8 de septiembre 2016
Nicaragua ha sufrido un retroceso en el ámbito electoral, destaca el quinto informe denominado Estado de la Región. “En materia político institucional, el Informe documenta que el proceso de consolidación de las democracias no ha concluido. Más bien encontramos institucionalidades débiles, con pocas capacidades para dar servicios básicos a la población. La administración de Justicia es donde ese proceso de institucionalidad democrática ha sido más débil en todos los países”, aclaró Alberto Mora, experto en temas de desarrollo y coordinador de la investigación que produjo el informe.
“En el caso de Nicaragua, en materia electoral (el ámbito en el que este proceso de democratización muestra sus mayores logros), encontramos cierta involución, en parte, por la falta de pesos y contrapesos de los poderes del Estado, que es un principio de la democracia”, recordó Mora.
El experto detalló que “en Nicaragua el Ejecutivo ha logrado cooptar la mayor parte de la institucionalidad. Además, en materia electoral -si revisamos los informes de las misiones internacionales de observación- para Nicaragua y Honduras, han señalado que los padrones electorales no son del todo confiables, mientras que en Guatemala y El Salvador requieren ser depurados y actualizados”.
El investigador detalló que Nicaragua muestra algunos resultados positivos que sobresalen en el contexto regional. “Por ejemplo, su nivel de desempeño económico al ser, después de Panamá, el segundo país con mayor dinamismo entre 2010 y 2013”.
En materia ambiental, Nicaragua y Honduras son “los únicos dos países que tienen crédito ecológico, lo que significa que la cantidad de recursos con los que cuentan todavía son suficientes para soportar los niveles de consumo y contaminación que están generando las actividades productivas y otras actividades humanas”, aseveró.
En cuanto a educación, Mora destacó que Nicaragua, además de Honduras y Guatemala, “son países cuyo bono demográfico se terminará después del 2035, lo cual les da mucho más margen de maniobra para aprovecharlo, como lo hicieron los ‘tigres asiáticos’ en las décadas de los 80 y 90, para dar saltos muy significativos en materia de crecimiento desarrollo y económico”.
Las diferencias con el resto de Centroamérica
Situada en el centro del istmo, Nicaragua no responde plenamente al perfil de Guatemala, Honduras y El Salvador, las tres naciones que ocupan el triángulo norte de nuestra región, pero tampoco a las dos (Costa Rica y Panamá) que están en el extremo sur.
“Nicaragua está en ese conjunto de países del norte de la región, los más rezagados”, pero por su nivel de seguridad ciudadana y por su ritmo de crecimiento económico se parece más a los dos del sur, explica Alberto Mora, experto en temas de desarrollo y coordinador de la investigación que produjo el quinto informe denominado ‘Estado de la Región’.
“Esta mejoría que el informe documenta en materia social, económica y ambiental, se produjo a un mayor ritmo en los países del sur que en los del centro y norte, lo cual generó que hacia el 2015, la región tuviera mayores brechas entre un sur más desarrollado, y un centro norte con persistentes rezagos”, añadió Mora al ser entrevistado para el segmento ‘Cuentas Claras’ del programa de televisión ‘Esta Noche’ que se transmite por canal 12.
Uno de los hallazgos del Informe es que Centroamérica en su conjunto, estaba mejor en el 2015 que en el 2010 (cuando se publicó el cuarto Informe), no solo porque se logró recuperar de los impactos de la crisis 2008-2009, y las economías mostraron algún nivel de dinamismo, sino también porque “tuvieron mejorías en indicadores sociales clave como el aumento de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad infantil. Todos los países incrementaron la inversión social, tanto en educación como en salud”, dijo Mora.
El investigador explicó que, en el caso de la educación, “eso permitió incrementar y mejorar las coberturas educativas en todos los niveles, en todos los países. Sin embargo, el Informe plantea que una mejor situación no es necesariamente una buena situación, y este auge no solo duró muy poco, sino que también fue insuficiente para modificar los desafíos estratégicos históricamente postergados del desarrollo de la región: pobreza, exclusión, concentración significativa de los ingresos y de la riqueza en un grupo muy reducido de población”.
Educación: el gran desafío estratégico
El Informe señala que la región no solo tiene problemas de calidad, sino también de cobertura en materia educativa. “Si bien a nivel de primaria todos los países tienen coberturas universales, (cercanas o superiores al 90%), en preescolar y en secundaria se reducen a menos de la mitad”, como muestra el Informe.
El investigador Alberto Mora detalla que “en preescolar, la cobertura promedio centroamericana ronda el 50%”, lo que es 16 puntos porcentuales menos que el promedio de América Latina, mientras que en el último ciclo de secundaria es 28 puntos menos que el promedio latinoamericano.
La exclusión del sistema educativo es tal, que seis de cada diez jóvenes entre 15 a 24 años están fuera de los colegios. “Con eso estamos perdiendo talento clave que nuestros países, que nuestras economías están necesitando, no solo para impulsar el crecimiento, sino también el desarrollo”.
“Cuando nuestras sociedades estén envejecidas, lo que en el caso de Costa Rica y Panamá sucederá en el plazo de 10 o 20 años, la única forma de viabilizar el crecimiento económico será sobre la base de lograr altos niveles de productividad”, concluyó.