15 de julio 2023
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El canciller y vicecanciller de Colombia, Álvaro Leyva y Francisco Coy, respectivamente, se reunieron por separado con el embajador en Nicaragua, León Fredy Muñoz Lopera, a quien —según medios colombianos— le expresaron su “total desaprobación” por haber participado el 7 de julio de 2023 en una marcha del Frente Sandinista en la que portaba una pañoleta y gorra del FSLN.
De acuerdo con los medios locales, el embajador fue enviado a tomar un “curso de reinducción” —una orientación para enseñarle normas básicas a quienes son nombrados en cargos diplomáticos y no han hecho la carrera diplomática— y solo hasta que lo concluya podrá volver a Managua.
Además, la Cancillería le redactó un “memorando” con copia a su hoja de vida.
Muñoz fue citado por la Cancillería el pasado 11 de julio para que explicara su participación en acto del FSLN en León, donde además brindó unas declaraciones de apoyo al régimen.
“Esto es admirable, lo que yo he sentido desde el 30 de septiembre que llegué a Nicaragua (como) embajador. Es un pueblo alegre, un pueblo amable, un pueblo bonito y sobre todo un pueblo que está convencido de su revolución”, dijo Muñoz en una caminata por las celebraciones del 44 aniversario de la revolución sandinista.
“La verdad estoy gratamente sorprendido y yo lo ratifico, aquí en León esta celebración, esta conmemoración, es una cosa maravillosa”, añadió el embajador a los medios oficialistas.
Días antes de la decisión de la Cancillería, la Procuraduría colombiana abrió una investigación disciplinaria contra Muñoz, para averiguar por qué portaba los símbolos sandinistas y las circunstancias de tiempo, modo y lugar de las declaraciones del diplomático en Nicaragua, a quien le recordaron que tiene derecho a ser escuchado en “versión libre y espontánea”.
Canciller: “Una garrafal equivocación”
Expertos colombianos y nicaragüenses consultados por CONFIDENCIAL explicaron que el comportamiento de Muñoz en la caminata violenta el artículo 41 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que advierte que los jefes de misión diplomática están obligados a no interferir en los asuntos internos de otro Estado.
Previo al encuentro con el embajador, el canciller Leyva se refirió a Muñoz en una entrevista con Blu Radio: “Vamos a ver, fusilarlo no puedo, pero por lo menos conversar, sí. Usted sabe que aquí a veces la gente quiere que se tome medidas inmediatas. Lo primero que hay que hacer en este caso es oírlo y después se toma la decisión”.
“Yo creo que incurrió en una garrafal equivocación y eso tiene consecuencias”, afirmó el jefe de la diplomacia colombiana.
La polémica se produjo además justo la semana en la que la Corte Internacional de Justicia de La Haya se ha pronunciado por la demanda que tienen Colombia y Nicaragua sobre la delimitación de la plataforma continental, que el país centroamericano pide extender más allá de 200 millas marinas desde su costa.
Este jueves La Haya ha dado la razón a Colombia, negando la demanda de Nicaragua sobre la extensión de sus límites territoriales.
“Ahí se incurrió en una gran equivocación y sobre todo en un mal momento, estábamos, imagínese usted, recibiendo la decisión de la Corte alrededor de un tema que precisamente estaba pendiente con Nicaragua”, dijo Leyva.
Justificación del embajador
Tras la polémica suscitada por estas declaraciones, el embajador publicó un comunicado en el que enfatiza su labor como “representante de Colombia”, que considera que debe de “dejar de ser vista únicamente como un símbolo o una figura decorativa”.
“Como lo ha dicho nuestro presidente, Gustavo Petro, la diplomacia del Gobierno del cambio debe ser una diplomacia franca, mirando directamente al otro, simpatizando con el otro para lograr los objetivos que como embajador es mi obligación cumplir”, asevera Muñoz.
El embajador asegura que tiene “buena comunicación” con el Gobierno nicaragüense, lo que ha permitido varios avances en términos diplomáticos, y que en sus labores como embajador es su “obligación”, por cuestiones de “presencia estratégica”, “participar en reuniones y/o actividades importantes para el Gobierno Sandinista”.
Un experto en relaciones diplomáticas nicaragüense explicó a CONFIDENCIAL —bajo condición de anonimato— que las justificaciones del embajador Muñoz buscan estar cubiertas por los lineamientos de la Convención de Viena. Sin embargo, el carácter partidario de la marcha desmonta los argumentos del diplomático colombiano.
“La función de un embajador no es ‘simpatizar’ con el otro, sino observar e informarse de manera objetiva y neutra sobre los acontecimientos internos del país, pues de lo contrario estaríamos ante una posición de injerencia, inaceptable bajo el derecho internacional”, detalló el experto.
