11 de julio 2023
La última encuesta de la consultoría costarricense CID Gallup, realizada en Nicaragua entre el 14 y el 20 de junio, reveló que la presidencia de Daniel Ortega tiene una desaprobación del 61%, mientras el 70% de los ciudadanos consideran que el país va por el rumbo equivocado, y el Frente Sandinista registra el 13% de simpatía partidaria, su nivel histórico más bajo en las últimas dos décadas.
La encuesta, auspiciada por CONFIDENCIAL, se basa en una muestra de 823 personas a nivel nacional, que poseen una conexión activa de telefonía celular y tiene un margen de error de +/−2.93% y un nivel de confianza del 95%.
A pesar de la campaña de descrédito y persecución contra los líderes religiosos, la Iglesia católica es la institución más confiable del país (48%), y cuatro expresos políticos, encabezados por Félix Maradiaga (48%) se destacan como las personalidades con mayor opinión favorable, mientras los gobernantes Daniel Ortega y Rosario Murillo, encabezan el ranking de las figuras más impopulares con - 54% y -49%, respectivamente. Sin embargo, las organizaciones de oposición, dentro y fuera de Nicaragua, aparecen con un bajo índice de confianza (24%) y reconocimiento (3%).
El politólogo José Antonio Peraza, exreo de conciencia, considera que al haber un 70% de la población no tiene simpatía por algún partido político, “en la medida en que la oposición logre conformar un grupo homogéneo, donde donde converjan todas las tendencias, eso va a tener un nombre y va a tener un apellido y, por lo tanto, la gente va a empezar a migrar a esa opción política donde van a haber unos liderazgos importantes”.
Por su parte el analista político Eliseo Núñez, ex diputado liberal, destacó que la encuesta confirma que “los nicaragüenses no tienen ninguna salida con Daniel Ortega”, pero la buena noticia es que “el Frente Sandinista como tal, ya desapareció, lo que ahora hay es una institución familiar, así que desapareciendo Ortega y su régimen también desaparece el sandinismo en Nicaragua”.
Pesimismo y desesperanza
Según esta encuesta, el país se mantiene en un estado de pesimismo y desesperanza. El 70% dice que el país va por un rumbo equivocado y sólo el 20% dice que vamos por el rumbo correcto. El 42% dice que su familia va a estar peor en los próximos 12 meses. Pero no hay ninguna perspectiva de salida o de mejoría.
Eliseo Núñez: Sí. Es que realmente lo que nosotros estamos viendo en Nicaragua es básicamente un callejón sin salida para el régimen y también para la población. Ortega ha trabajado en atar el destino de Nicaragua a su propio destino. Eso es algo que es muy clásico de los regímenes dictatoriales, como el de Ortega. Es decir, la falta de inversión, la falta de confianza en la economía del país, la lentitud con que se está creciendo y el poco efecto multiplicador de la inversión pública, se debe a que Ortega realmente ha venido sosteniendo una política de aislamiento. Durante la época post pandemia él tuvo un efecto rebote, pero también fue ayudado por casi dos mil millones de dólares de empréstitos, entre los que están casi 500 millones de dólares del FMI —que fueron dados una parte para ayuda del covid, pero casi 400 millones, para ser exactos 385, en apoyo presupuestario directo—. Es decir, hizo lo que le dio su gana con este dinero bajo lo que son los parámetros presupuestarios. Pero esto no ha sido suficiente para generar sensación de bienestar, porque no hay confianza en la economía y porque la inversión privada no está volviendo al país. Entonces, eso genera una sensación de que no hay salida. Y en efecto, con Ortega, el nicaragüense no tiene salidas.
Hay dos preguntas que de alguna manera expresan lo que la gente piensa que puede ocurrir en el futuro. El 61% desaprueba al Gobierno de Daniel Ortega, pero casi el 50% considera que es altamente probable que Rosario Murillo sería electa sucesora de Ortega en 2026 y una mayoría, el 56%, no cree probable que próximamente habrá en Nicaragua un gobierno democrático. ¿Quiere decir que la gente espera que en Nicaragua se va a imponer una dinastía?
José Antonio Peraza: Yo creo que la gente tiene esa percepción de que Ortega lo que quiere es perpetuarse en el poder, él y su familia. O sea, que tienen características dinásticas, que el poder se hereda. Lo que estamos viendo en esas tres o cuatro preguntas con respecto a la dictadura, es que más de 2/3 de la población siguen desaprobando a Ortega, como ha sido muy tradicional en las encuestas. Y prácticamente la mitad de la población considera que doña Rosario Murillo podría ser la sucesora de Ortega en las elecciones del 2026. Personalmente, yo no creo que Ortega le ceda el poder a nadie, ni siquiera a su esposa. Yo creo que él va a seguir siendo el eterno candidato del Frente Sandinista. Y el segundo elemento es que, tal y como están las condiciones actuales, yo no veo ninguna posibilidad de tener una solución a la crisis política en el 2026 si no hay cambios como los que se están pidiendo desde la OEA, desde la oposición nicaragüense y desde la comunidad internacional, para que puedan haber elecciones tal y como las deseamos, que sean libres, que sean incluyentes, que haya reforma electoral, que se devuelvan las libertades y que haya respeto a los derechos constitucionales.
Los retos de la oposición
Veamos lo que dicen los encuestados sobre la oposición: Los opositores expresos políticos encabezan el ranking de las figuras públicas con mayor opinión favorable en el país. Por ejemplo, Félix Maradiaga tiene 48% de opinión favorable, mientras que Daniel Ortega y Rosario Murillo tienen -54 y -48% de opinión desfavorable. Pero la oposición aparece entre las instituciones con menos credibilidad y con menor preferencia política. Entonces, hay líderes, pero no hay una percepción de una oposición como alternativa de poder.
Eliseo Núñez: A pesar de que se mire un liderazgo marcado por cinco opositores, el tema son los conflictos. Es bien importante parar el conflicto para que esos liderazgos se puedan potenciar. Si no detenés el conflicto no importa que el liderazgo continúe, no vas a conseguir potenciar su liderazgo si no se detiene. Estos pleitos entre la oposición, que ha sido la tónica desde hace mucho tiempo, incluso antes del 2018 y después del 18, aún con los liderazgos emergentes, siguió siendo la misma tónica. El conflicto se está comiendo la credibilidad opositora y eso es algo que se tiene que tener muy presente para poder salir de Ortega. Yo creo que en el momento en que vos hagas una oferta sólida a la población de Nicaragua, la gente empieza a migrar hacia esa oposición que puede generar esperanza y que puede generar ilusión. Un poco, incluso, de lo que estábamos viendo en Venezuela ahorita. En Venezuela, después de Guaidó la oposición aparecía muy fragmentada, pero con el acuerdo de las primarias y con la competencia, y se potenciaron liderazgos como el de Corina, como el de Capriles, el mismo Guaidó. Estos liderazgos potenciados comienzan a darle esperanza al pueblo venezolano. Nicaragua necesita que la oposición se ponga de acuerdo para poder tener esperanzas.
Pero esta no es una encuesta sobre elecciones y creo que no es nada comparable a lo que está pasando en Venezuela. Cuando se pregunta cuáles son las instituciones que tienen más credibilidad, el 48% dice la Iglesia Católica, a pesar de la campaña de descrédito y persecución que del régimen, mientras que la presidencia de Ortega tiene solamente el 26% y el 79% de la población rechaza la condena judicial contra monseñor Rolando Álvarez, de 26 años de cárcel. ¿Cómo valora este respaldo a la Iglesia católica, ahora que monseñor Rolando Álvarez ha regresado a la cárcel La Modelo?
José Antonio Peraza: Primero, gran parte de la población de Nicaragua es católica y por lo tanto no ve con buenos ojos lo que está sucediendo, la persecución a la Iglesia. También hay un reconocimiento a la Iglesia evangélica y que significa que de alguna manera, si vemos otra pregunta de la encuesta, el sector religioso es el que tiene la mayor credibilidad. Las instituciones religiosas tienen una gran credibilidad. ¿Qué significa eso? Que la gente se ha refugiado en ese ámbito porque se siente perseguida, se siente acosada y ahí se siente un poco más segura. Sin embargo, haciendo una correlación con lo que decía Eliseo, definitivamente la oposición nicaragüenses se va a expresar de manera más clara cuando haya una institución o cuando haya un acuerdo que sustente esos nuevos liderazgos, que van a ser mucho más y posiblemente la mayoría van a venir de los expresos político o de las personas que han sido consecuentes en el tiempo contra la dictadura de Ortega.
El Frente Sandinista, como partido político, registra una simpatía política partidaria del 13%, es la más baja que alguna vez haya registrado una encuesta, hay otra reciente del 16%, antes del 22%. Y ahora el Frente Sandinista está convocando a sus partidarios a marchas para celebrar el 19 de julio.
Eliseo Núñez: Yo creo que el Frente Sandinista como tal, ya el sandinista promedio identificó que desapareció, que lo que ahora hay es una institución familiar. Entonces el sandinista abandonó al Frente en su gran mayoría y una parte, que es el 26%, sigue apoyando a Ortega. Es complejo la manera en que lo han hecho, pero esto indica que el sandinista está aceptando que es un movimiento caudillesco alrededor de Ortega, que ya no es un partido político, y en la medida que Ortega va llegando a su final, también va a ir colapsando cualquier movimiento que tenga que ver con él y con el actual régimen. Ortega ha luchado por atar a la población a su propio destino, pero el Frente Sandinista decidió atar su destino al destino de Ortega, no tiene más vida que la vida que tenga el propio Ortega. Y eso para los nicaragüenses es una buena noticia, porque desapareciendo Ortega y su régimen también desaparece el sandinismo en Nicaragua, lo cual es una excelente noticia para los nicaragüenses debido a lo que vino siendo el Frente Sandinista para Nicaragua durante todos estos años.
El principal problema del país, para la población, sigue siendo el desempleo y la falta de trabajo en un 31% y el 33% dice que no les alcanza para comprar alimentos ni productos básicos. Eliseo decía hace un momento que el régimen no le ofrece ninguna salida a la gente, pero ¿quién le ofrece una alternativa a la población? ¿La oposición política, el sector privado, otros sectores?
José Antonio Peraza en una de las preguntas aparece que hay un 75% de la población que no tiene partido, que no tiene referente político, que le puede ofrecer una alternativa a Ortega. En la medida en que la oposición logre conformar un grupo homogéneo, donde donde converjan todas las tendencias, por lo menos la gran mayoría, eso va a tener un nombre y va a tener un apellido y, por lo tanto, la gente va a empezar a migrar a esa opción política donde van a haber unos liderazgos importantes. Un dato muy importante de los cuadros que vos citas, es que la corrupción aparece como un tema muy importante. Desgraciadamente yo estuve preso dos años y no le he dado continuidad a ese proceso, pero definitivamente antes la corrupción no era un problema que aparecía en las encuestas y ahora claramente aparece en segundo lugar el tema de la corrupción. Entonces, primero aparece el desempleo y después la corrupción. Y el problema político aparece con un 9%, si no recuerdo mal, ¿qué quiere decir?, que básicamente, entre el desempleo y la corrupción, que gran parte de la población ve ese desempleo producto de la mala gestión, de la corrupción y de la incapacidad del gobierno, hace muy difícil que Ortega pueda retomar su caída ante la población.
La corrupción y la Policía
En efecto, la corrupción aparece como el segundo problema en orden de importancia en el país y cuando le preguntan directamente a la gente sobre esto, el 56% dice que la corrupción ha aumentado en los últimos seis meses y el 23% dice que se mantiene igual. ¿A quién afecta la corrupción? ¿Dónde está concentrada la corrupción gubernamental?
Eliseo Núñez: Es que ya es la norma en Nicaragua la corrupción. Ya no solamente es cuando vas a hacer un trámite en alguna ventanilla estatal, sino que ya tiene que ver con que si andás en una bicicleta y la Policía te detiene y te pide, que si simplemente necesitas alguna carta para hacer una gestión pública también te piden coima el CPC, que si vas a los servicios de agua, luz, te roban también y ahí también te piden coima para solucionar las cosas. Entonces, ya no es un tema de que se estén robando los contratos, de que estén asignando obras o contrataciones y haciendo rico a unos pocos empresarios, ya es un tema generalizado. De hecho, parte de la reforma que se hace en la Policía, es precisamente para darle el poder político a la Policía, que es la que lo tiene ahora en los departamentos. Y ese poder político es un poder político corrupto, donde la Policía, básicamente con los salarios bajos que tiene, va a complementar su ingreso con todo lo que pueda quitarle al ciudadano común. No estamos hablando del opositor, estamos hablando del ciudadano común, que la policía le va a arrebatar cualquier cosa. En Nicaragua si vos tenés un accidente de tránsito, por muy pequeño que sea, la Policía lo va a magnificar para tratar de sacar dinero a las dos partes. Y si una de las partes es del gobierno, entonces seguramente va a dividirse lo que saquen entre el que es partidario del gobierno y la Policía, lo que extorsionen al otro.
Es el tema de la Policía que está mencionando no lo aborda la encuesta, la encuesta se hizo a mediados de junio y la reforma de la Policía apareció esta semana, pero uno de los énfasis de esa reforma es establecer sanciones, cárcel contra policías que quieren darse de baja o que se van de la institución policial.
José Antonio Peraza: Yo estuve en la cárcel, y te puedo decir que la mayoría de los policías no estaban de acuerdo con nuestro apresamiento. Y durante nuestro encarcelamiento, varios de ellos viajaron a España, pidieron su baja o se fueron a Estados Unidos. Por ejemplo, yo recuerdo que a los pocos días, como a la semana o dos semanas de estar en la cárcel, una muchacha se acercó y me dijo a mi de manera personal: “ustedes no son culpables de nada y yo no sé porqué ustedes están aquí”. En otras palabras, dentro de la Policía hay muchísima claridad de la injusticia, de la manipulación y de la explotación que sufre el policía de base, porque los hacen trabajar durante 36 horas y no tienen ninguna prerrogativa que los puedan satisfacer. En otras palabras, Ortega desconfía de su propia Policía represora como institución y desconfía de muchos de los miembros de esa Policía. Por lo tanto, para meterlos en miedo, para tener un mecanismo para presionarlos, para que no se rebelen o para que no expresen su malestar está pasando todas estas reformas a la Constitución y a la Ley de la Policía para tener mayor control de su propia policía represora
Los medios independientes y el monólogo oficial
Hay tres preguntas en la encuesta que están relacionadas con la libertad de prensa y el ámbito de la comunicación. El 67% dice que en Nicaragua no hay libertad de prensa y el 57% dice que tiene temor de hablar con los medios independientes, que prácticamente están todos en el exilio, y sin embargo, estos medios son una de las principales fuentes de información confiable para la población.
Eliseo Núñez: Realmente la gente comenzó a apreciar lo que es la libertad de prensa en los 16 años de la torpe democracia que tuvimos, durante 16 años. Y aunque no se concluyó lo que fue la transición, sí se vivieron momentos de muchísima libertad y estos momentos de muchísima libertad la gente los aprecia. Entonces, el miedo a dar declaraciones, a hablar de política, es transversal en Nicaragua, es de toda la población. Sin embargo, no le creen a los medios del régimen y esto es una apuesta contra el tiempo, porque el régimen trata con esto, y lo comenzó desde el 2007, de tener una sola voz en el tema de comunicaciones. Esa sola voz en el tema de comunicaciones es para tratar de dar una sola narrativa y tratar de dar una sola indicación. Y hasta el momento esa batalla la han perdido. A pesar de que la gente tenga miedo a hablar de política, no les cree. Y la mejor prueba de que no les cree, es lo que dice esta encuesta. Son los medios de comunicación independientes los más creíbles. Los periodistas que son líderes en estos medios son los más creíbles. Entonces, esa batalla es una batalla que la están perdiendo claramente.
A pesar de la censura y de la persecución contra la prensa independiente y contra la gente que brinda información a la prensa independiente, tres periodistas independientes en el exilio —encabezados por Lucía Pineda— encabezan la lista de los periodistas con mayor credibilidad y en el último lugar de este ranking aparece el principal propagandista del régimen ¿Qué tan exitoso puede ser el régimen para imponer su narrativa oficial?
José Antonio Peraza: Yo creo que no tiene ningún éxito porque, controla prácticamente a lo interno de Nicaragua todo el discurso que se manda a la población y sin embargo no tienen mayor credibilidad. Además, la gente ve los canales del gobierno como simple y vulgar propaganda. ¿Quiénes son los que han adquirido una gran relevancia? Los medios de comunicación que tuvieron que marchar al exilio, que han sufrido la represión y que han utilizado técnicas muy innovadoras para poder hacer un periodismo de alta calidad con muy pocos recursos. Y te cito a un funcionario del gobierno de los Estados Unidos que me dijo: “Estoy sorprendido con la gran calidad del periodismo que se está produciendo en Nicaragua, prácticamente con las uñas”. Eso demuestra que es un periodismo de garra y eso es lo que le gusta al pueblo de Nicaragua. La gente que no se deja vencer, que continúa trabajando a pesar de la represión y a pesar de todas las maniobras que hace el régimen para que el pueblo de Nicaragua no sea informado de la verdad de lo que está sucediendo.
Por último, hay dos preguntas sobre el monopolio que ejercen Daniel Ortega y Rosario Murillo sobre los medios de comunicación a través de las cadenas que imponen cotidianamente. Pero el 55% dice que nunca escucha las cadenas de televisión y radio de Daniel Ortega y el 53% dice que nunca o casi nunca escucha el monólogo diario de la vicepresidenta Rosario Murillo, ¿quién escucha a Daniel Ortega y Rosario Murillo?
Eliseo Núñez: Hay un número que hay que fijarlo bien, porque ese es el número real del sandinismo y del orteguismo combinado, es el 26%. Cuando vos ves la otra cara de este 55 y 53, los que siempre escuchan, los que dicen que Nicaragua va bien, los que escuchan a Rosario, los que están ahí, es aproximadamente entre el 26 y el 27%. Ahí es donde se ha reducido, a sea 11 puntos aproximadamente por debajo de lo que ha sido históricamente el el voto del sandinismo. Y esa es la razón por la que Ortega no está dispuesto a ceder nada que tenga que ver con temas electorales. Hoy, como lo hemos repetido, el 26 no existe. No hay por qué hacer cálculos con él, porque Ortega sabe que lo único que tiene es este 26%, que la población no lo estoy viendo y se ha venido reduciendo. Lo otro, que en otras encuestas hemos visto cuando las abrimos en la parte etaria, es que el sandinismo está envejeciendo. Es decir, ese 26% pertenece a los segmentos más envejecidos de la población, el que vivió la revolución y no ha querido salir del sueño que tuvo en el 79 y que sigue ahí ese guerrillero, ese que tuvo un familiar que murió, ese es el que realmente apoya al sandinismo ahora, personas que hoy superan los 60 años en su gran mayoría, lo cual dice que ha sido un fracaso enorme el tema de que la juventud está con ellos. Eso tampoco está sucediendo, y puede movilizar jóvenes, pero como decíamos nosotros en los años 80, el apoyo a la revolución llega hasta que le tenés que dar leche y comida a tus hijos. Cuando te das cuenta que la economía no funciona, ahí paran las cosas. Y eso es lo que va a pasar también con toda la JS que anda en la calle, cuando les toque ir a buscar un trabajo de verdad y tener que alimentar a una familia no van a tener mucho más que hacer.
Y sin embargo, aún con esa base política deteriorada y reducida, de ese apoyo que podrá ser del 13% que dice que tiene simpatía por el partido o del 20%, que dice que va por el camino correcto, con esa minoría y con el apoyo y el control de la Policía, de los paramilitares, del Ejército y del aparato del Estado, se mantiene en Nicaragua el régimen imponiendo un Estado policial. ¿Puede sostenerse indefinidamente?
José Antonio Peraza Lo que pasa es que si tenés las armas podés imponer tu discurso, podés imponer tu narrativa. Eso lo hemos visto en otras ocasiones. En el 79 Somoza se veía invencible y, sin embargo, de repente se viene una marea que acabó con él en cuestión de meses. Y yo creo que eso pasó en el 2018. Ortega sobrevivió debido a la brutal represión. Básicamente, si nosotros quisiéramos sintetizar esta encuesta en dos o tres conceptos básicos, yo diría que hay dos tercios de la población que rechazan totalmente a Ortega, un tercio que siempre ha sido condescendiente con el sandinismo y con Ortega, pero ese tercio se ha ido reduciendo, varía, unos dicen que se ha reducido un 10%, otro un 15%, otros 9%, pero definitivamente Ortega no va a subir en ese ranking en las condiciones que está, mucho menos cuando no reciba —porque desgraciadamente ha recibido gran ayuda que le ha permitido sobrevivir y administrar y que también es un producto de la misma migración, ha tenido una duplicación de las remesas que permiten que el país siga por lo menos con cierta estabilidad— pero eso algún día terminará y los jóvenes se van a preguntar ¿qué futuro me espera a mí con un gobierno de este tipo, con dos ancianos dispuestos a permanecer en el poder y además de heredarse entre ellos y después a sus hijos? Yo creo que es muy difícil que Ortega pueda construir una narrativa o un discurso que enamore y que le dé esperanza a los jóvenes. Por lo tanto, en algún momento este sistema va a colapsar por envejecimiento y por falta de esperanza. No veo otro camino.