28 de junio 2017
Kitty Monterrey, presidenta del nuevo partido político Ciudadanos por la Libertad, CxL, —levantado sobre las bases del liberalismo del excandidato presidencial Eduardo Montealegre—, expone la estrategia política de esa organización: participar en las elecciones municipales previstas para noviembre, aunque no hayan en el país condiciones que den confianza a los ciudadanos y garantías mínimas de transparencia. Monterrey basa su posición en la presencia de un actor que —dice— cambia el contexto político del país: la Organización de Estados Americanos (OEA), que ha firmado un “memorándum de entendimiento” con el gobierno del presidente Daniel Ortega, que incluye la posibilidad de observar las municipales. “Aquí se trata de ir a las elecciones para poder denunciar, porque solo estando dentro del proceso es que vamos a poder hacer las denuncias, aprovechando, precisamente, esa observación de la OEA para poner más presión internacional sobre las cosas que están mal”, asegura Monterrey, quien, además, proyecta la posibilidad de ganar hasta 50 alcaldías que posicionen a la organización que preside como un movimiento opositor fuerte. En esta entrevista con Confidencial, Monterrey descarta alianzas electorales con la otra organización política opositora a Ortega, el Frente Amplio por la Democracia (FAD) y pide mayor participación política del sector empresarial “para restaurar la democracia en Nicaragua”.
La misión de la OEA que negocia con el gobierno dejó el país hace más de un mes sin que se conozca un acuerdo concreto de cara a las elecciones de noviembre, ¿qué balance hacen ustedes de esta visita de la OEA?
Lo que sé es que suscribieron el memorándum de entendimiento que compromete a ambas partes y del que se desprende un acuerdo de observación para las elecciones municipales. Lo único que nosotros sabemos es que ese memorándum de entendimiento se mantiene vigente, al igual que es vigente el acuerdo para venir a observar estas elecciones municipales.
¿Cuál es la estrategia de Ciudadanos por la Libertad de cara a las elecciones municipales de noviembre?
Participar. Sabemos que no va a ser suficiente una participación de la OEA. Entendemos que esto es apenas un primer paso, que la vía cívica es la que debemos buscar y sería altamente contradictorio el pretender esperar a que cambie toda la estructura de un sistema electoral que está colapsado para poder participar. Nosotros necesitamos estar dentro de lo que hay, luchar contra la dictadura de la forma cívica en que lo hemos venido haciendo; hemos sido consistentes en nuestro discurso, hemos dicho desde el primer momento que la salida es cívica, que teníamos que tener un partido político, no solamente ir a las elecciones para ganar alcaldías, sino que aquí se trata de ir a las elecciones para poder denunciar, porque solo estando dentro del proceso es que vamos a poder hacer las denuncias, aprovechando, precisamente, esa observación de la OEA para poner más presión internacional sobre las cosas que están mal.
Sin embargo hasta ahora no ha habido reformas en el sistema electoral que le ofrezcan a la ciudadanía garantías mínimas de transparencia para participar en el proceso.
Aquí se trata de que cumplan con la Ley Electoral. Si bien es cierto que la ley electoral tiene muchos vacíos, y que requiere mejorarlos, sí especifica cómo se debe conducir una elección y bastaría con que la cumplieran para ya tener alguna garantía. ¡Pero no la han cumplido! La Ley Electoral ha sido violentada desde 2006. Sin embargo, si la observación de la OEA realmente garantiza el cumplimiento a la Ley Electoral, no voy a decir que estas elecciones van a ser perfectas, pero va a ser un primer paso para poder realmente avanzar por una vía cívica para derrotar a Ortega.
Faltan cinco meses para las elecciones municipales, ¿cree que es tiempo suficiente para dar garantías mínimas a los ciudadanos para que se les respete su voto?
Yo creo que sí. Aquí hay dos cosas diferentes: una es la presencia de la OEA, que aunque no vengan con la cantidad de personas que son necesarias para hacer una supervisión adecuada, su sola presencia va a ser suficiente, diría yo, para hacer las denuncias en el caso que haya que hacerlas. Esa presencia de la OEA es sumamente valiosa y la debemos aprovechar. Y, en segundo lugar, tenemos el tendido electoral. Nuestros fiscales y nuestros miembros de mesa están preparados para defender el voto. Tenemos experiencia de once años en esto, no es la primera vez que vamos a un proceso electoral. Te aseguro que estas elecciones son muy diferentes a las elecciones nacionales. En los municipios la gente va a luchar por cada voto depositado, no es así nomás que se va a cometer un fraude en una elección municipal: La gente en los municipios va a defender ese voto hasta las últimas consecuencias.
El grupo político opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) han dicho que no están dispuestos a participar en las elecciones porque no hay garantías mínimas. ¿Miran posible una alianza con el FAD de cara a las elecciones municipales?
Una alianza no es posible cuando tenés dos puntos de vista que son diametralmente opuestos. Unos dicen "no hay que ir a las elecciones", nosotros decimos "hay que ir". Si hubiera una propuesta acompañada de ese "no hay que ir" valdría la pena considerarla, pero no existe ninguna propuesta. Cuando exista una propuesta que realmente tenga la capacidad para derrotar a este gobierno, y sea mejor que la nuestra, por supuesto que podríamos nosotros considerar esa otra propuesta. ¡Pero no existe! La única propuesta que existe en este momento es la vía cívica y tenemos que aprovecharla.
¿Qué resultados políticos esperan obtener después de las elecciones municipales?
El tener 30, 40, 50 alcaldes fortalece no solo los gobiernos municipales, sino la posición de país. Si tenés una oposición en 40, 50 alcaldías —o cuidado que más— cambia totalmente el mapa político: se presenta una oposición fuerte, que es lo que nosotros estamos tratando de construir. Entendemos que este es el corto plazo, entendemos de que este año no van a venir todas las soluciones que nosotros quisiéramos, entendemos que este nos tendría que llevar a 2021, ¿pero cómo se prepara uno para el 2021? Fortaleciéndose como organización, como oposición, con alcaldías.
La disputa del poder en 2021
En 2021 termina el tercer periodo de gobierno consecutivo de Daniel Ortega, ¿tienen un estrategia política de cara al 2021?
El 2021 está lejos. Como comprenderá, tenemos que ir en estos momentos paso a paso. Eso no significa que una vez que concluya este proceso electoral —que veremos cómo sale— no estemos enfocados en fortalecernos más como partido, sobre todo en promover los liderazgos locales, porque nosotros lo que realmente queremos es cambiar la forma de hacer política en todo sentido. Necesitamos que emerjan nuevos liderazgos, necesitamos buscar gente joven, que piense diferente, que realmente sepan que los derechos y deberes ciudadanos son una obligación de todos los nicaragüenses y que todos tenemos que participar si queremos realmente que este país cambie.
¿Considera que en 2021 estará en disputa el poder que mantiene el presidente Daniel Ortega?
No creo que Daniel Ortega quiera soltar el poder así tan fácil. Sin embargo, si la OEA se presenta, si realmente en los próximos tres años — que es el plazo del memorándum de entendimiento— se hacen las reformas necesarias al sistema electoral, si la presión internacional se incrementa, porque tenemos cambios como lo que está sucediendo en Venezuela —que nos sabemos cómo va a terminar—, el mismo gobierno de Trump en Estados Unidos; aquí puede venir una serie de presiones que pueden hacer cambiar las cosas. Pero todo depende de la coyuntura. Nosotros tenemos que ir paso a paso, fortalecernos y estar listos para lo que venga.
¿Qué se requiere para que se forme una opción opositora de unidad que haga frente electoralmente al Frente Sandinista?
Creo que el comportamiento de cada opción, y los resultados que brinde cada una, es lo que va a convencer a la ciudadanía y es lo que nosotros hemos venido tratando de hacer. Creo que hemos mantenido una posición coherente desde el primer día, no hemos cambiado nuestra posición, lo que creo que es muy importante para la ciudadanía. No son creíbles aquellas personas o grupos que un día dicen una cosa y otro día dicen otra. Nosotros avanzamos con los objetivos claros. La aceptación o rechazo de la población va a depender de los resultados y de las acciones nuestras.
Hay un actor muy importante en Nicaragua que es el sector empresarial, que ha mantenido una alianza muy estrecha con el gobierno. ¿Pueden los empresarios jugar un papel para lograr un cambio democrático en el país?
He visto posiciones de los empresarios en cuanto a la institucionalidad, sí ha habido pronunciamientos. No me voy a alzar yo ni en defensa ni en ataques del sector privado, respeto la posición de cada sector. Creo que los empresarios hacen lo que ellos piensan que es correcto para su sector. Sí me gustaría que hubiera mayor participación (política), no lo voy a negar, creo que debe haber estrategias y alianzas con sectores y no necesariamente con organizaciones. Pienso que las alianzas sectoriales son sumamente importantes si queremos ser una oposición fuerte en este país. Habrá que esperar, porque la empresa privada, en algún momento, tendrá que reconocer realmente la importancia del retorno a la institucionalidad y de los grandes problemas que tenemos en Nicaragua. Espero que en el futuro ellos tengan una mayor participación en la parte política, porque realmente nosotros necesitamos restaurar la democracia en Nicaragua y necesitamos el apoyo de todos.