26 de agosto 2016
Hasta este lunes reciente, todos los mensajes de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) previos a un proceso electoral habían exhortado claramente a ejercer el derecho al voto. El hecho de que los obispos esta vez hayan llamado a "votar o no votar o votar por determinada opción", en ocasión de las próximas elecciones nacionales, es "tremendamente novedoso" y encierra un llamado a discernir y actuar para construir la ciudadanía nicaragüense, según la periodista y teóloga María López Vigil.
En una entrevista en el programa de televisión Esta Noche, López Vigil analizó el mensaje que los obispos divulgaron el pasado veintidós de agosto.
“Yo esperaba más, porque siempre esperamos según nuestros deseos", confiesa. Sin embargo, la periodista y teóloga desmenuza el mensaje episcopal, y sostiene que el mismo es concluyente y su esencia incluso contradice el "libro blanco" sobre el actual proceso, que ese mismo lunes el gobierno presentó al cuerpo diplomático y misiones internacionales acreditadas en el país.
Los obispos justificaron su mensaje reciente indicando que “ante las situaciones de hecho creadas por decisiones irregulares en torno a las próximas elecciones que han originado posturas y reacciones muy diversas en la población”, se expresaban para "iluminar en este momento histórico", pero evitaron hacer un llamado específico a votar. “Que cada uno decida y actúe desde el interior de su conciencia, libremente y sin miedo a ningún tipo de coacción exterior”, exhortó la Conferencia.
López Vigil considera que “cuando los obispos dicen 'situaciones de hecho' significa ilegalidades 'creadas por decisiones irregulares'. No dicen arbitrariedad, no dicen abusos de autoridad o poder. Sin embargo, esto contradice de entrada lo que el gobierno afirma en el libro blanco. Los obispos parten de una situación irregular, con la cual vamos al proceso electoral y de alguna forma, creo que eso no le ha agradado al gobierno. Al gobierno le hubiera gustado que los obispos dijeran, o no, otra cosa".
¿Votar o no votar?
En las elecciones nacionales, previstas para el seis de noviembre, el comandante Daniel Ortega busca un tercer período presidencial consecutivo, en compañía de su esposa Rosario Murillo como candidata a vicepresidenta. La opositora Coalición Nacional por la Democracia, que aglutina a nueve movimientos partidarios, incluyendo el segundo grupo más votado en las elecciones de 2011, fue excluida del proceso, para el cual Ortega también ha desacreditado y prohibido la observación electoral nacional e internacional independiente.
La Coalición y diversos sectores de la sociedad civil sostienen que bajo estas condiciones, los próximos comicios son "una farsa electoral" y han declarado la "nulidad absoluta" del proceso, para exigir uno nuevo que sea incluyente, justo y transparente, tal como establece la legislación nacional. Además, han convocado a la población a abstenerse de forma consciente y activa, aunque otra parte sugiere ir a las urnas y anular el voto.
López Vijil estima que los obispos "recogen el ser o no ser, that the question, que hay hoy en nuestro país, que es votar o no votar". Además, enfatiza que "ningún mensaje de la Conferencia Episcopal en años anteriores previos a un proceso electoral dejaba de exhortarnos a todos a participar, a votar, y eso es novedoso y tiene un significado".
La periodista y teóloga no pone en duda que el mensaje episcopal expresa la inconformidad de los obispos con el proceso. "Han dicho hasta donde han podido, dado los miedos, temores, presiones y distintos puntos de vista que hay entre ellos", afirma a propósito de los rumores sobre una división entre los obispos y las críticas a la firmeza de su último mensaje pastoral.
"Hay una idealización de los obispos, como si ellos no fueran personas que se pueden dividir. En esta sociedad está dividido el gobierno, las instituciones, las familias, ¿cómo no vamos a creer que hay división en los obispos? Cada uno tiene un entorno y realidad (...), pero en su mensaje no dejaron solos a los obispos que han advertido claramente que este proceso es un desastre, como monseñor Rolando Álvarez (obispo de Matagalpa) o monseñor Silvio Báez (obispo auxiliar de Managua)”, analiza López Vigil.
Además, explica que el magisterio de la Iglesia enseña que todo lo que la Iglesia dice sobre un determinado tema es parte de un compendio, es decir que un mensaje no elimina a otro y que hay documentos más completos e importantes, de los cuales se desprenden otros.
"Este mensaje (del 22 de agosto) no es el más importante ni el único. Hay que recordar el mensaje de hace dos años (que los obispos entregaron a Ortega en mayo de 2014). Ese documento fue mucho más extenso y completo y tiene vigencia por su solidez y extensión, donde pedían elecciones libres y transparentes y la reforma del sistema electoral y advertían la alarmante concentración de poder... le hablaban y pedían su palabra de honor al presidente, le dijeron los años pasan y nadie es eterno" recuerda López Vigil.
No esperar ni conformarse, sino construir ciudadanía
En su mensaje pastoral de este lunes, los obispos animaron a “no perder nunca la esperanza, sobre todo en los momentos más oscuros y adversos”.
Sin embargo, indicaron que “tener esperanza no es cruzarse de brazos. No es resignarse pensando que la realidad no puede ser mejor ni ser indiferentes pensando que no podemos hacer nada por mejorarla” y agregaron: "No hay que ser espectadores de la historia, sino protagonistas de la misma"
La periodista y teóloga María López Vigil comenta al respecto que "se nos ha trasladado que el papel de un cristiano es aceptar la voluntad de Dios, conformarnos con esa voluntad y en esa voluntad está participar en el culto, hacer promesas, encender candelas".
Pero López Vijil estima que con estas líneas los obispos están expresando que "ser ‘protagonista de la historia’ supone que yo voy a participar, voy a luchar, a movilizarme, a informarme" sobre el actual proceso electoral. "Que la esperanza no es estar 'cruzado de brazos’ -agrega- significa practicar todo lo que es construcción de ciudadanía, aunque los obispos no lo digan ahí”.