18 de agosto 2021
AA
Share
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) oficializó su salida de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), luego de negarse a ratificar los principios democráticos de la organización. Una decisión que ratifica el carácter autoritario de ese partido político y “profundizará su aislamiento de la comunidad internacional”, advirtió el organismo regional.
El presidente de la Copppal, Alejandro Moreno Cárdenas, señaló que las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua son “inadmisibles”, y recordó que el FSLN se había comprometido a respetar la democracia, las libertades públicas, el derecho a la participación política, el respeto a la diversidad ideológica y los derechos humanos; los cuales están siendo vulnerados con el “pretexto” de la defensa de la soberanía y la autodeterminación de las naciones.
“En la Copppal hemos defendido por 41 años la soberanía y libre autodeterminación de los pueblos como ninguna organización lo ha hecho, pero no podíamos permitir que invocando estos principios, se pretendiera justificar hechos contrarios al espíritu democrático y de respeto a los derechos humanos que enarbolamos y defendemos. Eso era inadmisible”, advirtió Moreno.
El político mexicano explicó que previo a la salida del FSLN, el organismo regional rechazó “de manera firme, pero respetuosa” las prácticas antidemocráticas de ese partido político nicaragüense. Situación que “no gustó a algunos grupos al interior del sandinismo” que decidieron no ratificar los principios que había asumido y abandonaron la organización que los cobijó por cuatro décadas.
“Acciones que lastiman al pueblo”
Moreno recordó que por esa organización de partidos progresistas transitaron destacados líderes sandinistas y “la Coppal siempre y en esta etapa con más intensidad, fue una férrea defensora de Nicaragua, una aliada ante agresiones injustificadas, pero hoy no podemos encubrir acciones que lastiman al pueblo nicaragüense y a nuestra organización”.
En los últimos tres años el régimen sandinista, liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha impulsado una brutal represión a toda clase de manifestación en su contra. Situación que dejó 325 asesinados entre abril y septiembre de 2018, decenas de desaparecidos, miles de heridos, al menos 100 000 exiliados y más de 1600 presos políticos, de los cuales más de 140 todavía guardan prisión.
En la antesala de las elecciones generales de 2021 el régimen de Ortega y Murillo ha emprendido una nueva escalada represiva, ha encarcelado y abierto procesos judiciales en contra de 33 líderes y dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia y una candidata a la vicepresidencia, despojado de su personería jurídica a tres partidos políticos y nombrado a magistrados sandinistas para que cuenten los votos el próximo siete de noviembre.
Las acciones del régimen de Ortega y Murillo han merecido el rechazo de la comunidad internacional, que ha establecido sanciones a funcionarios sandinistas. En junio pasado el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos condenó “el arresto, acoso y restricciones arbitrarias" impuestas a los posibles candidatos presidenciales, a los partidos políticos y a los medios de comunicación independientes, pero el régimen ha ignorado todos los señalamientos.
Para el presidente de la Copppal, el compromiso de la organización regional es con el diálogo multilateral, el fomento a la paz, así como la consolidación de la democracia y la promoción de los derechos humanos, por lo que “con pleno respeto a la soberanía y libre autodeterminación de cada nación, seguiremos abordando”.
“Mi primera responsabilidad como presidente de la Copppal, que en Nicaragua protesté defender, fue la defensa de los principios que nos dieron origen y no voy a abdicar en este compromiso hecho ante el progresismo latinoamericano y caribeño”, concluyó Moreno.
