24 de noviembre 2021
El Gobierno de Argentina decidió retornar a su embajador en Managua, Daniel Capitanich, como una movida de Buenos Aires para que el diplomático mantenga informado a la Cancillería de su país sobre la situación en Nicaragua luego de las votaciones del 7 de noviembre y los pormenores que resultasen de las decisiones que se tomen sobre la crisis sociopolítica del país en la reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) prevista para este lunes 30 de noviembre.
Un reporte del diario argentino El Clarín citando a fuentes de la diplomacia del país sudamericano explicó que esta decisión se basaba en la premisa de que “Argentina siempre apuesta al diálogo como salida y los embajadores son vitales para hallar soluciones eficientes y viables en la actualidad. El retorno del embajador Capitanich busca aportar a la identificación de caminos alternativos para solucionar la crisis entre todos los nicaragüenses”.
La medida fue recíproca entre Managua y Buenos Aires. El régimen orteguista igualmente envió de regreso a Argentina a su representante diplomático, el embajador Orlando Gómez. Estos movimientos se dan luego que Argentina votará a favor de la resolución de la Asamblea General de Cancilleres de la OEA del 12 de noviembre, en la cual 25 países declararon que “las elecciones del 7 de noviembre no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”, en referencia al proceso de votaciones en Nicaragua.
México adopta medida similar
El Gobierno de Alberto Fernández había llamado a Buenos Aires a Capitanich en junio pasado en paralelo al llamado que le hizo el mexicano Andrés Manuel López Obrador a su embajador en Managua, Gustavo Alonso Cabrera Rodríguez.
Esto como consecuencia de que el régimen no aceptará los pedidos de la comunidad internacional para liberar a los presos políticos, entre los que están siete precandidatos presidenciales opositores. Managua en represalia también retiró a su diplomático y con su negativa impidió que Argentina presidiera la Cumbre de Estados de Latinoamérica y Caribe (CELAC), que se elige por consenso.
El Clarín además reportó que esta medida también fue adoptada por México el viernes 19 de noviembre, por lo que el país azteca también mandó de regreso a Managua a su representante diplomático. A diferencia de Argentina, México se abstuvo en la resolución de la Asamblea de cancilleres de la OEA.
“Por primera vez desde que asumió Alberto Fernández, el Gobierno criticó a Nicaragua en la OEA. Y se sumó a la resolución del organismo que consideró por mayoría que estas no fueron libres y no tienen legitimidad democrática. Anteriormente se abstenía con su aún vigente posición de "no injerencia" en los asuntos internos de otro país La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti se quejó ese día de que varios Gobiernos que critican a Ortega no hubieran retirado a sus embajadores como lo hicieron Argentina y México. Según trascendió, Mateo Daniel Capitanich llegaba este mismo sábado a Managua”, cita el reporte del Clarín.
Un reporte del diario argentino La Nación, publicado en junio, reveló que el embajador Daniel Capitanich es un admirador de Daniel Ortega y que su opinión fue muy influyente en la política de abstención que mantuvo Argentina en relación a la crisis de Nicaragua, hasta la resolución en la Asamblea de cancilleres del 19 de noviembre.
La constante abstención de Argentina en los foros de la OEA sobre la crisis de violencia política y derechos humanos en Nicaragua provocó una fuerte presión interna en contra del presidente Alberto Fernández, principalmente por fuerzas políticas agrupadas en su coalición de Gobierno, que lo señalaron de respaldar a un régimen opresor similar al de Jorge Videla, el dictador que gobernó con mano dura Argentina en los años 70 y al cual se señala como responsable del asesinato, tortura, encarcelación y desaparición de unas 30 000 personas en el país sudamericano.
“El llamado a consultas del embajador Capitanich tuvo un propósito: expresar la disconformidad de Argentina con las detenciones de líderes políticos y nuestra preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua. Considerando que las elecciones presidenciales ya tuvieron lugar y que nuestro país ya se pronunció, y que la Asamblea de Nicaragua solicitó a Ortega que retire a su país de la OEA, resulta necesario adoptar nuevas medidas para esta nueva etapa”, expresó la Cancillería argentina a las consultas hechas por el diario El Clarín.