7 de noviembre 2021
“Hoy no es un día de victoria para nadie en Nicaragua. Hoy es un día más del doloroso camino de lágrimas y muerte que ha vivido nuestro país y que ha dejado tantas víctimas inocentes, a quienes no podemos ni queremos olvidar”, sostuvo este domingo, sobre la jornada del 7 de noviembre, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, exiliado desde 2019 por la persecución y amenazas de fanáticos del régimen de Daniel Ortega.
Báez ofició misa en Washington, donde se refirió al país centroamericano y a la situación que viven sus ciudadanos, tanto los que se encuentran en la nación como aquellos que optaron por irse al exilio. "El mundo entero tiene puesto los ojos en nuestro país a causa del ilegítimo evento que hoy allá se realiza", aseguró.
El obispo auxiliar afirmó que es imposible no pensar en Nicaragua, donde se realizan este domingo votaciones presidenciales en un contexto generalizado de represión, bajo el mando del régimen de Ortega y su esposa, vicepresidenta y vocera, Rosario Murillo. El religioso abogó por no doblar la página, “ignorando la verdad y burlando la justicia”.
Recordó a las personas asesinadas por la represión, los exiliados que se han visto obligados a dejar el país y “quienes han sido encerrados injustamente en la cárcel y son tratados con crueldad simplemente por querer un país mejor” en referencia a los 150 presos políticos que hay en Nicaragua, entre ellos los últimos 39 encarcelados desde mayo pasado, entre ellos siete aspirantes presidenciales, líderes cívicos, políticos y empresariales.
La Iglesia católica se encuentra también bajo hostigamiento del Ejecutivo, mientras la oposición tiene como uno de sus retos principales reorganizarse en el exilio, mientras en el interior sus líderes territoriales están bajo asedio. En sus comparecencias este año, Ortega ha acusado a los obispos de “golpistas”, de ser “curas del demonio”, y envía a la Policía a intimidarlos como ocurrió con el sacerdote, Vicente Martínez de Santa Lucía en Ciudad Darío, Matagalpa.
Martínez dijo en octubre pasado que recibió una “visita de cortesía” oficiales con la intención supuesta de darle a conocer lo que decía la ley electoral, luego de que públicamente cuestionara el proceso electoral, calificado de irregular por distintos sectores del país y la comunidad internacional.
Los religiosos han denunciado además desde el púlpito los abusos de derechos humanos cometidas por el régimen, y que costaron 328 vidas en 2018, provocaron miles de heridos y mandaron a más 100.000 personas al exilio.
El Ejecutivo de Daniel Ortega insiste en que es víctima del intervencionismo de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras calla sobre las violaciones sistemáticas de derechos humanos y avanza en su hostigamiento a la población, a los medios de comunicación independientes y a la oposición.
“Oscuras ambiciones de poder”, describe el religioso
“Hoy parecen imponerse las oscuras ambiciones de poder de quienes han hecho añicos nuestro país y sus cínicos discursos con los que han intentado distorsionar la historia y ocultar la verdad. Sin embargo, hoy no termina la historia de Nicaragua. Hoy no es el final, sino el inicio de una etapa llena de retos y esperanzas, de luchas y compromisos, de unidad y de generosidad”, instó Báez, quien hizo un llamado a la esperanza.
Al comentar la lectura bíblica de este domingo, sobre el relato de la mujer que entregó las únicas dos monedas que tenía en el templo delante de Jesús leído del libro de Marcos, Báez afirmó que ciertamente el evangelio ayuda a iluminar el futuro de Nicaragua.
“Nos revela el poder de lo pequeño, el valor de lo que parece insignificante pero que, cuando lleva en sus entrañas mucho corazón y se hace con amor desinteresado, produce efectos sorprendentes. Hay que apreciar y valorar lo pequeño, lo poco que podamos hacer y lo poco que vayamos logrando. Hay mucho qué hacer, pero no nos sintamos abrumados”, alentó.
El religioso carmelita pidió a los ciudadanos que no se resignen a que un poder autoritario decida por toda la sociedad e insistió en no olvidar a las víctimas de la represión ni relegar a los pobres ignorando sus demandas urgentes sociales ante el encarecimiento de la vida y el desempleo.
En la encuesta de opinión, realizada por CID Gallup, una gran mayoría consideró que el país va por un rumbo equivocado y demandaron la libertad de los presos políticos, mientras consideraba en el 78 por ciento que los resultados de las votaciones serían ilegítimos sin la participación de la oposición.
“Tampoco podemos simplemente pasar la página de la historia, ignorando la verdad y burlando la justicia. El futuro será exigente. Necesitamos asumir la actitud de aquella viuda pobre que se decidió un día a dar lo poco que tenía, mostrándonos que la auténtica libertad, la libertad interior, nace de un corazón sin ambiciones”, agregó.