3 de julio 2022
En medio de la escalada represiva del régimen orteguista contra la Iglesia católica, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, recordó en su homilía de este domingo 3 de julio “que la misión evangelizadora de la Iglesia es riesgosa”, y que hay “lobos” que “quieren que la Iglesia sea como un grupo de corderos callados y ciegos, insensibles ante los conflictos, las injusticias y el dolor de la gente. No es así como Jesús pensó a su Iglesia”, expresó.
El mensaje del obispo Báez, exiliado desde 2019, ocurre cuatro días después que el Parlamento, dominado por el Frente Sandinista, canceló la personería jurídica de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta, como parte de una lista de 101 oenegés ilegalizadas. Además, el régimen orientó un dispositivo policial que vigila el Hogar Inmaculado Corazón de María, una de las obras de las religiosas en Granada, otro capítulo de la persecución contra la Iglesia Católica.
El 20 de mayo pasado, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, inició un ayuno para demandar el cese de la persecución policial en su contra, el sacerdote Harving Padilla reconoció por su parte que tenía la "parroquia por cárcel" y recientemente el sistema de justicia encarceló al primer sacerdote, el padre Manuel García de Nandaime, bajo falsas acusaciones de agresión a una mujer.
Con la Iglesia bajo persecución, el obispo carmelita reflexionó sobre la misión de esta institución, a la que el mismo Jesús ha llamado a no ser ingenua, no huir de los “lobos” y no callar ante sus crueldades durante la misa oficiada en la parroquia Santa Agatha, en Florida, Estados Unidos.
“Estamos rodeados de lobos sanguinarios, feroces y crueles. Sin embargo, no nos dice que huyamos de ellos, no nos pide que guardemos silencio ante su crueldad. No. Jesús nos pide que caminemos en medio de ellos, que anunciemos el evangelio y denunciemos sus crímenes, pero siendo siempre como corderos en medio de lobos”, dijo el prelado.
El régimen ha intensificado sus ataques desde 2018, cuando los religiosos defendieron los derechos humanos de la ciudadanía, reprimida con brutalidad por las autoridades. Los sacerdotes y religiosas abrieron las puertas de los templos para resguardar a decenas de nicaragüenses que fueron atacados por fuerzas policiales y paramilitares. También alzaron su voz para denunciar los más de 355 asesinatos en ese contexto.
Lobos expertos en "violencia"
El obispo Báez recordó que Jesús advirtió a sus discípulos que los enviaba “como corderos en medio de lobos” y que la sociedad actual “está poblada de lobos feroces, expertos en violencia e injusticia, que desgarran el tejido social con sus ambiciones y crímenes, hacen sangrar los corazones y roban la alegría y la esperanza a las personas y a los pueblos”.
Señaló también que “para denunciar la injusticia y la maldad de los lobos de hoy, no hay que ser lobos como ellos. Ya hay muchos lobos, no necesitamos más. Para evangelizar necesitamos de la mansedumbre de los corderos”, expresó.
“No hay necesidad de odiar, de ser agresivos, cultivar rencor en el corazón, insultar o devolver mal por mal. Debemos confiar en la fuerza de la verdad, la bondad y la compasión, pero sin acobardarnos ni callarnos”, exhortó.
“Podemos ser pacíficos y buenos, sencillos y compasivos, sin necesidad de ser miedosos e indiferentes ante el mal, pues corremos el riesgo de volvernos cómplices de los lobos, cómplices del pecado, de la injusticia y de la maldad”, insistió.
Obispos destacan la labor misionera de la Iglesia católica
Mientras Báez dio sus puntos de vista en el exilio, en Managua y Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez y el Cardenal Leopoldo Brenes compartieron, por separado, sus ideas sobre la labor misionera de la Iglesia.
Álvarez llamó a la población a confiar en Dios y destacó que el Señor advirtió que la "obra de evangelización tiene adversidades, tiene dificultades, y presenta también tempestades que azotan muchas veces la embarcación". Sin embargo, ante esas dificultades, "nosotros debemos ser como corderos, confiados en él".
Destacó la labor de las diferentes congregaciones religiosas en Nicaragua como la de las Misioneras de la Caridad, perseguidas actualmente por la dictadura. "Pienso en las hermanas de Calcuta sirviendo a los pobres entre los más pobres", expresó.
"No podemos dejar de decir a los nicaragüenses levantemos la mirada, pues es Cristo quien está. Seamos misioneros de la esperanza en nuestra siempre amada Nicaragua", señaló.
Por su parte, Báez también recordó que la misión evangelizadora de la Iglesia se enfrenta a lo que él llama las tres “d”: desánimo, debilidad y duda.
“No siempre estaremos con el mismo entusiasmo, a veces la tentación de volver atrás será grande y nos parecerá incluso que todo el esfuerzo que hemos hecho ha sido inútil. Otras veces nos dominará la debilidad: no siempre nos sentiremos fuertes, aparecerá la debilidad de nuestra incapacidad y de nuestros pecados o tendremos miedo ante las amenazas y la persecución. En la misión (de la Iglesia) otras veces llegará el momento de la duda: nos parecerá que el esfuerzo hecho ha sido inútil e incluso podemos llegar a desconfiar de la protección y la bondad del Señor”, expresó el obispo auxiliar.
El cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, en un acto especial en honor a la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua, recordó el atentado que sufrió la imagen el 31 de julio de 2019, un acto que la Iglesia Católica calificó como "terrorista”.
"La imagen de la Sangre Cristo tiene poder... y no es de odio, de venganza, sino de amor, y porque es un poder de amor se mantiene siempre en nuestro corazón, mente y nada, ni nadie, por más esfuerzo humano que quiera realizar lo podrá sacar de nuestro corazón".