22 de noviembre 2024
A la Asamblea Nacional, controlada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, le bastaron 48 horas para dictaminar favorablemente y aprobar una reforma a la Constitución Política de Nicaragua que cambia el sistema de Gobierno en el país, suprime la separación de los poderes del Estado y elimina la autonomía municipal.
El texto de la enmienda ni siquiera fue discutido en el plenario de la Asamblea Nacional. Bastó, para su aprobación en lo general, con la lectura del dictamen de la Comisión Especial Constitucional que fue creada, 48 horas antes, para la supuesta consulta de la reforma ordenada por Ortega y Murillo.
Según la Comisión Especial “la reforma está bien fundamentada y no se contradice con el procedimiento de reforma constitucional establecido”, por lo que emitieron un dictamen favorable. Fue aprobada en lo general con el voto favorable de los 91 diputados.
Especialistas en Derecho Constitucional han señalado que los cambios propuestos por Ortega y Murillo son tan profundos que, en un país democrático, “se necesitaría una asamblea constituyente para su realización”.
Aseguran que, por los alcances de esta enmienda, se trata de “una reforma total y no parcial” como plantea el oficialismo. Además, el cambio de un centenar de artículos constitucionales pretende la instauración de un poder único en Nicaragua y la sucesión dinástica de Rosario Murillo.
Para la aprobación en lo particular de la reforma, los miembros de la Comisión Especial hicieron una lectura general de la enmienda sin que hubiese algún tipo de debate legislativo.
Oficializan la “copresidencia” y a los paramilitares
Con esta reforma, la dictadura oficializa la figura de la “copresidencia” y los policías voluntarios —conocidos popularmente como “paramilitares”. Además, elimina los poderes del Estado y suprime la autonomía municipal.
En el artículo 133 se establece que “la Presidencia de la República está integrada por un co-presidente y una co-presidenta, que se eligen mediante el sufragio universal, igual, directo, libre y secreto, resultando electos quienes obtengan la mayoría relativa de votos”.
A través del artículo 97 se crea “la Policía Voluntaria como cuerpo auxiliar de apoyo a la Policía Nacional, integrada por ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses que prestan sus servicios de forma voluntaria”.
Además, Ortega y Murillo se otorgarán todo el dominio sobre los demás poderes del Estado. En el artículo 132 de la iniciativa se establece que “la Presidencia de la República dirige al Gobierno y como Jefatura de Estado coordinará a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y regionales y municipales”. Reduciendo los Poderes Legislativo, Judicial y Electoral a “órganos” del Poder Ejecutivo.
Un jurista consultado por CONFIDENCIAL precisó que al reducir los poderes del Estado a “órganos”, “se elimina la independencia de dichos Poderes” y “queda formalizado el poder absoluto presidencialista".
También, en la reforma al artículo 177 de la Constitución se elimina la parte donde se establece que “los municipios gozan de autonomía política administrativa y financiera” y sólo se conserva la parte donde dice que la “administración y gobiernos de los mismos corresponde a las autoridades municipales”.