27 de febrero 2017
El Frente Amplio por la Democracia (FAD), solicitó a través de una carta a Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la publicación del informe de dicho organismo sobre la situación electoral en Nicaragua, mismo que dio pie al diálogo bilateral entre su Secretaría Técnica y el gobierno del presidente Daniel Ortega.
“En base al artículo 4 de la Carta Democrática, en los referente de las actividades gubernamentales, y al principio de publicidad que debe regir la actuación de los órganos de la OEA, solicitamos la publicación del informe”, dice la carta del FAD, que fue firmada por la mayoría de sus miembros, la mañana de este sábado en un hotel capitalino.
El FAD demanda que el diálogo bilateral entre el gobierno y la OEA, sea un proceso de participación amplia y transparente, en el que las prioridades y los tiempos “para rescatar la democracia sean definidos por todos los actores sociales y políticos del país”.
“Un plan de acción elaborado únicamente con el acuerdo del Gobierno de Nicaragua, y con algunos sectores, difícilmente favorecerá la democracia nicaragüense, antes bien, puede significar un obstáculo para las aspiraciones de paz y desarrollo de los nicaragüenses, y alentar mayores violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura de Ortega”, dice el documento.
El pasado 20 de enero, la OEA y el Gobierno de Ortega, emitieron un comunicado, presentado como “avance” de la “mesa de conversación e intercambio”—instalada a mediados de octubre de 2016— que carecía de conclusiones sobre la aplicación de la Carta Democrática y omitía las violaciones sistemáticas de estos principios de parte del régimen de Ortega.
“Las delegaciones de Nicaragua y de la Secretaría General de la OEA acuerdan iniciar a partir del mes de enero de 2017 los trabajos de seguimiento a los cuales se comprometen a través del presente documento”, indicó el comunicado, que menciona compromisos para cada una de las partes para mejorar técnicamente el sistema electoral, pero que no responde a las demandas ciudadanas sobre el control partidario y la demolición de la instituciones democráticas, ni a la masiva abstención en las votaciones de noviembre pasado, con las que Ortega —ahora en compañía de su esposa Rosario Murillo— se ha atornillado en el poder.
“Almagro pensó que tratando a Ortega de una forma suave iba a lograr más concesiones (del gobierno sobre las demandas democráticas), pero se equivocó y calló en la trampa de Ortega”, dijo el jurista y exdiputado liberal José Pallais.
La carta firmada por los miembros del FAD, reafirma su posición sobre no aceptar la tesis de “lo robado, robado está”, e indica que no darán la espalda a más del 70 por ciento de los nicaragüenses que de manera consciente y activa rechazaron la “farsa electoral” de noviembre de 2016.
“Porque más allá de las motivaciones particulares, esta movilización patentizó el legítimo derecho y aspiración a contar con un gobierno que refleje la voluntad popular. En nuestra historia lejana y cercana, los nicaragüenses hemos vivido trágicamente las consecuencias de violentar este derecho fundamental y de contemporizar con la impunidad”, reza la carta.
El próximo martes 28 de febrero, el gobierno de Ortega y la OEA presentarán un memorando de entendimiento con los “aspectos técnicos de un trabajo conjunto” de tres años para “mejorar” la institucionalidad electoral de Nicaragua y, además, definir el alcance de un “acompañamiento” del organismo para los comicios municipales de este año.