9 de marzo 2024
La visita del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, el general Nikolái Pátrushev, a Nicaragua, es el resultado de dos "dictaduras desesperadas": una que se siente "más poderosa" en la ofensiva de su invasión a Ucrania y quiere incomodar a Estados Unidos en "su patio trasero", y la otra dictadura que busca "respaldo" ante el aislamiento internacional, valora el consultor en temas de seguridad nacional y crimen organizado, Douglas Farah.
El analista estadounidense asegura que Putin se siente "fortalecido" ante la suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania, y está buscando alianzas en América Latina bajo su doctrina "near abroad". Eso implica --detalla-- más "desinformación, inteligencia y espionaje" de Rusia en la región. Y a su juicio es un objetivo celebrado por Daniel Ortega, en Nicaragua, pero "subestimado" por la Casa Blanca en Washington. "Con pocos recursos, (los rusos) han hecho una labor impresionante", advierte.
El general ruso Nikolái Pátrushev es un enviado especial para fortalecer esas alianzas militares y políticas en América Latina, especialmente Nicaragua. También es un alto funcionario de confianza de Vladímir Putin, señalado de liderar una red de inteligencia y espionaje internacional del Kremlin.
Herramientas de vigilancia de Rusia en Nicaragua
En su paso por Managua, el militar ruso tuvo encuentros bilaterales privados con el Ejército, la Policía y el Ministerio del Interior, con los cuales llegó a "importantes" acuerdos de cooperación --hasta ahora no detallados-- en materia de seguridad, según los medios de la propaganda orteguista.
Para Farah, eso implica el fortalecimiento de las herramientas de vigilancia con las que ya cuenta la dictadura nicaragüense, como el sistema de espionaje SORM-3, capaz de rastrear WhatsApp, y otras aplicaciones, y más desinformación en los medios tradicionales y digitales de la propaganda oficialista.
En entrevista con el programa Esta Noche, transmitido a través de redes sociales a causa de la censura televisiva en Nicaragua, Farah también analiza el alineamiento de la cúpula militar de Nicaragua con los intereses de Rusia, y el silencio las autoridades rusas y nicaragüenses ante la detención de una tonelada de cocaína que llegó legalmente desde un puerto nicaragüense hasta San Petersburgo.
Mayor presencia rusa en el "patio trasero" de Estados Unidos
¿Qué relevancia tiene la visita de este alto funcionario de la inteligencia rusa?
Estamos en un momento en el que Rusia se siente más poderoso de lo que estaba hace unos meses. Con el problema de ayuda de Estados Unidos a Ucrania, y todo eso ha dado el sentir a Putin, que está fortalecido y, en base a eso, está buscando sus alianzas en lo que Rusia llama el "near abroad" "cercano-lejano" de Estados Unidos para tener una presencia. Porque según la doctrina militar rusa, "cercano-lejano" es toda la ex Unión Soviética; y estando la OTAN y Estados Unidos en ese sector, da legitimidad, según ellos, a que Rusia esté en el patio trasero, de Estados Unidos, con una importancia especial para Nicaragua, que es el país que ha pensado en acoger a bases militares rusas. Entonces están desesperadamente buscando eso, y Nicaragua parece el punto más relevante para ellos en este momento.
Según la propaganda oficial, la delegación rusa sostuvo encuentros bilaterales privados con el Ejército, la Policía y el Ministerio del Interior de Nicaragua, con quienes llegó a supuestos "importantes acuerdos de cooperación en materia de seguridad". ¿Qué implican estos tipos de acuerdos con Moscú? ¿Se trata de entrenamiento militar o espionaje?
Implica varias cosas. Primero, el entrenamiento, sin dudas. Ya han dado y van a seguir dando equipos de vigilancia, de inteligencia muy sofisticado. Hay todo un sistema que se llama SORM, de los rusos, que ya está instalado en Nicaragua, que permite rastrear WhatsApp, textos, teléfonos. Toda la comunicación normal que tiene la gente puede rastrear eso.
Además, ahora están buscando tener instalaciones permanentes para decir, - bueno, estamos ya en el continente cercano a Estados Unidos y tener la opción de reaccionar de una forma agresiva, violenta, militar-, si ellos sienten que Estados Unidos está por atacarlos, o si la OTAN ataca a ellos. Están buscando tener la opción de una respuesta rápida a lo que ellos llamarían agresión de parte de Estados Unidos.
Más espionaje y desinformación
Y en estos sistemas (de inteligencia), ¿cuáles son realmente sus alcances? ¿Es espionaje interno o son plataformas de desinformación?
Son cosas distintas. Hay plataformas de inteligencia que están instaladas. Hay un programa que se llama SORM-3, que es lo más sofisticado que tienen los rusos. No sólo se opera, y se usa en Nicaragua, sino también en Cuba, Bolivia, en partes de Paraguay, porque hasta hace un poco en el mercado había. Entonces es posible que estén en muchas partes que no conocemos tampoco. No es una cosa sólo de Nicaragua, pero tiene el potencial, la capacidad de rastrear WhatsApp, que es importante porque son pocos los que pueden hacer eso. Tienen la capacidad de rastrear teléfonos, textos, la presencia física de donde esté una persona cuando camine, cuando se moviliza, o sea, permite un monitoreo muy fuerte.
Eso es aparte de toda la estructura de desinformación que manejan a través de Actualidad de RT (Rusia Today), Sputnik News, sus aliados en Telesur y toda esa otra red que es de desinformación, que es un poco aparte de la red de inteligencia.
En estos encuentros con Pátrushev, el régimen de Ortega reiteró su ofrecimiento al Kremlin de convertir Nicaragua en una plataforma de influencia rusa en la región. ¿Qué implicaciones tiene eso para Centroamérica?
Meter un Estado con un aparato de desinformación es muy dañino tanto a la democracia y a la capacidad de la gente de recibir información verídica de diferentes partes. Pueden dominar la narrativa, aunque existan otros elementos (medios periodísticos) que no son de propaganda, pueden opacar todo eso, y matarlo antes de que nazca con noticias falsas. Y eso es terriblemente dañino no sólo para Nicaragua, sino para toda la región.
Alineamiento del Ejército de Nicaragua
El jefe del Ejército de Nicaragua, el general Julio César Avilés, aprovechó el encuentro con Pátrushev para alinearse con Rusia y solicitarle al Kremlin fortalecer esos vínculos de seguridad para defenderse de supuestas agresiones por parte de Estados Unidos y de sus aliados. ¿Qué impacto podría tener el reforzamiento del alineamiento de la cúpula militar nicaragüense con los intereses de Rusia?
Rusia está buscando aliados desesperadamente en el mundo y ¿dónde van a buscar? Con las dictaduras que ya existen y con las dictaduras que tienen una relación histórica con Moscú durante la Unión Soviética, durante la Guerra Fría. Entonces Cuba y Nicaragua son los dos ejes principales, por razones históricas. Nicaragua ha estado ofreciendo mucho más. ¿Por qué? ¿Qué opción tiene la dictadura de Ortega y Murillo? No pueden ir a elecciones, no pueden quedarse un tiempo indefinido, necesitan algo que respalde la dictadura. Entonces ellos me imagino que están muy contentos de tener un apoyo de Putin, de otra dictadura, que no les requiere nada en términos de derechos humanos, libertad de expresión, etcétera.
Las dictaduras se juntan fácilmente porque son dictaduras y no necesitan a sus criterios, ceder nada a los opositores que están criminalizados y tildados de traidores. Entonces es lógico que se busquen entre ellos, porque las democracias del mundo y hasta algunos autoritarios no quieren meterse con Rusia por razones muy obvias, de su falta de respeto a la vida humana y a cualquier proceso democrático.
Lucha de Rusia contra el narcotráfico es "fachada"
En enero, el Servicio Federal de Aduanas de Rusia en San Petersburgo confirmó la detención de una tonelada de cocaína que llegó legalmente de un puerto nicaragüense. Pero hasta el momento ni las autoridades de Nicaragua ni las rusas se han pronunciado al respecto. ¿A qué atribuye ese silencio?
Hay dos opciones. Uno, que fue un error agarrarlo, detenerlo. Alguien hizo bien su trabajo sin darse cuenta de que no debería haber estado investigando ese caso. O fue quitar la competencia de los diferentes grupos de narcotráfico que están ya operando entre Centroamérica y Rusia hace tiempo. Donde además sale mucha coca hacia Rusia, de Uruguay y Buenos Aires. O sea, hay una red de narcotráfico que apoya el Estado ruso.
O era competencia, alguien no autorizado en enviar la droga, o un buen policía que no se dio cuenta que no debería meterse ahí, se metió y por eso el silencio absoluto. Si hubiese sido una cosa de Estado combatiendo el narcotráfico, todo el mundo hubiera salido a hablar y a alabarse, y hablar del buen trabajo antinarcóticos que están haciendo, y no han dicho nada. Y eso ¿qué indica? Que es una cosa no autorizada o un error.
A propósito de eso, en septiembre de 2023, Daniel Ortega admitió el funcionamiento de un centro de inteligencia ruso en Nicaragua, que, según él, es para combatir el golpismo. Pero también para fortalecer la lucha contra el narcotráfico. ¿Tiene Rusia alguna incidencia en la lucha contra el narcotráfico en América Latina?
Sólo para proteger las rutas que les conviene a ellos y al régimen de Putin. De combatir la competencia, las rutas que ellos protegen, obviamente sí. Es un lenguaje que le da una legitimidad internacional.
La escuela que se montó supuestamente en Nicaragua hace muchos años: la escuela antinarcóticos de los rusos, que iba a entrenar a gentes de toda la región, nunca dio ningún resultado. Todo eso es parte de una fachada que ellos montan para entrar con servicios de inteligencia, y en ese juego de antinarcóticos pueden vigilar más a Estados Unidos. Pueden entender más cómo reaccionaría Estados Unidos, qué fuerzas tiene Estados Unidos en la zona y les es muy útil en términos estratégicos, pero no tiene nada que ver con la lucha contra el narcotráfico.
Estados Unidos "subestima" alianzas de Vladímir Putin
¿Y cómo se ve eso desde Washington: el avance de esta alianza política militar y de espionaje entre Putin y Daniel Ortega?
Creo que están subestimando todavía lo que puede traer Rusia a la zona. Nosotros hicimos un estudio para United States Institute of Peace sobre la red de desinformación de Rusia en América Latina, que era realmente alarmante. Y nos dimos cuenta en el proceso de hacer ese estudio que hay huecos muy grandes en cómo entiende la parte política en los Estados Unidos que traza la política hacia América Latina, de tomar en serio lo que está haciendo Rusia. Porque no tienen muchos recursos. Ellos (los rusos) han hecho realmente casi milagros con los pocos recursos que tienen en alianzas con Nicaragua, Venezuela, Cuba, Telesur En alianza con toda la red de desinformación que se ha montado con los rusos, con los iraníes en Chile, en Argentina, Venezuela, Nicaragua.
Con pocos recursos, han hecho una labor realmente impresionante y creo que Estados Unidos, en política oficial, está subestimando lo que está pasando en la región, en cuanto a Rusia.