15 de abril 2024
En los próximos cuatro meses, hay cuatro elecciones presidenciales en América Latina, la primera es el próximo 5 de mayo en Panamá, seguida de República Dominicana el 19 de mayo, y el 2 de junio en México. “Finalmente, el 28 de julio veremos qué tipo de elección va a haber en Venezuela”, dice el politólogo Daniel Zovatto, Global Fellow del Wilson Center, quien lleva el pulso electoral de la región.
En una entrevista con Esta Semana y CONFIDENCIAL, Zovatto analizó la “incertidumbre” que rodea las elecciones en Panamá, en la que la Corte Suprema de Justicia debe fallar en los próximos días un recurso por inconstitucionalidad contra la candidatura de José Raúl Mulino el favorito en las encuestas, sustituto del expresidente Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua y condenado por corrupción por la justicia, y por tanto inhibido de participar en la elección.
Zovatto analizó la crisis diplomática entre Ecuador y México, en la que Ecuador hizo algo “injustificable y condenable” al violar la Convención de Viena con el asalto a la Embajada de México, pero insistió en que varios países de América Latina, entre ellos Nicaragua y México “han desnaturalizado el asilo político al otorgarlo a delincuentes procesados o con condena en firme por delitos comunes”.
“Es un descarado cinismo ver al dictador de Nicaragua rasgándose las vestiduras, diciendo que él rompe relaciones diplomáticas (con Ecuador) porque se ha violado la Convención de Viena”, dijo Zovatto, y advirtió que hay una crisis global, en la que Ecuador, Rusia, Israel y otros países “están mermando las normas del derecho internacional público, y la capacidad que tienen las Naciones Unidas”.
Elecciones en Panamá: “inédita”, “incertidumbre”
Las encuestas proyectan como favorito en Panamá a Raúl Mulino, el candidato del expresidente Ricardo Martinelli, que está asilado en la Embajada de Nicaragua en Panamá, condenado por corrupción, tiene 15 puntos de ventaja sobre otros tres candidatos que están empatados en segundo lugar, ¿esta es una tendencia irreversible?
La elección de Panamá, si hay una palabra que la define es inédita y la otra palabra es incertidumbre, porque nunca habíamos tenido una elección con estas características, no solamente en Panamá, sino en América Latina, y casi que diría a nivel mundial. Es una elección donde quien venía liderando las encuestas, el expresidente Martinelli, que ha sido condenado con sentencia en firme a 128 meses de cárcel, para evitar la cárcel se asiló en la Embajada de Nicaragua.
Desde la Embajada de Nicaragua, él sigue haciendo proselitismo, sigue muy activo en la campaña electoral y quedó en su lugar, porque él fue inhabilitado correctamente por el Tribunal Electoral, el artículo 180 de la Constitución Política panameña establece que no puede ser candidato a ningún puesto de elección popular, y queda en su lugar Mulino. El problema es que Mulino tampoco está seguro de que vaya a poder llegar hasta el final de la campaña electoral, porque han interpuesto un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia, la Corte está precisamente en este momento recibiendo opiniones a favor y en contra de esa candidatura, ese periodo cierra el 19 de abril a las cinco de la tarde, y luego la Corte va a ver en qué momento, si es que antes de la elección del 5 de mayo o después se va a pronunciar, pero tampoco está claro cómo se va a pronunciar, así que hay un gran nivel de incertidumbre, el candidato que está liderando claramente en las encuestas podría correr el riesgo de ver interrumpida su campaña electoral y su candidatura.
¿Cuál es el fondo del reclamo que se ha presentado en contra de Mulino, y qué impacto tendría en caso de que la Corte Suprema de Justicia lo inhabilite? ¿Afectaría esto la credibilidad democrática de esta elección? Porque también es inédito que un candidato sea inhibido dos semanas antes de la elección.
Incluso podría ocurrir pocos días antes, o sea, con un plazo mucho más cercano a la elección. La incertidumbre es una buena noticia en las elecciones, porque siempre es bueno que haya certeza en las reglas e incertidumbre en los resultados. El problema es que aquí hay incertidumbre, no solamente respecto a los resultados, sino respecto de quiénes pueden ser los candidatos que finalmente van a competir, hasta último momento.
El recurso de inconstitucionalidad presentado ante la Corte Suprema de Justicia de Panamá dice que la decisión que tomó el Tribunal (Electoral) de inhabilitar a Martinelli fue correcta, pero la decisión de designar a Mulino como suplente de Martinelli ha sido incorrecta porque ha violado algunos artículos del Código Electoral, algunos sostienen de que Mulino, al haber sido él, el candidato a vicepresidente y haber subido como candidato presidencial, no tiene un candidato a vicepresidente, y también alegan de que Mulino no fue electo en elecciones internas, como debió haber sido de acuerdo al Código Electoral. Ahí hay tesis a favor y en contra, pero acá el riesgo es de una judicialización del proceso electoral a escasos días de la elección que realmente genere no solamente una crisis política sino también una crisis jurídica.
Al margen de ese tema, que es el asunto de fondo ¿cómo se explica el apoyo político que tiene el candidato de Martinelli, que es un expresidente acusado y condenado por corrupción?
Desde el punto de vista de Martinelli, el lema es una vieja frase latinoamericana, lo que se llama: “roba, pero hace”. O sea, en la imagen de mucha gente en Panamá está un expresidente como Martinelli, que durante sus cinco años hizo muchas obras, fue muy activo y los otros dos presidentes que vinieron después, el expresidente (Juan Carlos) Varela y el actual presidente (Laurentino) Cortizo, han salido con bajísimos niveles de popularidad. Además, a esta Administración le tocó la pandemia, este es un presidente, Cortizo, muy desgastado. Entonces, Martinelli no era el candidato de la mayoría, lo que pasa es que el nivel de fragmentación de las otras candidaturas es tan grande, son otros siete candidatos, además de lo que era Martinelli, ahora Mulino, que claramente han ido dividiendo mucho el voto.
Esta es una elección que se define en primera vuelta y, por lo tanto, cada voto cuenta, y entonces vos con 30, 32, 33% de votos, podés ganar una elección aun siendo minoría, como ocurrió la vez pasada con Cortizo. Lo que hace, a su vez, muy especial el proceso electoral panameño es que todo se define en la primera vuelta y, a su vez, que el segundo lugar no está ocupado por un candidato con el cual eventualmente vos podrías polarizar, sino que hay un triple empate de momento entre Rómulo Roux, el expresidente Martín Torrijos y Ricardo Lombana y a su vez hay un 27% todavía de indecisos, así que estas tres semanas a partir de este fin de semana van a ser cruciales en Panamá, plagado de incertidumbre de todo tipo.
El futuro de Martinelli atado a las elecciones
Hay dos posibles desenlaces, si la Corte Suprema de Justicia decide inhabilitar a Mulino, la elección se definiría entre alguno de esos tres candidatos que has mencionado, pero si la Corte dice que no y Mulino sigue corriendo, pues probablemente sería el ganador de esta elección. Esta sería una victoria para Martinelli.
No es tan sencillo ni matemático que si Mulino no puede participar inmediatamente esos votos caerían en alguno de los tres que hoy están en este triple empate sea Rómulo Roux, Martín Torrijos y Ricardo Lombana. Podrían, eventualmente, parte de esos votos llegar a Suley Rodríguez, que es una candidata independiente que viene del PRD y con la cual Martinelli había también tenido una relación cercana. Así que, sí Mulino es descartado, habrá que ver cómo se reacomodan todos esos votos. ¿Cuántos van a la abstención?, ¿Cuántos van a voto nulo? ¿A dónde van, en cada uno de los tres o cuatro candidatos que estamos mencionando? Y a su vez hay que ver qué pasa con ese 27% de votos que todavía son indecisos esos electores que todavía están indecisos.
Hay que estar muy atento a lo que pase, no solamente en la semana que inicia con el lunes 15, la semana que viene, sino lo que pase en la semana del 22 e incluso en la semana del 29, porque esta es una elección de foto finish. Esta es una elección que se va a estar definiendo hasta último momento.
Y en el escenario de que la Corte le da luz verde y permite correr a Mulino, al candidato de Martinelli, que tiene altas probabilidades de ganar. ¿Cuál es el futuro de la justicia en Panamá y también de Martinelli?
Martinelli ha dicho: Mulino es Martinelli y Martinelli es Mulino. Por eso han hecho esta simbiosis muy grande, por lo tanto, cuando la gente ve a Mulino dice —yo al votar por Mulino estoy votando por Martinelli. Y cuando escuchan a Martinelli saben que Martinelli está apoyando claramente a Mulino.
Si llegase a ganar Mulino, que me parece que es uno de los escenarios más probables, no seguro, pero más probable si él no es descartado de la competencia electoral, creo que tiene muchas probabilidades de ganar, habrá que ver qué pasa, un indulto no corresponde porque sería por temas de corrupción, creo que no procedería, la Corte Suprema ya no puede hacer nada porque es una sentencia ejecutoriada y en firme, así que una hipótesis es que si Mulino fuera presidente podría darle el salvoconducto a Martinelli para que deje el país.
Otra podría ser gestionar con la Asamblea Legislativa un acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas para buscar una amnistía no solamente que beneficie a Martinelli, sino a algunas otras personas que puedan estar acusadas o condenadas por los temas, hay varios escenarios. Otra puede ser que haya un rompimiento a posteriori entre Mulino y Martinelli, de momento están muy cerca porque se necesitan ambos, pero acordate que la historia latinoamericana nos muestra cómo (en Bolivia) Evo Morales se está peleando ahora con Luis Arce, cómo (en Ecuador) Rafael Correa se ha peleado con Lenín Moreno, como (en Colombia) Juan Manuel Santos se peleó con Álvaro Uribe, entonces estas relaciones muchas veces, caminan de la mano mientras necesitan caminar, pero después, la verdad, se generan diferencias importantes o incluso peleas importantes, entre ellos.
Existe la posibilidad de que Martinelli pueda recibir un eventual salvoconducto y encontrar refugio en Nicaragua, como lo han encontrado otros expresidentes corruptos salvadoreños y otros líderes políticos. Hay una conexión entre Ortega y Martinelli bastante inusual porque no provienen de identidades políticas semejantes.
La ideología no cuenta, lo que cuenta es un arreglo en el cual Martinelli ha llegado con el dictador Ortega, quizás haya alguna dimensión económica que vale la pena considerar. Hay un elemento fundamental, incluso a la luz de la crisis diplomática entre México y Ecuador, que vuelvo a decir, lo que hizo Ecuador es totalmente injustificable y condenable porque violó groseramente el artículo 22 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961, pero hay un gran pero, no para justificar eso, pero sí para ponerlo en contexto: varios países de América Latina están usando la figura del asilo político regulada en la Convención de Montevideo de 1933 y la de asilo diplomático, regulada en la Convención de Caracas de 1954, de manera totalmente desnaturalizada. Lo hizo Andrés Manuel López Obrador concediéndole asilo a Jorge Glas, que no es un perseguido político, sino que tiene dos condenas por corrupción y lo hizo el dictador Ortega dándole asilo político al expresidente Martinelli en su embajada aquí en Panamá, siendo que Martinelli tiene condena en firme por 128 meses y ambos tratados el de Montevideo y el de Caracas, dicen expresamente artículo uno y artículo tres que el asilo no debe ser otorgado a delincuentes condenados o procesados o con condena en firme por delitos comunes.
Así que lo que ha hecho y sigue haciendo el Gobierno de Nicaragua es una flagrante violación de estos convenios de asilo, pero a su vez agravada, porque como Estado que le da el asilo debe obligar a Martinelli a no emitir comentarios políticos que puedan perturbar la paz interior o que se inmiscuya en los asuntos políticos de Panamá, cosa que le ha reclamado el Ministerio de Relaciones Exteriores panameño y el Gobierno dictatorial de Ortega ha hecho caso omiso y le está permitiendo a Martinelli participar activamente, y esto también tiene que ser analizado en el marco de la OEA, y esto también tiene que ser analizado en el marco de la CELAC, porque da realmente repulsión.
El “cinismo” de Ortega como política exterior
Hay un precedente anterior de impunidad, Ortega ahora se rasga las vestiduras y dice rompió relaciones con Ecuador en defensa del derecho internacional para rechazar la toma de la Embajada de México en Ecuador. Pero, en 2022 la dictadura de Ortega con la Policía se tomó la sede de la OEA en Nicaragua, hubo una condena diplomática, pero eso no tuvo mayor trascendencia. ¿Qué relevancia tiene esta incursión de Ortega en la crisis regional?
Es un descarado cinismo, ver a este dictador que ha asesinado a 325 muchachos en abril de 2018, que ha confiscado todo lo que podía confiscar, que ha perseguido de manera salvaje a través de un Estado policial, que tiene prisioneros políticos, que tortura, que ha cooptado todos los poderes y que te ha desnacionalizado y a otros 317, que se ha robado las elecciones de noviembre de 2021, salir a hablar en defensa del derecho internacional público. Esto, junto con lo que hoy están haciendo Díaz-Canel y Maduro, es de un descaro absoluto.
En la región ha venido reinando la impunidad y sobre todo en el caso de Ortega, a Ortega se le ha permitido y se le sigue permitiendo un montón de cosas; y esto ha ido generando que las líneas rojas que antes estaban bien establecidas entre lo que era correcto o lo que era incorrecto, se han ido desdibujando y estamos comenzando a tener este tipo de violaciones. Lo de Ecuador es injustificable y es una violación grosera, pero no es la primera violación, y además algunos de los defensores que respeten la norma del derecho internacional público, en el caso particular, la dictadura de Ortega realmente es de un descarado cinismo, da vergüenza escuchar a este personaje rasgándose las vestiduras diciendo que él va a romper relaciones diplomáticas porque se ha violado la Convención de Viena.
Ecuador, Ucrania, Gaza: una crisis global
El primer evento electoral va a ocurrir el próximo domingo en Ecuador, en el cual el presidente Noboa se va a someter a una consulta nacional sobre su política de seguridad. La incursión que hizo la Policía ecuatoriana por órdenes de Noboa en la embajada Mexicana, bajo el alegato de que estaba previniendo una fuga de este prófugo de la justicia, asilado político por México, ¿tiene alguna motivación electoral frente a esta consulta?, ¿qué impacto puede tener?
Lo que hizo el presidente Noboa es totalmente incorrecto, injustificable, es una grosera violación de la Convención de Viena. Pero el problema que estamos viendo en América Latina es que se ha venido desnaturalizando la utilización del asilo político. Creo que Noboa en su cálculo dijo —Si Glas de alguna manera se me escapa, de cara a una consulta popular y un referéndum donde uno de los temas fundamentales no solamente es la lucha contra la inseguridad, el crimen organizado y el narcotráfico, sino también la lucha contra la corrupción—, iba a quedar muy mal parado, y entonces en su análisis, presumo, no tengo conocimiento a ciencia cierta, pero dijo —entre ganarme un problema hacia afuera y ganarme un problemón hacia adentro, prefiero ganarme el problema hacia afuera. Además, por una cuestión básica, esta es una presidencia muy corta que tiene Noboa. En Ecuador, hay elecciones presidenciales en febrero del año que viene porque esta era una presidencia corta para cumplir el término que no pudo terminar el expresidente Guillermo Lasso.
En mi opinión esto le va a beneficiar a Noboa, me parece que además del costo externo que está pagando y del costo interno que está pagando, porque Revolución Ciudadana, la fuerza política de Correa obviamente ha roto todo tipo de relación y va a pegarle muy duro del punto de vista político, pero creo que con la popularidad que tenía y que quizás ha disminuido un poco, le alcanza para ganar esta consulta popular y este referendo. Y si él gana, creo que sale con oxígeno bastante importante para ir a la campaña presidencial de cara a las elecciones febrero de 2025.
Entonces hay que mirarlo no solamente del punto de vista de política exterior, sino también de política interna. Pero vuelvo a decir, y perdón que lo repita tanto, lo que hizo Noboa es totalmente injustificable y condenable, pero no es la única violación, estamos viendo violaciones permanentes en la región.
Hay que recuperar el consenso que teníamos en defensa de la democracia, las elecciones con integridad, el respeto a los derechos humanos y el respeto a las normas del derecho internacional público, sea quien sea, porque también estamos viendo este problema a nivel internacional.
Fíjate vos que Rusia invade Ucrania y el Consejo de Seguridad no pudo operar por el tema del veto de los rusos, Israel toma control de la Franja de Gaza, viola flagrantemente todas las normas del derecho internacional humanitario y no pasa mayor cosa, terminan bombardeando el consulado iraní en Damasco y la verdad que no pasa mayor cosa. Entonces lo que estamos viendo, no solamente en nuestra región sino a nivel global, es que las normas del derecho internacional público, el derecho internacional humanitario y la capacidad que tienen las Naciones Unidas están mermando y esto es un llamado fuerte de atención.