10 de mayo 2021
Cristiana Chamorro Barrios es la única precandidata presidencial de la oposición que no pertenece ni a la Alianza Ciudadana ni a la Coalición Nacional. Su nominación, asegura, se la ha dado “la gente” que coloca su nombre en las encuestas y es por ellos que insiste en la necesidad de la unidad opositora para derrotar a Daniel Ortega, tal como lo hizo su madre Violeta Barrios de Chamorro, en 1990.
Chamorro afirma que tiene claro que “nada se repite en la historia” y que el contexto actual de Nicaragua no es el mismo de hace tres décadas. Sin embargo, valora que la oposición debe “tomar las lecciones aprendidas” y apostar a ganarle a Ortega para evitar que se repitan los fraudes electorales de 2008, 2011 y 2016. Eso solo sería posible a través de “la unidad de las fuerzas políticas” y la elección de “un candidato único”, sostiene.
Chamorro no participa en ninguno de los mecanismos de selección establecidos por los dos bloques opositores, estima que el candidato único de la oposición debe ser escogido en una competencia interna en la que todos los precandidatos compitan bajo “las mismas reglas” y no como se está haciendo actualmente.
En esta entrevista que Cristiana Chamorro concedió a CONFIDENCIAL, durante 12 minutos cronometrados tras los que solo accedió a una pregunta adicional, habla sobre su aspiración a la presidencia, la unidad nacional, el cambio de magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE), el estado de sitio policial que viven los nicaragüenses y su propuesta para sacar a Nicaragua de la crisis sociopolítica en que se encuentra.
La Alianza Ciudadana ya cerró el periodo de inscripción con cuatro precandidatos y la Coalición Nacional oficializó a otros seis precandidatos. Usted no se inscribió en ninguno de estos dos espacios de la oposición, ¿por qué?
La semana pasada dije que no me iba a inscribir en ninguna de las dos fuerzas porque no quiero dividir el voto, que mi propuesta es la unidad. Que ambas organizaciones encuentren un punto de encuentro y que puedan ofrecerle a Nicaragua una casilla única, un solo candidato para derrotar a (Daniel) Ortega. Mi propuesta ha sido derrotar a Ortega.
Pero esta no es una votación general, sino una especie de elección primaria de la oposición, una competencia interna de la oposición.
Es una competencia interna de las fuerzas opositoras que yo respeto, pero propongo que la competencia debería de ser entre todos los precandidatos. Cuando yo dije sí a Nicaragua, firmé un documento de unidad primero, donde todos los precandidatos íbamos a competir en una sola primaria para elegir a un candidato y a ese candidato apoyarlo todos para poder tener unidad.
En las encuestas que se han hecho hasta hoy, hay cinco o seis precandidatos que compiten por la preferencia del electorado, pero ninguno tiene una ventaja abrumadora sobre los demás, ¿cómo se debería escoger al candidato único?
Primero que nada la unidad de las fuerzas políticas y luego un acuerdo entre precandidatos para elegir un candidato único.
Usted no ha participado en ningún debate con los demás precandidatos, ¿estaría dispuesta a hacerlo?
Estaría dispuesta a hacerlo en unas primarias en donde esté respaldada por la unidad nacional, donde esté concretada la unidad, en que todos vamos a participar en las mismas condiciones y por elegir un candidato único.
Unidad opositora
Los dos bloques opositores están escogiendo candidatos en carriles separados, y como ha dicho usted no están en ninguno de ellos ¿su precandidatura sigue vigente?
Yo propuse aceptar una candidatura que logre el consenso de las fuerzas políticas, que podamos ir en unidad nacional, que podamos ir en una sola casilla. Ahorita tenemos dos casillas, vamos a tener dos procesos de precandidaturas, vamos a tener dos candidatos y la desunión no nos va a permitir ganarle a Ortega. La propuesta es que le ganemos, que derrotemos a Ortega y solamente en unidad nacional lo vamos a poder hacer.
¿Qué acciones concretas promueve usted para lograr esa unidad opositora?
Yo me presenté a las dos fuerzas políticas, tanto a la Coalición (Nacional) como al partido CxL (Ciudadanos por la Libertad) para conocer sus requisitos y qué es lo que están haciendo; encontré que entre ellos no han podido llegar a un punto de encuentro para ofrecer una sola casilla. Yo aspiro y propongo que sigan trabajando y lo van a encontrar en su momento. El candidato tiene que salir de la unidad de las dos fuerzas políticas.
Pero si se lograra la unidad opositora después que la Coalición Nacional y la Alianza Ciudadana elijan a sus candidatos, ¿cómo entraría usted en esa competencia, sin haber participado antes?
Mi propuesta no es necesariamente una candidatura o estar en una casilla o en otra, mi propuesta es la unidad y es derrotar a Ortega, no creo que se pueda derrotar en dos casillas.
Pero si los otros diez precandidatos se están sometiendo a un proceso de preselección, ¿cómo entraría en esa competencia?
Se están sometiendo a procesos separados, unos en un proceso que es acordado por Ciudadanos por la Libertad, y el otro es un proceso que es acordado por la Coalición Nacional, ambos deberían de sentarse y acordar las reglas del juego para que todos los precandidatos corran y compitan con las mismas reglas del juego y que de ahí salga un candidato único.
Reforma electoral y nuevos magistrados
Luego del cambio de magistrados electorales ¿es el CSE un árbitro confiable para contar los votos de los nicaragüenses?
Esa elección del Consejo Supremo Electoral es una farsa, es una trampa de Ortega para hacernos caer en un fraude que ya está anunciado. Creo que las fuerzas políticas como nunca tienen que unirse, tenemos que unirnos todos para establecer nuestras condiciones y no las condiciones de Ortega, porque las condiciones de Ortega son para continuar en el poder, para perpetuarse, para hacernos caer en unas elecciones donde él ya las tiene decididas.
Si no hay garantías electorales ¿qué alternativa tiene la oposición? ¿Debe participar sí o sí, o ir a esta elección no es avalar otro fraude electoral en marcha?
La oposición se tiene que unir. Primero se tienen que establecer las condiciones en conjunto para que la oposición entera decida en qué condiciones vamos a ir y en qué condiciones no vamos a ir, todavía hay tiempo, para lo que no hay tiempo es para la unidad. Esa unidad la necesitamos urgentemente, necesitamos unidad para ir a las elecciones, unidad para condicionar nuestra participación en las elecciones y unidad para lograr soluciones, porque al final de esta contienda no vamos a lograr soluciones si no vamos unidos.
Todos los precandidatos han dicho que están dispuestos a respaldar a un candidato único de la oposición ¿qué pasa si ese candidato es inhibido por el CSE controlado por el orteguismo?
Han dicho que van a respaldar un candidato único, pero ahorita hay dos procesos, dos casillas. Todavía no veo tan claro que se esté buscando un candidato único. Veo que hay dos fuerzas políticas que están en el camino de elegir uno u otro candidato. El primer paso es que se pongan de acuerdo para que elijan un solo candidato y con esa fuerza de unidad poder incidir en el cambio de las reglas electorales.
¿Pero si el CSE llegara a inhibir a alguno de estos candidatos que resulten electos?
Primero que nada, es un derecho de todos los precandidatos ir a elecciones, de cualquiera de los precandidatos que están nominados o (los) que la opinión pública los ha hecho precandidatos, y si en algún caso se diera una inhibición creo que todos deberíamos de resistirnos a esa inhibición porque nadie debe ser inhibido. Aquí todos tienen derecho a participar y todos los precandidatos son precandidatos que valen, son precandidatos que han dicho sí quiero servir a Nicaragua y hay que darles ese respaldo y ese apoyo.
Estado Policial
¿Hay condiciones para ir a elecciones a pesar del estado policial?
En este momento no hay condiciones. En este momento estamos bajo un estado de sitio y si recordás cuando apresaron a la presidenta de las Madres de Abril le dijeron que estábamos en un estado de guerra. Un Estado de guerra es que (los operadores del orteguismo) se sienten con el poder y con la autoridad para hacer cualquier cosa. Tenemos las reformas electorales, pero también tenemos que trabajar por las precondiciones electorales, por unas condiciones habilitantes de la ciudadanía donde podamos tener libertad de movilizarnos, libertad de opinión, los presos políticos libres, que los exiliados puedan venir y que todos podamos votar en libertad.
¿Cuál es su propuesta como precandidata para lograr la suspensión del estado policial?
La unidad nacional, que nos unamos todos. Ahorita ya están –aparentemente– estas fuerzas políticas (opositoras) en unas primarias, pero antes de comenzar esas primarias yo creo que tenemos que decidir cuáles son las condiciones y volvernos a juntar. Todas estas fuerzas políticas firmaron un rechazo a las reformas electorales, no basta con firmar el rechazo, hay que tomar acciones sobre ese rechazo a la reforma que impuso Ortega en esta semana.
Varios de los precandidatos presidenciales son asediados por la Policía. ¿Es posible en estas circunstancias promover el voto de la población?
Es muy difícil. Necesitamos la supervigilancia internacional, pero la necesitamos ya, la necesitamos a fines de mayo no para el día antes de la elección, ni necesitamos lo que dice Ortega “acompañamiento”. Necesitamos que (las elecciones) sean supervigiladas a como fueron en el 90, con las Naciones Unidas, con la OEA, con el Centro Carter, con la Unión Europea, con todas las fuerzas de observación internacional, porque de otra manera no tenemos garantías.
Su precandidatura se está promocionando como una reedición de la candidatura de su madre, Violeta Chamorro en 1990, ¿pero usted considera que la experiencia de su madre y la UNO es replicable hoy?
Nada se repite en la historia, lo que tenemos que tomar son las lecciones aprendidas de la historia y si ves a lo largo de esta, solo la unidad nos ha permitido derrotar a Ortega en las distintas elecciones. En 2006 se dividió el voto y no se pudo, luego tuvimos en 2011 y en 2016 los fraudes electorales en los que no logramos nada. Por tener una segunda fuerza política que no sirva para nada no vamos a decirle a los nicaragüenses que su voto vale.
¿Cuál es su base política? ¿Qué sectores u organizaciones respaldan su precandidatura?
Cuando dije sí, tuve una respuesta positiva del pueblo y de la gente que me comprometió, porque yo no he ido a un salón de un hotel a decir: mirá yo soy precandidata. Simplemente dije sí quiero servir a Nicaragua. Estoy lista para sumarme a derrotar a Ortega, no a media asta. Yo creo que una candidatura es legítima si tenés unidad, si lográs el consenso de las fuerzas políticas, es legítima también si lográs el consenso del pueblo y si escuchás al pueblo que es lo que quiere. En las encuestas me comenzaron a nominar y dije: bueno voy a apoyar al pueblo, voy a decir que sí.
Usted sigue siendo vicepresidenta de La Prensa y precandidata al mismo tiempo, ¿no hay un conflicto de interés para el medio de comunicación?
En el momento que sea candidata yo renuncio y te voy a decir: a mí la precandidatura me la ha puesto la gente, la opinión pública. Yo no me fui a lanzar: “soy una precandidata”, sino que a mí me hicieron precandidata, y yo le respondo al pueblo que sí. Yo dije voy a servir, quiero hacer una contribución mayor de la que he estado haciendo y creo que la contribución es invitar a la unidad, unir a Nicaragua, porque solo unidos vamos a derrotar a Ortega. En eso me comenzaron a llamar que soy precandidata, que soy una más de los diez; entonces, dije okey, perfecto, vamos, pero mi propuesta (nominación) no es sometida a las reglas de un partido o a otro, es sometida a la voluntad de los nicaragüenses y yo he escuchado que los nicaragüenses quieren unidad.
¿Qué propone para sacar a Nicaragua de la crisis en que se encuentra?
Primero que nos unamos, segundo que derrotemos a Ortega, que lo derrotemos con una mayoría absoluta con más del 65% de este pueblo que no tiene partido y que quiere que ya se vaya, que se vaya para que podamos establecer nosotros una institucionalidad democrática y una confianza en el país para que vuelva la inversión nacional y extranjera y podamos generar empleos para que los jóvenes no se vayan del país y que crean en el futuro de Nicaragua.