25 de enero 2021
En Nicaragua ya se habla de “rostros presidenciables” y postulaciones para las elecciones previstas en noviembre, aunque aún no han sido convocadas. Varios han empezado a manifestar —o no descartar— públicamente su interés de representar al movimiento que pretende derrotar a Daniel Ortega en las urnas. A pesar que hasta el momento no hay reformas electorales que garanticen una contienda justa, opositores creen en la necesidad de “formar una plataforma” desde ahora. Para ello, los aspirantes deberán someterse a un proceso que tiene la misión de extirpar, según ellos, la vieja costumbre del “dedazo”.
¿Cómo será ese mecanismo al que cualquier aspirante de los bloques opositores se someterá? La oposición, antes, tiene pendiente concretar su accidentado intento de unidad y, además, hay varios aspectos por afinarse, y otros prefieren evitar el tema.
En la Coalición Nacional (CN), en esencia, afirman que se busca que las candidaturas “puedan ser legitimadas por la población” y los movimientos que lo conforman, comenta Guillermo Incer, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que a su vez es integrante de la CN.
En la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, en cambio, sostienen que es un tema pendiente a consultarse en el pleno. Tampoco hubo comentarios sobre si el proceso incluiría alguna dinámica con el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), con el que días atrás anunciaron el inicio de un “acercamiento”.
Consenso, primarias y debates para elegir candidatos a diputados
Los grupos opositores que hablan al respecto, aseguran que desean vivir, por el momento a lo interno, una fiesta democrática. Para esto, en la Coalición, cada uno de los siete movimientos que la integran deberá elegir a uno o tres aspirantes presidenciales. En el caso de la UNAB, se llevará a cabo una primaria en la que se definirá a un candidato único. Incer explica que habrá dos etapas en este proceso: en una se escogerá a un postulante para la Presidencia, y en otra a los candidatos para diputaciones.
“Cualquier organización de la Unidad puede postular candidatos para cualquiera de esos cargos de voluntad popular”, explica. El único requisito es que pertenezcan al movimiento. Pero también hay una serie de “criterios”, como que no tengan antecedentes de corrupción, violencia, o vínculos con el régimen de Ortega. Además, que pueda contar con el apoyo de diez organizaciones dentro de la UNAB.
“Esperamos tener la candidatura presidencial lista a finales de febrero, principios de marzo”, calcula Incer. “Nosotros nos estamos preparando para competir con las demás organizaciones de la Coalición. Nos oponemos rotundamente a los dedazos, estamos dispuestos a participar en un proceso competitivo de elecciones primarias y ojalá con todas las organizaciones de oposición que no quieren estar”.
Existen una serie de criterios que son “ideales” para una candidatura en este movimiento. Uno de ellos es que sea competitiva de forma externa a la Unidad, con credibilidad internacional. “Si bien es cierto que dentro de la Unidad hay muchos liderazgos valiosos, estamos conscientes que para ese tipo de contienda tenemos que escoger con los pies sobre la tierra”, reafirma.
Los “presidenciables”, al menos del ala de la Coalición y la UNAB, tendrán que someterse a este proceso que todavía espera ser lanzado y pulido. Fuentes dentro de la CN han dicho que están trabajando en consultas y asesoría internacional para definir asuntos de forma. En un contexto represivo, como el que ha impuesto la Policía Nacional en los últimos meses al prohibir reuniones de opositores, la organización interna “será clave”.
La propuesta de candidaturas presidenciales dentro de la UNAB también puede venir desde los movimientos que la conforman o de forma individual. Tamara Dávila, integrante de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), asegura que no van a proponer a un candidato presidencial para las primarias, pero sí para sí para las diputaciones.
La otra mitad del camino en la selección
En Nicaragua, las elecciones presidenciales y del Parlamento deberían realizarse el siete de noviembre de 2021, pero no se ha anunciado el calendario electoral ni hay reformas electorales. El país sigue expectante ante estos temas pendientes, que serán definitorios durante los próximos meses. Los opositores reconocen las reglas del actual juego. “Nosotros no estamos pensando en participar en unas elecciones de cualquier tipo, para que quede claro”, recalca Incer. “No vamos a escoger nuestra candidatura para ir por la libre”.
A diferencia del proceso de la UNAB, que tendrá un “colegio electoral” con sus miembros, la Coalición quiere apostar a “sumar a la ciudadanía” no afiliada a ser parte del proceso, a través de un mecanismo que no está del todo definido. Además, “se está pensando que también puedan participar en el proceso de selección formal de la CN, personas que no sean miembros activos de las organizaciones”, explica José Pallais, miembro de la Coalición Nacional. Esto tiene el fin de conformar una plataforma amplia, donde puedan ser “invitados” organizaciones como la Alianza Cívica y el partido CxL, quienes el 13 de enero anunciaron su unión para impulsar una “alianza”.
“Se está trabajando, hay personas que están intermediando con ellos, tratando de persuadir, de convencer para que sea factible”, señala el opositor.
En un acuerdo de seis puntos, la Alianza Cívica y CxL abogaron por una coalición opositora “amplia e incluyente que una a ciudadanos, organizaciones y sectores alrededor de una propuesta de Gobierno con visión de nación”.
El vehículo del candidato
Por otra parte, la CN tiene dentro de sus filas al Partido Restauración Democrática (PRD), en el cual, Miguel Mora aspira a una candidatura. Saturnino Cerrato, presidente de dicho grupo político, asegura que el político y exdirector de 100% Noticias tiene el visto bueno de los doce miembros de la Junta Directiva del partido.
Desde entonces han surgido dudas si el PRD, quien cuenta con personería jurídica, correrá solo con su candidato o se someterá al proceso de la Coalición y cederá su casilla al ganador.
“De momento es el único carro en que puede correr la Coalición. Y nosotros, que nos hemos definido por la Coalición, hemos sometido a nuestro candidato (Miguel Mora) al proceso orientado por los asesores internacionales. El que gane ese proceso será el candidato de la Coalición y correrá en nuestra casilla”, afirmó Cerrato, quien fue candidato presidencial en 2016 por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN). “El PRD seguirá en la Coalición hasta el final”, asegura.
Los planes de la CN son ambiciosos, pues contemplan al bloque Alianza Cívica-CxL, que desea impulsar su propia plataforma electoral. Por el momento, la unión y el consenso entre estas fracciones no están definidas.
“No queremos que este proceso se vaya armando en dos polos, no queremos una candidatura de la Coalición y otra por otro lado”, agrega por su parte Dávila. Mientras tanto, el tiempo apremia aun sin fechas ni calendarios oficiales.