16 de julio 2020
El "orteguismo", la corriente sandinista que dirige el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pulverizó los logros de la revolución que, hace 41 años, derrocó con las fuerzas de las armas, el apoyo del pueblo y la presión internacional a la dinastía de los Somoza, dijo a Efe la exguerrillerra e historiadora Mónica Baltodano.
Baltodano, autora del libro "Memorias de la Lucha Sandinista", señaló que el "orteguismo", que se encuentra en el poder desde enero de 2007, se ha convertido en una "dictadura" que ha "demolido" la institucionalidad y sometido al Ejército y a la Policía Nacional.
"Es cierto que la reconcentración de la tierra, las privatizaciones, el capitalismo salvaje se empezaron a restablecer antes, pero el orteguismo terminó de pulverizar los logros de la revolución", sostuvo Baltodano (León, Nicaragua, 14 de agosto de 1954), ahora disidente.
"No solo por los retrocesos democráticos, en la justicia y en la libertad, sino porque las últimas transformaciones de la revolución han sido demolidas", argumentó la exguerrillera, al hacer un balance a propósito del 41 aniversario de esa gesta que se cumple el domingo próximo.
Su única misión: conservar el poder
A juicio de la historiadora, las organizaciones populares que lucharon por el pueblo han sido "corporativizadas y se mueven al compás de los intereses de cúpulas, cuya misión en el mantenimiento del régimen" en el poder.
Universidades públicas que pasaron del pensamiento crítico a reproductoras del relato "orteguista", no hay participación ciudadana, solo control partidario, y las autonomías municipales y regionales han sido suprimidas de facto, ejemplificó.
"La Policía Nacional convertida en un aparato represivo y criminal del orteguismo; el Ejército convertido en pieza estratégica para sostener al dictador en el poder", continuó.
Por tanto, según Baltodano, de la revolución "queda sólo el ejemplo de hombres y mujeres que lucharon, que no se rindieron, que renunciaron a todo, incluso a su vida por una Nicaragua libre".
Ese ejemplo, añadió, se fundirá con el de la juventud de las jornadas de abril de 2018 que se manifestaron en contra de Ortega por unas controvertidas reformas a la seguridad social, y que fueron silenciadas por el Gobierno por la fuerza.
"FSLN golpeado económica y políticamente"
Para Baltodano, actualmente el régimen de Ortega está golpeado económica y políticamente, y esas son las razones por las cuales el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) conmemorará el 41 aniversario de la revolución de manera virtual.
"No querían correr ningún riesgo de tener una convocatoria reducida, porque hoy hay mucha molestia interna por la forma criminal como han manejado la pandemia (de la COVID-19), por la falta de medidas paliativas frente al drama de la gente que ha perdido su trabajo", observó.
Se repudia también que los precios del combustible, la energía, y el agua "estén disparados, ya que se sabe que ellos (Gobierno) se están lucrando de estos bienes", indicó.
"Todo esto se suma a la repulsa de un sector de sus bases por los crímenes de lesa humanidad, por la represión sostenida, por los presos políticos y los juicios mentirosos y absurdos que se le están siguiendo" a partir del estallido social de abril de 2018, apuntó.
Descartó que el Gobierno sandinista haya suspendido el acto de masas con motivo de la revolución "por responsabilidad", porque de igual forma sigue "promoviendo actividades de todo tipo queriendo aparentar normalidad, en negación total de las cifras de muertos y afectados".
Lo que sí cabe, dijo Baltodano, es que Ortega, que no participa en actos públicos desde febrero pasado, "tiene terror al contagio, y no quiere arriesgar a su familia".
"En otras palabras, solo le importa su propia salud. Como sea, el hecho (conmemoración virtual) también tiene un efecto simbólico, la decadencia del régimen y del FSLN", ilustró.