10 de julio 2023
“La corrupción no da tregua en Nicaragua” es una afirmación que se desprende de lo expresado por centenares de ciudadanos a la firma costarricense CID Gallup, cuya última encuesta —contratada por CONFIDENCIAL— revela que el 56% de los nicaragüenses consideran que la corrupción en el país “ha aumentado” en los últimos seis meses.
A la pregunta: ¿Cuál es su opinión sobre el nivel de corrupción en los últimos seis meses?, el 56% respondió que “ha aumentado”, un 23% consideró que “se mantiene”, un 13% contestó que “ha disminuido” y un 8% “no sabe”.
Otro dato del estudio de opinión pública es que el 35% de los que se identificaron como “sandinistas” consideran que la corrupción “ha aumentado”, un 25% cree que “se mantiene” y solo un 23% afirma que ha bajado, mientras el porcentaje restante “no sabe o no respondió”.
La encuesta se elaboró entre el 14 y 20 de junio de 2023, y fueron entrevistados unos 823 ciudadanos a través de llamadas a sus teléfonos celulares. El margen de error es de + −2.93% y el nivel de confianza del 95%, de acuerdo con la ficha técnica.
Que hay más corrupción en el país no es solo una opinión de los nicaragüenses, ya que el último Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) colocó a Nicaragua como el país más corrupto de Centroamérica y el tercero de Latinoamérica, solo superado por Venezuela y Haití. La clasificación fue publicada en enero de 2023 por Transparencia Internacional (TI).
“La consolidación de la dictadura de Ortega-Murillo en los últimos años, la excesiva concentración de poder en esas figuras, el recorte total de la independencia de las instituciones del Estado y, obviamente, la reducción del espacio cívico a niveles dramáticos, permiten explicar la situación trágica en materia de corrupción que vive Nicaragua”, subrayó Luciana Torchiaro, consejera para América Latina y El Caribe de TI, en una entrevista con CONFIDENCIAL en febrero de 2023.
FSLN y Ortega en caída libre
La encuesta revela también que el 75% de los nicaragüenses no tienen simpatía por ningún partido político, mientras sólo un 13% se identifica con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), un 7% con partidos colaboracionistas del régimen —PLI, PLC, ALN y APRE—, un 3% con organizaciones de la oposición, y un 2% con “otros”.
Otras encuestas de CID Gallup han mostrado una “caída libre” en las simpatías hacia el Frente Sandinista. En 2013, el FSLN gozaba del 52% de las preferencias partidarias, y bajó a 22% después de las crisis de 2018. En un estudio de opinión de la firma costarricense, de junio de 2023, sólo un 16% de los encuestados se identificó con el partido de Gobierno.
Si el FSLN como partido exhibe un deterioro creciente y permanente, la gestión de Ortega al frente de Nicaragua presenta un desgaste más profundo y sostenido, ya que el 61% de los encuestados “desaprueban” su labor presidencial, un 29% lo “aprueba” y un 10% “no sabe o no responde”.
Basándose en la afiliación política, el 35% de los que se identificaron como sandinistas “desaprueban” la gestión de Ortega y un 5% prefirió no responder, mientras que el 60% de estos lo aprueba, según el estudio de opinión pública.
La gestión de Ortega ha sido reprobada en los últimos tres años, siendo 2022 el año que alcanzó su máximo pico negativo con el 58%, seguido de enero de 2023 con el 57%, de acuerdo con los datos históricos de la encuestadora.
Iglesia católica, la institución “más creíble”
En una situación diferente a la del Frente Sandinista y Ortega, la Iglesia católica aparece en la encuesta de CID Gallup como la institución “más creíble” en Nicaragua. Este reconocimiento se da pese a los ataques, amenazas y las campañas sucias de la dictadura y sus operadores contra la Iglesia, sus obispos y sacerdotes.
La presión del régimen de Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica incrementó en 2022, cuando el Gobierno —a través de su maquinaria represiva, encabezada por la Policía Nacional— inició a cerrar emisoras católicas, profanar iglesias, expulsar del país a curas y monjas —van más de 80 hasta julio de 2023—, prohibir las procesiones, y encarcelar, desterrar y desnacionalizar a sacerdotes.
Los encuestadores les leyeron a los ciudadanos una lista de instituciones y les preguntaron: ¿cree usted en lo que dicen, mucho, algo, poco o nada?, un 48% contestó que “mucho o algo” a la Iglesia católica, seguida por la Iglesia evangélica con un 42% y los medios de comunicación independientes con un 33%.
Por debajo del 30% de “credibilidad” aparecen el Ejército de Nicaragua (29%), la Presidencia (26%), la Policía Nacional (25%), el oficialista FSLN (25%) y los opositores y empresarios (24% cada uno).
Excarcelados políticos los mejores evaluados
La baja credibilidad hacia el Frente Sandinista y el Gobierno se corrobora en las opiniones favorables y desfavorables que reciben sus principales dirigentes. En el mismo sondeo, CID Gallup preguntó sobre 18 personalidades públicas, entre los que Ortega, Murillo y su hijo Laureano aparecen como los peor evaluados, mientras que cuatro excarcelados políticos y “apátridas” obtienen los mejores resultados.
La lista de personalidades la encabeza Félix Maradiaga con un 48% de opiniones favorables y 21% de desfavorables; Cristiana Chamorro Barrios con un 43% y 21%, respectivamente; Violeta Granera con un 40% a favor y un 34% en contra; y Miguel Mora con un 39% en ambas categorías.
En cambio, en el fondo de la lista aparecen Laureano Ortega Murillo con 33% de opiniones favorables y un 43% de desfavorables, y su padre Daniel Ortega con un 34% y 54% respectivamente, mientras que Rosario Murillo obtuvo un 38% de apoyos y un 49% en contra. Otro de los peor evaluados es el diputado Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, con un 34% de opiniones favorables y un 44% de desfavorables.
Reyna Rueda, alcaldesa de Managua, y Fidel Moreno Briones, secretario político del FSLN en la municipalidad, son los funcionarios orteguistas mejor evaluados. Ambos obtuvieron un 38% de opiniones favorables, pero la alcaldesa recibió un 29% de opiniones desfavorables y Moreno un 28%.
No esperan elecciones democráticas
CID Gallup preguntó también: ¿Qué tan probable es que en 2026 se elija a Rosario Murillo como sucesora de Daniel Ortega?, un 48% de los encuestados contestó que “probable o muy probable”, un 41% afirmó que es “improbable o poco probable”, y el restante 11% “no sabe o no responde”.
En este aspecto, el 56% de los partidarios del Frente Sandinista consideran como “probable o muy probable” que Murillo sustituya a Ortega, mientras un 31% los cree “improbable o poco probable”, y un 13% no respondió.
A los ciudadanos se les consultó además: ¿Qué tan probable es que en 2026 se elegirá a un nuevo Gobierno democrático?, el 56% cree que “poco o nada”; un 35% “algo o mucho” y el restante 9% “no sabe”.