16 de octubre 2018
Amnistía Internacional (AI) afirmó que la detención de 38 personas en una marcha contra el Gobierno de Daniel Ortega, se "continúa la estrategia de represión", con la que se criminaliza a quien disienta.
"Es una aberración que el Gobierno del presidente Daniel Ortega haga uso arbitrario del aparato penal de justicia para silenciar a quienes se manifiestan en su contra", valoró la directora para las Américas de Amnistía, Erika Guevara Rosas, en un comunicado.
La Policía Nacional de Nicaragua confirmó que 38 personas habían sido detenidas durante la marcha celebrada el domingo, por participar en "actividades instigadoras y provocadoras" y alterar "la paz y normal convivencia". Ocho de los detenidos, todos mayores de 60 años, fueron liberados el mismo domingo y el resto del grupo en dos momentos del lunes, aunque cinco más, capturados durante la misma redada siguen desaparecidos.
Guevara Rosas consideró que detener a personas por salir a la calle a protestar refleja el "desapego" del Gobierno nicaragüense a la legalidad y los derechos humanos.
La organización, además, ha podido constatar "que no se encontraban en la comisión flagrante de ningún delito establecido en la ley, ni existía al momento del arresto una orden de aprehensión en su contra".
Recordó que, en varios boletines de la Policía Nacional de Nicaragua, el Ejecutivo ya había advertido que las manifestaciones públicas en su contra se declaraban "ilegales" y que quienes las convocaran serían detenidas.
Amnistía "ha venido documentando la detención arbitraria de personas por el simple hecho de participar en manifestaciones, o criticar públicamente al Gobierno", y muchas de ellas son líderes de movimientos sociales y estudiantiles.
"El Gobierno de Nicaragua se equivoca al pensar que el pensamiento crítico, la exigencia de derechos y la indignación pueden ser encarceladas", sostuvo Guevara Rosas.