24 de septiembre 2021
El congresista estadounidense Albio Sires, envió una carta a la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, a quien pidió que no continuara entregando préstamos al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, luego que el organismo financiero internacional desembolsara 353.5 millones de dólares en agosto pasado.
Los fondos, según argumentó el FMI en ese entonces, eran para hacer frente al impacto económico generado por la pandemia en Nicaragua. El desembolso se hizo directamente al Banco Central de Nicaragua (BCN), mediante el mecanismo de Derechos Especiales de Giro (DEG), utilizado por el FMI para cubrir las necesidades especiales de reservas de los países en el mundo y hacer frente a la pandemia de la covid-19,
En la carta enviada este 24 de septiembre, Siles y el también congresista Mark Green, alegan que el régimen de Ortega no utiliza los recursos para combatir la pandemia que, negaron durante varios meses, sino que más bien estos fondos sirven para "autoenriquecer", al círculo interno de Ortega, a él y a Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta.
"Desafortunadamente la evidencia sugiere que el régimen de Ortega no usará esos fondos para ese propósito (combatir la covid-19). Cuando la pandemia inició Ortega desapareció de la vista pública por más de un mes. Su gobierno nunca cerró negocios o emitió medidas para permanecer en los hogares, en cambio, promovieron grandes concentraciones masivas", dice parte de la carta.
https://twitter.com/RepSires/status/1441463284775849991?s=20
Además, señalan que el régimen ha subreportado los casos de covid-19 que se han presentado en el país desde marzo de 2020, cuando el Ministerio de Salud informó del primer caso de la enfermedad, y que además ordenó que se realizaran entierros nocturnos.
Desde la primera oleada de la pandemia que ha afectado Nicaragua, los ciudadanos han grabado los "entierros exprés", que ocurren cuando el MINSA manda a sepultar a una persona en horas de la noche para evitar que los pobladores se den cuenta de que ha muerto por covid-19.
El último informe del MINSA, que abarca del 14 al 21 de septiembre, indica que hubo más de 705 casos de coronavirus en el país, la cifra más alta registrada desde que se detectó el primer caso en 2020. Sin embargo, solo reportan una persona muerta por la enfermedad, para totalizar 203 en casi año y medio.
Médicos independientes han reportado números superiores, el Observatorio Ciudadano Covid-19, por ejemplo, que recoge datos de médicos que se encuentran atendiendo la enfermedad, reportó en su último informe que del 9 al 15 de septiembre, hubo por lo menos 276 fallecimientos, lo que daría un total de 4809 atribuibles a la enfermedad.
"Exigimos a la junta directiva del FMI que utilice mecanismos más enfocados, como asignaciones especiales, para aumentar la liquidez de los gobiernos electos democráticamente y que puedan ser responsabilizados si mal utilizan estos fondos", agregan los congresistas.
Hasta que se garanticen elecciones libres
También piden al FMI que adopte nuevas políticas que eviten continuar dándole préstamos al régimen de Ortega: "Exigimos que adopten medidas formales que prohiban que Nicaragua reciba fondos del FMI hasta que se realicen elecciones libres y justas, y que organizaciones independientes documenten una mejora en los derechos humanos".
Cierran la misiva recordando que en 2018 aprobaron la Ley NicaAct, que limitaba el acceso del régimen orteguista a fondos internacionales. Ese año, en Nicaragua se desarrollaron protestas masivas para exigir la renuncia del poder de Ortega y Murillo.
Las mismas fueron sofocados con balas que dejaron al menos 328 personas muertas y desde entonces, los derechos humanos se han deteriorado a tal punto que desde mayo de 2021, el régimen inició una nueva cacería de opositores dirigada a líderes y precandidatos presidenciales. 37 de ellos fueron detenidos desde entonces.
Ahora el régimen pretende participar en las elecciones del próximo mes de noviembre solo con el apoyo de partidos colaboracionistas, luego de eliminar toda competencia que amenazara su poder.