7 de noviembre 2021
Las votaciones de este domingo, que se desarrollan con todos los precandidatos presidenciales de la oposición tras las rejas y un severo control policial a los ciudadanos, son seguidas con detenimiento por el expresidente de Bolivia, Jorge Tuto Quiroga, quien demandó una respuesta “contundente” de la comunidad internacional a las actuaciones del régimen nicaragüense.
Quiroga pidió la suspensión de Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que conlleva también la restricción al financiamiento internacional, hasta que los presos políticos no sean liberados y se realicen elecciones democráticas con observación internacional plena.
El proceso de este domingo, en que Ortega busca un cuarto período continuo desde 2007, es cuestionado por la comunidad internacional por la falta de garantías para un ejercicio democrático, aunque el canciller Denis Moncada aseguró este domingo que no temen “las amenazas de desconocimiento de las elecciones”.
Para Quiroga, las votaciones son la “coronación de una dinastía”, similar a la de Corea del Norte donde el poder se hereda de manera sanguínea, una opinión en la que coincide con la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
“El señor Daniel Ortega no puede seguir sentado en un club de democracias”, enfatizó Quiroga vía telefónica a CONFIDENCIAL. El ex jefe de Estado afirmó que Argentina y México deben dar la cara en el foro de la OEA a realizarse en los próximos días y explicar si quieren seguir siendo los “cómplices tontos de Ortega y decir: ¡sí yo quiero seguir viviendo en un hemisferio con un tirano norcoreano”.
Principios esenciales de la Carta Democrática
El expresidente, quien fue uno de los firmantes del documento constitutivo de la Carta Democrática de la OEA en 2001, recordó que los principios esenciales suscritos por 34 de los 35 países de la región, exceptuando Cuba, son los siguientes: a) elecciones libres, justas y transparentes, b) instituciones independientes, c) libertad de prensa, d) derechos políticos, cívicos y humanos y 5) alternabilidad en el poder.
En la actualidad, Cuba, Venezuela y Nicaragua son “dictaduras atroces”. “Debo decir tristemente que lo de Nicaragua ha rebasado en términos de abusos, persecución, saña, incluso lo que habíamos visto de Maduro en Venezuela y los Castro en Cuba, y lo digo siendo el único expresidente que he sido declarado persona non grata dos veces en Venezuela (una con Chávez y otra con Maduro) y he sido deportado de Cuba por los Castros”, comentó el exmandatario.
Desde abril de 2018, el Ejecutivo de Ortega está bajo la lupa de la comunidad internacional tras las masivas violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado contra opositores; sin embargo, institucionalmente han alegado que fueron objeto de una “conspiración” que buscaba derrocarlos del poder.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 328 fueron asesinados en el contexto de las manifestaciones, 2000 resultaron heridos y más de 100 000 decidieron irse al exilio para resguardarse tras la campaña de represión ejecutada por paramilitares y la Policía, cuyo jefe supremo es Ortega.
“No quiero vivir en una región que tiene una Carta Democrática, que es una carta de membresía para todos en la OEA, cuando hay un dictador atroz y feroz como el binomio Ortega y Murillo (…) deben pagar las consecuencias diplomáticas, económicas y comerciales aplicadas con celeridad después de esta farsa”, insistió Quiroga.
Actuación tardía
Quiroga cuestionó a la comunidad internacional por su actuación tardía ante los abusos de Ortega y recordó que el gobernante sandinista fue el “inventor” de la idea de que la reelección presidencial era un derecho humano, un camino en lo que siguieron el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y el exmandatario de Bolivia, Evo Morales.
“Es estruendoso ese silencio de las democracias”, agregó, y dijo que “cuando dejas pasar el primer abuso, los tiranos se envalentonan. La comunidad internacional calló cuando Ortega inventó que ser tirano a perpetuidad era un derecho humano, después calló cuando miró la salvaje represión de 2018, y no se le aplicó la Carta Democrática, no se le cortó los recursos del BID, del FMI, tristemente hoy los organismos multilaterales siguen financiando la represión más salvaje en la historia contemporánea de América Latina”, denunció.
Para el ex jefe de Estado, Ortega tomó como “un silencio positivo o como una luz verde” que se haya mantenido el financiamiento internacional a su Gobierno y que la OEA no haya pasado de reprimendas en comunicados.
Luego el expresidente boliviano insistió: “¿Cómo es posible que el asiento de Venezuela esté ocupado por mi amigo Gustavo Tarre, embajador de (Juan) Guaidó? Le quitaron el asiento a Maduro por violar la Carta Democrática Interamericana. Si había que quitarle el asiento en la Asamblea de la OEA, a Ortega también, porque él ha cometido violaciones más grotescas que Maduro”.
Las votaciones de este domingo son consideradas como una farsa por los críticos de Ortega, mientras el régimen ha acreditado a 232 “acompañantes electorales”, a los cuales les repartió un chaleco donde puede leerse “elecciones soberanas 2021”.
Régimen se queda sin argumentos
Precisamente la soberanía es el principal argumento con el que Ortega rechaza la demanda de la libertad de presos políticos, realizada por la comunidad internacional, la que califica como intervencionismo.
La abogada Ana Claudia Santano, directora general de Transparencia en Brasil e integrante de la Red de Observación e Integridad Electoral, dijo que no se puede usar la soberanía como “justificación para violación a los derechos humanos”.
La experta enfatizó en que los derechos son universales y recordó los compromisos que tiene Nicaragua al ser parte del sistema interamericano. “Absolutamente nadie, les obligó a ser parte de esas organizaciones. Ellos asumieron valiéndose de su soberanía a estas obligaciones internacionales que deben cumplir”.
De acuerdo con Santano, las votaciones de este domingo parecen un procedimiento para legitimar una elección que está decidida de antemano, lo que evidencia que no hay competencia.
“No hay un voto real, libre”, adujo la especialista que hizo una defensa de la democracia en la región, mientras denunció que el Gobierno de Nicaragua no permite una observación efectiva porque significaría que le señalaran irregularidades.
“Hay muchos indicios de que estos procesos están bastantes comprometidos y que ni siquiera deberían realizarse. El gran problema es que justamente está buscando hacer las cosas aparentemente normales cuando ya no (lo) están desde las protestas de abril de 2018, donde hay gente muerta, arrestada, hay presos políticos, gente exiliada, perseguida, no es normal en una democracia”, concluyó Santano.