10 de enero 2017
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El denominado Grupo de los 27 —que incluye a intelectuales y políticos—, envió este lunes una segunda carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en la que exigen la publicación del informe presentado al gobierno del comandante Daniel Ortega, y que hasta ahora se ha mantenido en secreto.
Además, criticaron la toma de posesión del mandatario sandinista y su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta, y la instalación de la nueva Asamblea Nacional. Para ellos, se trata de la instauración de la dinastía familiar.
Los 27 sostuvieron que el diálogo entre la OEA y Ortega puede abrir un rumbo para restablecer en el país la institucionalidad democrática. Aunque advirtieron que el gobierno de Ortega podría usarlo para ofrecer “reformas cosméticas” al sistema electoral, “o de maquinaciones fraudulentas con disfraz de diálogos constructivos”.
“Debemos reiterar el derecho que tenemos los nicaragüenses de conocer el informe presentado al gobierno de Nicaragua sobre los temas relacionados con el proceso político de nuestro país”, se lee en la misiva entregada ante las oficinas de la OEA en Managua.
Está previsto que las conversaciones entre ambas partes terminen este quince de enero. Si llegan a un acuerdo, la OEA y el gobierno podrían emitir un documento conjunto. En caso contrario, el organismo emitirá uno por su cuenta. Los 27 demandaron que el diálogo debe incluir a todos los sectores del país.
“Almagro le está dando a Ortega la posibilidad de que dé muestras de un deseo de hacer un cambio, que realmente devuelva al país lo que él ha destruido: la institucionalidad democrática”, remarcó Carlos Tünnermann, exministro de educación en los ochenta y analista político, quien forma parte del grupo de intelectuales.
Para Tünnermann, el secretario de la OEA debería “ser consecuente” con sus postulados, que son los mismos de la Carta Democrática Interamericana, y de los cuales el Estado de Nicaragua es suscriptor.
Los 27 exigieron además la realización de nuevas elecciones generales “libres, con observación nacional e internacional, árbitros imparciales y sin exclusiones”.
Los comicios generales del pasado seis de noviembre estuvieron marcados por la abstención. Según estimaciones de grupos políticos como el Frente Amplio por la Democracia y organismos como Panorama Electoral, el abstencionismo rondó casi el 70%. Esa realidad, según los 27, es el repudio del electorado al régimen de Ortega y Murillo.
“Lo que va a ver mañana no es una verdadera toma de posesión. No es el resultado de una elección que confiera legitimidad, dada la enorme abstención que tuvimos el seis de noviembre”, fustigó Tünnermann. “En consecuencia, lo que habrá es una toma de designación. Él fue designado como presidente y doña Rosario como vice presidente por el Consejo Supremo Electoral, por el doctor Roberto Rivas”.
El abogado constitucionalista Gabriel Álvarez —miembro de los 27— dijo que la elección del seis de noviembre “no le da ningún mandato político, popular” a la pareja presidencial, “y por lo tanto es una ficción lo que vamos a vivir”.
La carta enviada a Almagro es suscrita por personalidades como el poeta Ernesto Cardenal, la escritora Gioconda Belli, el empresario radial Fabio Gadea Mantilla, entre otros.
Cuestionan nueva Asamblea
Los 27 también cuestionaron la instalación de la nueva Asamblea Nacional este lunes, en la que se incorporaron como diputados personajes señalados por corrupción como Byron Jérez, exdirector de la Dirección General de Ingresos (DGI) en tiempos del expresidente Arnoldo Alemán.
“La Asamblea Nacional debiera ser un contrapeso, un balance al ejercicio mismo del poder. Eso es un dogma y está más que probado que los poderes independientes se controlan entre sí, y pueden cuidar esa representación que le ha dado el pueblo a los electos”, afirmó Carlos Langrand, diputado destituido después de una decisión política del mismo Ortega. “En el caso de esta Asamblea Nacional, estos diputados van a cumplir la deshonrosa misión de haber sido electos en un proceso anómalo. Escasamente votaron el 30% de los nicaragüenses lo cual resta legitimidad”, alegó.
La presencia de Jérez como diputado fue duramente criticada por Langrand. El exlegislador opinó que Ortega quiere enviar “un mensaje” que haga parecer que “que todos somos amorales, ladrones y que todos violamos los derechos de los hermanos”.
“El mensaje es que robar es permitido siempre y cuando estés conectado con el poder. Pero la demostración de noviembre, con esa alta abstención, es todo lo contrario: Ortega podrá tratar de ensuciar la imagen de los pobladores de este país, pese a la estrategia que él tenga de contaminar con algunos personajes, pero el nicaragüense esta claro que tenemos una dictadura a la que hay que derrocar”, dijo Langrand.
Un leal de Murillo al frente del Parlamento
En la sesión de este lunes en el Parlamento fue electo como presidente el diputado sandinista Gustavo Porras. Fue una sorpresa que se conoció un día antes, cuando todavía se especulaba que sería electo el vicepresidente saliente Omar Halleslevens, como una forma de garantizar al Ejército de Nicaragua una cuota de poder.
Sin embargo, Porras fue ungido unánimemente en el cargo, uno de los más importantes después del presidente de la república en el país. Porras controla los sindicatos de los trabajadores y es un leal y de entera confianza de la primera dama Rosario Murillo.
“Con su habilidad, Rosario Murillo procurará ir poniendo aquellas personas que son leales a ella, para ir asumiendo cuotas de poder en instituciones donde antes no tenia tanto poder”, analizó Tünnermann. “Esa elección de Porras hasta cierto punto podría molestar al Ejército, porque todo el mundo esperaba que fuese nombrado de concesión el general Halleslevens. De esa manera podemos sacar algunas especulaciones de cómo va a ser el gobierno que viene”.
