cambio importante en la correlación de fuerzas del hemisferio; además, de una mejor información y percepción de lo que ocurre en el país”.
“Las naciones caribeñas han visto más allá de sus propios intereses con Venezuela, y han reconocido el deterioro de los pilares de una democracia”, señaló el académico.
Harold Rocha, experto en Derecho Internacional, subrayó que las naciones caribeñas han sido reacias a apoyar las resoluciones, porque ven estos procesos como “opinión sobre asuntos internos. Por ser Estados pequeños, la soberanía es prioritaria”.
Durante el debate del Consejo Permanente, el embajador de Barbados, Noel Lynch, dijo que “la evolución de las circunstancias en Nicaragua es lo suficientemente preocupante como para justificar un fuerte llamado de los miembros de la OEA, para que se tomen las medidas adecuadas para garantizar elecciones transparentes, libres y justas en Nicaragua”.
En las últimas semanas, el régimen orteguista ha encarcelado a cinco precandidatos presidenciales —Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Félix Maradiaga— y a nueve dirigentes de la oposición: José Adán Aguerri, Violeta Granera, José Pallais, Támara Dávila, Ana Margarita Vijil, Dora María Téllez, Suyén Barahona, Hugo Torres, Víctor Hugo Tinoco y Luis Rivas Anduray. A ellos se suman Marco Fletes y Walter Gómez, extrabajadores de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh), investigada por la Fiscalía por el supuesto delito de lavado de dinero, y Pedro Vásquez, conductor de Cristiana Chamorro.
Mensaje al régimen orteguista: “No es injerencismo”
En un artículo de opinión, Ronald Sanders, presidente del Consejo Permanente de la OEA, señaló que los países del Caricom “optaron por enviar una clara señal al presidente Ortega que quieren que actúe democráticamente, que libere a las personas que han sido detenidas arbitrariamente y que cese las agresiones a los medios de comunicación”.
“(Los países del Caricom) fueron consistentes en su posición que no debe haber interferencia en los asuntos internos de los Estados. Sin embargo, ningún país puede ser miembro de una organización que proclame la adhesión al Estado de derecho, la democracia, los derechos humanos y las elecciones libres y justas, y permanecer en silencio cuando se descartan estos principios”, detalló Sanders, que es embajador de Antigua y Barbuda en Washington y la OEA.
“El fascismo, el autoritarismo y la pura lujuria por retener el poder, a pesar de la voluntad de la mayoría, acecha peligrosamente en todas partes, incluso en Estados Unidos (...) reflexione, por lo tanto, en cómo las naciones más pequeñas podrían sufrir una agonía prolongada al tratar de recuperar la democracia cuando se la arrebatan”, escribió el embajador.
Ortega desperdició las oportunidades
El diplomático resaltó que los países del Caribe “no llegaron a esa posición común sin darle al Gobierno del presidente Ortega todas las oportunidades para remediar las condiciones en Nicaragua”.
“Antigua y Barbuda —prosiguió— y otros países de Caricom votaron en contra de resoluciones anteriores dirigidas a Nicaragua. Lo hicieron para darle tiempo al presidente Ortega para abordar los graves cargos planteados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONU”.
Sanders afirmó que Ortega no les dejó “otra opción” a los países caribeños, al observar “la reciente oleada de detenciones arbitrarias, las golpizas en prisión, la negación de acceso a medicamentos y representación legal, y el nulo esfuerzo por cambiar estas condiciones; incluido ningún intento de implementar la reforma electoral tan necesaria”.
El diplomático explicó que, como presidente del Consejo Permanente, convocó el lunes 14 de junio a una reunión para que la representación de Nicaragua en la OEA —encabezada por el embajador Luis Alvarado— expresara su posición sobre la resolución, pero “optaron por no presentarse”.
Durante la sesión del martes, Alvarado afirmó que el Gobierno de Ortega no reconoce la legitimidad de la resolución y rechaza cualquier “intromisión” de la OEA por considerar que actúa bajo las órdenes de Washington.
“Condenamos la práctica injerencista de esta desacreditada organización y su Secretaría General, en los asuntos de la jurisdicción interna de Nicaragua, y la de otros Estados miembros de la organización”, arremetió Alvarado, que interrumpió varias veces la sesión para expresar su desacuerdo.
“Nicaragua puede parecer distante del área de Caricom, pero Caricom debe hablar para defender la democracia y el Estado de derecho en todas partes, o corre el riesgo de poner en peligro estas salvaguardias vitales de la libertad en el hogar”, concluyó Sanders.
Votos para la expulsión de Nicaragua
La votación en el Consejo Permanente reveló que la OEA ya cuenta con los votos necesarios para expulsar a Nicaragua, según los analistas de temas internacionales, quienes recomendaron al régimen volver a la senda democrática.
Rocha destacó que es la primera vez que una resolución sobre Nicaragua “obtiene un apoyo tan amplio” del Consejo Permanente. En promedio, las votaciones sobre Nicaragua alcanzaban los 20 votos a favor.
“Los 26 votos exceden los ⅔ de los Estados miembros, que es el requisito indispensable para poder aplicar el artículo 20 o 21”, dijo el académico. Estos artículos contemplan la aplicación de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, que supone la suspensión del país en cuestión.
Mauricio Díaz, exembajador de Nicaragua ante la OEA, adelantó en una reciente entrevista con CONFIDENCIAL que el próximo paso del Consejo Permanente será una convocatoria a una reunión extraordinaria de cancilleres —donde se debatiría la suspensión de Nicaragua—, ya que “cuentan con los votos” para llamar a ese encuentro.
Rocha alertó que “de no revertirse la represión en Nicaragua, es bastante probable que se cuenten con esos (26) votos y pueden aumentar. Hay que tomar en cuenta que entre las cinco abstenciones, dos de ellas son de países que están planteando una propuesta para buscar una salida alternativa al conflicto, que son Argentina y México”.
“De no darse o no cumplirse el hecho que ellos (México y Argentina) tengan acercamientos con el Gobierno; o si ellos también experimentan el mismo rechazo o la falta de voluntad del régimen para resolver (la crisis), hay que asumir que esos votos pasarán de una abstención a un sí. Eso ya sumarían 28 votos”, explicó el académico.
Subrayó que, en el caso de los países caribeños, “es de esperarse que si las circunstancias que llevaron a esta última convocatoria y resolución no revierten curso, esos votos se mantendrán”.