Una historia singular y un poco tabú

Todo país pequeño solo tiene que existir para tener derecho a ser respetado por los países grandes sin importar su tamaño, desarrollo, ubicación geográfica, sistema político, características raciales y culturales. Pero sucede lo contrario, con la soberanía de los países pequeños, los países grandes hacen ejercicios militares. Un derecho no escrito que los países grandes se dan, por sus pistolas.  

La pequeña isla de Cuba ha sido ejemplo de ello desde hace 220 años, cuando en 1803 comenzó a ser codiciada por su rico vecino.  Esto permanece bajo la alfombra para que de las descompuestas relaciones Estados Unidos-Cuba se culpe al triunfo de su revolución en 1959.

La versión de su vecino rico, dice que con su revolución socialista Cuba constituye una amenaza para su “seguridad nacional”. Y punto. Verdad absoluta. Pero nos hacemos cargo del pecado de no tener fe en las “verdades absolutas”.   

II

En torno a esta historia tabú existen diferencias políticas ideológicas entre quienes la defienden y quienes la atacan a través de los medios de comunicación donde todo es blanco o todo es negro. En medio de todo, se distinguen tres opiniones:

1. La opinión crítica sobre la base de hechos reales, pero vistos con ojos tendenciosos; no desea la sobrevivencia de la revolución; no le reconoce nada positivo; niega la posibilidad de rectificación; coincide con el gran vecino en que solo será “democrática” cuando en el poder esté en manos de sus amigos; niega los daños del bloqueo y el bloqueo mismo; no analiza ninguna situación, porque ya fue condenada.
2. La opinión defensora niega algunos hechos para no criticarlos; no ve errores de la dirigencia política; no le da importancia a la falta de algunas libertades públicas; absolutiza la ayuda millonaria del gran vecino como única fuente de las acciones conspirativas; todo opositor es un agente de la CIA; no reconoce el inmovilismo en el Estado y el Partido; omite que se persigue tanto a los verdaderos agentes de la CIA como a quienes manifiestan su descontento.
3. La opinión crítica de errores, pero no oculta que el bloqueo es causa en gran porcentaje de sus problemas; ve al bloqueo como obstáculo para rectificaciones; condena el bloqueo por incompatible con el derecho internacional y obstáculo para normalizar las relaciones Usa-Cuba; condena la existencia de presos políticos.

III

Nuestra apreciación contraria a las comparaciones mecánicas entre Nicaragua y Cuba:

1. La violencia de un sector de la oposición cubana… no la práctica la oposición nicaragüense;
2. Un poder mediático de conocida procedencia impide una visión justa del conflicto Usa-Cuba;
3. La oposición nicaragüense se ha ganado la solidaridad internacional por la veracidad de sus denuncias, corroboradas por organismos internacionales de derechos humanos;
4. La oposición cubana utiliza los medios electrónicos que le ha montado el Gobierno estadounidense (radio, televisión, etc.) para difundir propaganda con óptica ajena;
5. Nuestra oposición ha sido despojada de todo medio, el periodismo independiente está en el exterior y no hace propaganda sino denuncias;
6. Son obvios los vínculos de la oposición cubana de derechas con el Gobierno estadounidense;
7. La derecha cubana de exilio no oculta su interés de anexar la isla a los Estados Unidos;
8. La oposición nicaragüense –en su mayoría— tiene profundas raíces patrióticas;
9. Los opositores nicaragüenses, nunca han recurrido al terrorismo, como lo hace un sector de la oposición cubana, como… ¡la voladura de un avión con 73 personas! El terrorista, Posada Carriles, murió impune y venerado por la derecha cubana de Miami.

Pensar que existe similitud o intereses comunes entre la oposición nicaragüense y la oposición cubana en general, podría ser ignorancia, pero nunca inocencia.

IV

La hostilidad estadounidense hacia Cuba y la defensa de esta, se ha convertido en un nudo gordiano, que el gran vecino ha pretendido “deshacer” por la vía expedita de las armas. El nudo está allí, y lo siguen socando.

Se enfatiza en los límites que Cuba pone a las libertades públicas, pero se le pone sordina al financiamiento externo de las actividades subversivas internas y externas.

Se argumenta que el bloqueo es utilizado como pretexto por la dirigencia cubana para coartar libertades, pero ese pretexto se podría desenmascarar con suma facilidad… levantando el bloqueo. Si hubiese sinceridad –la cual es ilusorio pedirla— el gran vecino cesaría toda forma de agresión… y dejaría sin argumentos a la dirigencia cubana. Pero la geopolítica no es un cuento de hadas.  

No sería imposible hallar una vía civilizada para normalizar las relaciones Usa-Cuba, pero eso no conviene a los intereses hegemónicos estadounidenses, y ante esto ningún argumento vale. Normalizar las relaciones entre ambos países, solo está en manos de los Gobiernos estadounidenses.

V

La historia no miente, aconseja. Cuba estuvo 377 años bajo el coloniaje español; en 1848 EE. UU. ofreció cien millones de dólares a España por Cuba, esta se negó, pero en 1898 se la quitó militarmente y la colonizó hasta 1902; durante los 57 años siguientes la dominó con Gobiernos títeres, incluidas dos dictaduras: la de Gerardo Machado (1925-1933) y la de Fulgencio Batista (1952-1959).

Desde que fue liberada de la última dictadura en 1959, Cuba carga sobre sus hombres la defensa de la dignidad de toda América Latina frente a los EE.UU. sin que se lo reconozcan. Al contrario, muchos aplauden sus adversas circunstancias creadas por el acoso del gran vecino.

Aun así, ha logrado avances educacionales, científicos y en otras áreas, pero se las niegan y –para mayor iniquidad— la culpan de las dificultades que del bloqueo se derivan. En varios capítulos de esta historia, Cuba ha protagonizado hechos inéditos en el continente, como el triunfo armado de civiles sobre un ejército numéricamente superior, mejor entrenado, armado por el gran vecino.

Su movimiento armado tuvo origen y desarrollo en las raíces independentistas de 1868, con respaldo popular mayoritario y combinó su propio programa de liberación nacional con objetivos sociales históricamente postergados.

Los Gobiernos estadounidenses justifican sus actos hostiles por las numerosas empresas que les fueron confiscadas, las cuales acumuló durante su dominio neocolonial. Pero nunca aceptaron la propuesta de negociar el pago de esas propiedades, porque pensaron rescatarlas destruyendo la revolución con sabotajes, financiando una invasión armada, campañas políticas y con el bloqueo de 61 años que, con los años neocoloniales (1898-1959) ya suman 125 años de hostilidades.

¿Se necesita especificar los perjuicios materiales y morales causados a Cuba durante tantos años para entender su resistencia?

VI

En algunos capítulos de esta historia, la dirección política de la Isla ha tenido actitudes negativas. Una de ellas nos toca: su solidaridad y alianza con la dictadura orteguista, con lo cual pretende fortalecer su defensa exterior, pero solo logra ganarse la antipatía del pueblo nicaragüense.  

Y no fue siempre así.  La Revolución cubana conmovió América Latina, y los revolucionarios de muchos países quisieron tener su Sierra Maestra y su primero de enero victorioso en su calendario nacional. En Nicaragua, los revolucionarios armados iniciales fueron de todas las clases sociales y fracasaron, pero abrieron el camino. Y la sangre llegó al río un julio-19-79, para casi de inmediato iniciar un proceso de frustraciones, hasta que los sueños quedaron en pesadillas bajo otra dictadura.

Cuba construyó sistemas y estructuras de educación, salud, ciencia y cultura avanzados; la enseñanza y la salud gratuitas para todos en todos los niveles, no tiene copia ni en la rica casa del gran vecino, menos en Nicaragua y tampoco muchos del vecindario.

En sus aspiraciones de construir el socialismo librando batallas y superando obstáculos, los hizo cometer errores que han venido rectificando. Pero junto a los sacrificios de la defensa del país y buscando desalentar las acciones contrarrevolucionarias, se debilitaron las libertades de expresión y movilización.

Nicaragua nunca fue una copia de Cuba –como dicen algunos— sino su caricatura, porque aquí no hubo avances sociales ni cambios estructurales profundos. Pese a muchas disimilitudes, Nicaragua y Cuba se volvieron espejos en los que ambos liderazgos se admiran mutuamente, pero los cubanos fingen no ver que el espejo de aquí… se rompió hace mucho tiempo.

En Cuba, su revolución no ha concluido en la forma que sus enemigos han querido que concluya, porque la mayoría del pueblo que –aun jodido como está— tiene organización, fuerza moral y política suficiente para seguir de pie. Por estas cualidades revolucionarias, Cuba puede avanzar… a condición de corregir errores más rápido que hasta ahora.

No está de su parte parar las agresiones, pero sí la rectificación de errores, la cual ha iniciado con muchas medidas; si no fuera cierto, Cuba ya hubiera sucumbido ante los poderosos instrumentos de presión del gran vecino. Pero Cuba lo ha hecho fracasar en su proyecto de ser puertorriqueñizada como “Estado libre asociado”. 

Al margen de estas cuartillas

*La dictadura orteguista desterró a 222 presos políticos, les quitó la nacionalidad y los bienes igual que a otros 94, lo cual no se ha visto en ningún otro país…

*Tiene muchos políticos encarcelados, sigue encarcelando, está guerra contra la iglesia católica, condenó al obispo Álvarez a 26 años de cárcel; sin embargo, no se deja de comparar a Cuba con Nicaragua…

*Criticar errores de la dirigencia cubana no es malo, sino necesario…

*Lo malo e innecesario, es adoptar como verdad sagrada los clichés de la propaganda estadounidense…

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