7 de noviembre 2016
El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un fuerte comunicado tras los comicios generales de Nicaragua, celebrados este seis de noviembre y en los cuales la abstención alcanzó el 70%, según la oposición ilegalizada por el gobierno del comandante Daniel Ortega.
“Estados Unidos se encuentra profundamente preocupado por el proceso viciado de elecciones presidenciales y legislativas en Nicaragua, que impidió toda posibilidad de realizar elecciones libres y justas”, refiere la comunicación firmada por la oficina del portavoz del Departamento de Estado.
La jornada de este domingo registró una baja afluencia de votantes, pese a que el Consejo Supremo Electoral cifró el mediodía de este lunes la participación en 68.2%. El magistrado presidente Roberto Rivas dijo que registró 2 millones 488 mil 199 votos válidos ante un padrón electoral "activo" de 4.3 millones de personas, lo que equivaldría a una participación del 55.% y 45% de abstención. Pero Rivas adelantó que el padrón "real" sería de 3.8 millones de personas, y por tanto el estimado oficial de participación es mayor del 65%.
Importante comunicado del @StateDept sobre las #elecciones de #Nicaragua en https://t.co/7dsyFPetLq
— Chargé d'Affaires Kevin O'Reilly (@USAmbNicaragua) November 7, 2016
El Departamento de Estado consigna que el gobierno del comandante Ortega “excluyó a los candidatos de la oposición para la presidencia, limitó la observación electoral nacional en los centros de votación y el acceso a las cédulas para votar, y tomó otras medidas para negar el espacio democrático en el proceso”.
A juicio del Departamento de Estado, la decisión de Ortega de no invitar a observadores internacionales independientes socavó aún más la legitimidad de las elecciones.
“Seguimos presionando al Gobierno de Nicaragua para que respete las prácticas democráticas, incluyendo la libertad de prensa y el respeto a los derechos humanos universales en Nicaragua, conforme a las obligaciones que nuestros países comparten bajo la Carta Democrática Interamericana”, asegura el Departamento de Estado.
La invocación de la Carta Democrática se da en medio del diálogo que la administración sandinista mantiene un diálogo con la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque todavía no se conocen los alcances de estas conversaciones.
En el Senado de Estados Unidos está en tubería la iniciativa conocida como NicaAct, que de aprobarse impondría sanciones económicas al gobierno de Ortega, aunque es poco probable que el debate parlamentario se lleve a cabo este año.