12 de enero 2021
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, valoró que las elecciones generales de noviembre próximo son "otra tarea que hay que atender" para "garantizar la continuidad" de su Gobierno, que esta semana arribó a los 14 años consecutivos con un país polarizado y en recesión económica.
Durante un discurso de una hora y treintaisiete minutos, el mandatario no dijo nada sobre la demanda nacional e internacional de reformas electorales que garanticen elecciones libres, transparentes y observadas. Actualmente, Ortega y su familia ejercen un control absoluto sobre el Consejo Supremo Electoral (CSE) y han creado un entramado de leyes punitivas para inhibir a la oposición organizada tras la Rebelión de Abril de 2018.
Ortega —inclusive— dio por hecho la continuidad de su régimen y llamó a los empresarios del país a "un gran diálogo nacional" después de las elecciones generales, con el objetivo, dijo, de "construir en nuevas condiciones la gran alianza que logramos construir en esa primera etapa y que se derrumbó". En 2018, el sector privado rompió con el Gobierno una alianza de más de una década que fue calificada como un sistema corporativista autoritario.
El mandatario, quien ha sido el único candidato presidencial en la historia del Frente Sandinista, llamó a la "unidad" de los nicaragüenses de cara a "una nueva etapa de esta revolución" que, subrayó, estará basada en "la reconciliación, del entendimiento, y de la paz".
También, Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Ortega, exigió "respeto" al proceso electoral que se avecina y llamó a los nicaragüenses a no permitir que "agentes foráneos intenten decidir por nosotros".
Hablan de "política de respeto"
Minutos antes, Ortega pidió al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, mantener "una política de respeto y de entendimiento" hacia Nicaragua. Sin embargo, aprovechó para criticar el sistema electoral estadounidense.
A juicio de Ortega, el asalto al Capitolio de Estados Unidos, ocurrido el pasado seis de enero, es una muestra de que "el sistema electoral de Estados Unidos demanda de reformas profundas” y señaló que "tiene un sistema que lo instalaron cuando tenían poca población blanca y muchos esclavos… Ahí no se respeta el principio del derecho al voto de los ciudadanos".
"Imaginémos aquí (en Nicaragua) que aprobemos una reforma electoral donde se diga que no va a decidir el voto de la mayoría de los ciudadanos en una elección, sino que son los delegados de acuerdo a población de cada departamento del país. Eso no tiene nada de democrático", razonó.
Reprochó que Estados Unidos haya vendido "la idea de la perfecta democracia, cuando realmente es una dictadura, una dictadura bipartidista que está determinada por el poder económico, por el poder de grandes empresas, que son las que se encargan de fabricar cañones, medios aéreos, todos en función de la carrera armamentista".
Daniel Ortega receta cadena perpetua para "terroristas"
Aunque el Ortega dedicó la mayor parte de su discurso para criticar a Estados Unidos y recitar versos de Rubén Darío, finalmente el mandatario dejó claro que la aprobación de la reforma constitucional para establecer cadena perpetua en Nicaragua, que será ratificada en las próximas semanas en la Asamblea Nacional, es una medida para "castigar" lo que su régimen califica como "actos de terrorismo".
Cuando el Gobierno envió la iniciativa para establecer la cadena perpetua en Nicaragua aseguró que era para castigar "crímenes de odio", argumentando los femicidios a menores de edad. Ahora, sin embargo, Ortega habla de "terrorismo", cuando su Gobierno ha acusado, procesado y condenado a decenas de opositores que participaron en la Rebelión de Abril por ese supuesto delito.
Entre 2018 y 2019 el régimen de Ortega condenó a centenares de manifestantes por el delito de terrorismo, quienes fueron golpeados y torturados en el Sistema Penitenciario Nacional, según corroboró la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) antes de haber sido expulsada del país en diciembre de ese año.
Según Ortega, los actos de terrorismo y los crímenes de odio "no se pueden volver a repetir en este país". Aseguró que "por terrorismo en Europa aplican pena de muerte, nosotros vamos con cadena perpetua", subrayó el mandatario.
En 2018, "se lanzaron contra una ley, ese fue el pretexto", valoró Ortega, "pero en realidad se lanzaron contra un programa (de Gobierno) que se venía consolidando".