5 de abril 2019
El fracaso de la negociación en el INCAE, ante la falta de voluntad política de la dictadura Ortega Murillo, podría acelerar las sanciones diplomáticas internacionales, que hasta ahora se encuentran en suspenso ante las expectativas de los resultados del diálogo político. La negativa del régimen para adelantar las elecciones y favorecer un proyecto de justicia sin impunidad, para las víctimas de la matanza, echaría a andar la Nica Act, así como la aplicación de nuevas sanciones de la Unión Europea, y la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en la Organización de Estados Americanos (OEA) en las próximas semanas y meses.
Tanto la Alianza Cívica como analistas políticos y economistas advierten sobre el efecto fulminante que estas sanciones tendrían para la convaleciente economía del país, cuya tabla de salvación –coinciden todos– es alcanzar un acuerdo político. Pero un acuerdo político es remoto: la Alianza Cívica decidió “cerrar” una negociación que no ha generado acuerdos sobre justicia y democracia, mientras Ortega se rehúsa a aceptar garantes internacionales.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y negociador de la Alianza Cívica, señaló que el hecho de haber firmado dos acuerdos con el gobierno en el INCAE no conseguirá detener las sanciones internacionales. Para empeorar la situación, los dos acuerdos suscritos sobre la liberación de los presos políticos y la restitución de las libertades no han sido cumplidos por el gobierno: Apenas han excarcelado a 160 reos de conciencia, y la represión policial y paramilitar persiste.
“Si no logramos acuerdos sobre la justicia y democracia, si no logramos un acuerdo completo, no vamos a evitar la caída económica ni mucho menos la decisión de la comunidad internacional de sancionar”, dijo Aguerri. “Hay tres instrumentos sobre la mesa: La Nica Act, que la Unión Europea nos saque del Acuerdo de Asociación, y la aplicación de la Carta Interamericana. Sin acuerdos no logras detener nada de eso”, advirtió.
El presidente del COSEP sostuvo que la “sociedad tiene una crisis de confianza”, que termina empujando al abismo a la economía: “Cae el turismo, la inversión, las reservas, el saldo de depósitos en los bancos, el consumo… esa crisis de confianza no se detiene si no hay acuerdo político”, enumeró Aguerri.
Aunque el gobierno logró colar en la agenda del diálogo “un llamado a la comunidad internacional a suspender sanciones una vez logrados los acuerdos en la mesa de negociación”, la Alianza Cívica se desmarcó de “ese llamado” alegando que no se pudieron obtener resultados completos en la negociación, en especial por dejar por fuera uno de los temas que ellos consideran “irrenunciable”: el adelanto electoral.
“Nosotros dijimos en el marco del acuerdo que íbamos a abogar que estas sanciones no afectaran al país, porque no estamos interesados en que se profundice. Pero sin acuerdos no podemos hacer ese llamado”, insistió Mario Arana, titular negociador de la Alianza Cívica.
Afectación directa al CAFTA
El Consejo Permanente de la OEA sostendrá una sesión especial este viernes sobre Nicaragua. En la agenda del día, el delegado de Luis Almagro en el Diálogo, Luis Ángel Rosadilla, presentará un informe sobre el fracaso del diálogo.
Aunque en esta sesión del Consejo Permanente no se votará ninguna resolución, y es más bien una reactivación política de esta instancia de la OEA, el excanciller Francisco Aguirre Sacasa no descarta que en las próximas reuniones se le aplique al gobierno Ortega-Murillo la Carta Democrática Interamericana. Aguirre Sacasa vislumbra “un cambio de correlación de fuerzas” en el seno de la OEA.
“Un representante interino de Juan Guaidó se sentará en la silla de Venezuela. El presidente electo de El Salvador, Nayib Bukele, ya no se abstendrá… entonces es posible la aplicación de la Carta”, dijo Aguirre Sacasa. “No sé si esto le importa a Daniel Ortega, porque ya no estoy viendo en Daniel aquella persona que entendía el juego geopolítico. De llegarse a aplicar la Carta Democrática, una gran cantidad de cosas negativas van a ocurrir para el país”, advirtió el excanciller.
Una de “esas cosas” sería que Estados Unidos expulse a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), avizora Aguirre Sacasa.
“Eso tendría un impacto calamitoso en las zonas francas de Nicaragua, que dependen del acceso privilegiado al mercado norteamericano”, dijo el excanciller. “Otro efecto es que se haga permanente o persista la suspensión de la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)”.
Aguirre Sacasa aseguró que ha tenido contactos con funcionarios de estos tres organismos multilaterales, quienes le han confiado que desde el primero de enero de 2018 no han aprobado ni un solo crédito para Nicaragua. “Esos contactos me dijeron que están listos para enviar misiones de rescate a Nicaragua; para rescatar la economía antes de que cayera en el precipicio. Pero si este diálogo no prospera, si se suspende, estas instituciones seguirán sin apoyar a Nicaragua”, dijo Aguirre Sacasa.
“Ortega no puede echar a andar la economía”
El exdiputado Eliseo Núñez dijo que con el fracaso del diálogo las afectaciones las sentirá primero el sistema financiero, porque las instituciones ya no aguantarán los niveles de impago, mientras crece el desempleo, escasea el crédito y las importaciones se desploman.
“Hay una reducción inmensa del consumo y eso va a pegar en la capacidad de mantener los empleos y en el área comercial. Luego vendrá la caída de los tratados de libre comercio y más sanciones de Estados Unidos, y allí comenzará un desempleo masivo con el cierre de las zonas francas”, advirtió Núñez.
Para el exdiputado, Ortega “no se ha dado cuenta que está derrotado”. Núñez lo dice porque, a su juicio, el dictador “ya no puede generar confianza para que vuelva a echar andar economía”.
Núñez no ve lógica en los cálculos políticos de la dictadura, pero está seguro que Ortega se apresta “a navegar entre escombros y sostenerse con fusiles”, tal como lo ha hecho Nicolás Maduro en Venezuela. Aunque Maduro cuenta con petróleo y oro, la devastación venezolana es rampante. Núñez duda que Ortega dure años como el chavismo siguiendo esa premisa.
“Lo que Ortega va a tener adelante son escombros económicos”, insistió Núñez. “Es una mala escogencia, porque tuvo la oportunidad de solucionar la crisis vía dialogo. La población no pierde, pierde él. Además, Ortega pulveriza la capacidad del Frente Sandinista para salir adelante. Está haciéndole lo mismo que Somoza le hizo al PLN”.
“Algo disuadió a Ortega del diálogo”
El excanciller Aguirre Sacasa aseguró “que algo” disuadió a Ortega para no ver como “un imperativo” el diálogo del INCAE, tal como lo hizo al principio cuando convocó al gran capital para negociar.
Ese “algo” que hizo a Ortega atrincherarse en su falta de voluntad política está relacionado con Estados Unidos, de acuerdo a Aguirre Sacasa.
“Daniel Ortega está viendo y aprendiendo de lo que está pasando en Venezuela y pasó en Cuba. Cree que los Estados Unidos no tienen voluntad de pasar de la retórica a la acción. Ve que hay una retórica de la troika de la tiranía, que en Washington están molestos con militares rusos y chinos en Venezuela; ve que han reconocido al gobierno de Guaidó, pero eso no ha forzado a Maduro a abandonar el poder”, contextualizó el excanciller, quien agregó que es “un análisis miope de parte de Ortega”.
Aunque Estados Unidos ha prometido “avanzar” en la aplicación de medidas contra Ortega en la OEA y en otros espacios, Aguirre Sacasa considera que Washington endurecerá la acción contra Managua, cuando “los primeros nicas empiecen a asomarse en las caravanas de migrantes” del triángulo norte de Centroamérica que se agolpan en las fronteras norteamericanas.
“Obligados por la crisis económica, los nicas se sumarán tarde o temprano a esas caravanas. Eso provocará lo que Ortega cree que nunca va a pasar: Una fuerte reacción norteamericana. Estados Unidos está acostumbrado a percibir en Nicaragua un muro de contención e isla de seguridad en medio del limbo centroamericano, pero eso dejará de ser así”, planteó Aguirre Sacasa.