6 de enero 2016
El continuo debilitamiento y desmontaje institucional, la deficiente utilización de los recursos oficiales provenientes de la cooperación externa, la resiliencia de componentes transversales y organizacionales del desarrollo, el estilo presidencial de excesiva centralización de las herramientas para dirigir el aparato público, son entre otros, grietas que dificultan el buen funcionamiento, la transparencia de las transacciones de los mercados, y se han constituido en factores que están frenando el avance del conjunto de la población nicaragüense a desplegar todo su potencial para la transformación mental y afectiva de nuestra sociedad y su desarrollo más allá del 2016.
Si bien los fundamentos macroeconómicos registrados por el BCN en los últimos años muestran solidez: control de la inflación, crecimiento del PIB, control de la brecha fiscal, aumento de las reservas del país y la liquidez financiera interna, etc. No obstante, se requiere de políticas macroeconómicas más sólidas e instituciones legales y políticas coherentes con el desarrollo y la democracia (no extractivas) para que generen sustancia a dichas cifras agregadas y propici en un ambiente más favorable para disminuir la aversión al riesgo de nuevos inversionistas. Que se fomente y facilite las inversiones que respaldan los encadenamientos de la inmensa población de medianas y pequeñas empresas; que también se crean apoyos financieros y se filtren recursos en favor de las adopciones tecnológicas, a los emprendimientos empresariales, sociales y científicos en el país.
Los componentes de la política económica, social e ambiental adolecen de integración, coherencia y coordinación para que se mezclen sistémicamente entre ellas y se propicie mejores resultados contra los “impedimentos estructurales” del crecimiento y la redistribución de la riqueza. La carencia en el país de un liderazgo transversal, como bien lo señala Warren Bennis (2000) es lo que impide transformar la política economía en una realidad para todos.
Así, los desafíos económicos de Nicaragua se van acumulando y a mi juicio es necesario caminar y priorizar tareas urgentes a partir de 2016 para superar, en el mediano plazo, estas dificultades. Estos desafíos son:
1. Fomentar una educación de calidad y articulada sectorialmente con la económica real, con objetivos y valores sociales, éticos y científicos incorporando tecnologías de última generación.
Es urgente elevar la educación primaria, secundaria y técnica, la que continúa basada en diseños metodológicos tradicionales. El método de enseñanza actual sigue basado en la competición y la jerarquía; y tiende a asentarse en la demanda laboral de las empresas cuando en el país los niveles tecnológicos y las capacidades empresariales son también limitados. Es una educación basada en la obediencia y el apego riguroso al libro de texto, los alumnos solo memorizan y repiten, es una relación de poder y sumisión. El maestro decide y los alumnos tragan. El cambio estructural es necesario para que los niños y niñas sean los protagonistas, igual los adolescentes y los jóvenes, que investiguen, imaginen, participen y aporten sus conocimientos. El uso de las TICs debería ser un vehículo portador de conocimientos y metodologías. El desarrollo y la preparación técnica para el futuro deben ser privilegiados y fortalecida por el 6% proveniente del presupuesto nacional. En sí, la educación nacional requiere de cambios y reemplazos de corte metodológico y dirigencial para caminar sin tropiezos hacia el futuro.
2. Fortalecer la intervención del Estado y el Gobierno, elevar la eficiencia, erradicar los niveles de corrupción que se han instalado en el país.
Aumentar la producción pública basada en calidad institucional con funcionarios eficaces y eficientes. Según los datos del BCN y el INSS, en 2006 el número de empleados públicos era de 39,140 personas sin incluir el ejército y la policía nacional. En 2014 la cantidad de empleados públicos creció a 98,128 personas y con ellas una cantidad numerosa de instituciones públicas. Si se compara el crecimiento de la producción de servicios del sector público encontramos que la producción pública (PIB) creció el 21% en relación 2014/2006 y la cantidad de empleados públicos el 151% para ese mismo periodo. El crecimiento de personal público fue mayor en educación y salud con el 64% y la administración pública el 44%. Sin embargo, la producción en términos de Valor Agregado de la educación y la salud creció el 22% y de la administración publica el 19%. Estos datos infieren el bajo aporte de la administración pública en generar servicios de salud y educación otros bienes públicos eficientes. Se registra ejecuciones presupuestarias incompletas y carencia de intervenciones públicas y las que se dan son ineficaces en resolver las fallas de los mercados (transacciones, corrupción, precios monopólicos, etc).
3. Promover la creación de instituciones financieras que logren filtrar un mayor porcentaje de recursos proveniente de la Inversión Extranjera Directa, del flujo de remesas familiares, la Cooperación Externa y el ahorro nacional hacia el crédito productivo de largo plazo, el emprendimiento empresarial, social, ambiental y científico.
El sistema financiero nacional está orientado fundamentalmente a proveer crédito al sector de los servicios, comercial y personal y el cual es esencialmente de corto plazo. La solidez que muestra la banca nacional está basada en una rentabilidad elevada compuesta por depósitos a la vista y ahorro de bajo costo. Es una banca con una débil estructura operativa ya que estos beneficios se derivan de los recursos del presupuesto nacional (depósitos del gobierno), la circulación de la cooperación venezolana, los benéficos de títulos valores del gobierno, entre otros. Aunque se ha fomentado el crédito hipotecario, en esencia los negocios respaldados por el crédito nacional son importantes y necesarios para energizar la dinámica del crecimiento económico del país. No obstante, el Gobierno ha sido incapaz de generar y proponer iniciativas e instrumentos financieros que podrían fortalecerse con la Banco Privada nacional para respaldar emprendimientos empresariales, sociales, ambientales, tecnológicos y científicos que en su mayoría están motivados por jóvenes y profesionales especializados y con ello el empleo.
4. Elevar la productividad es uno de los principales desafíos que tiene Nicaragua,que debe ser asumida por los diferentes sectores y estamentos dela sociedad en el marco de una estrategia vinculada al desarrollo de capacidades institucionales sólidas, económicas, sociales y políticas del país para avanzar en la solución contra las brechas de desigualdades regionales y los altos niveles de pobreza que se registran en el país.
El entorno macroeconómico contribuye a la productividad pero no ésta se genera en esfera microeconómica y sectorial. Es una de las razones por qué en los países de bajo desarrollo como Nicaragua, la productividad debe ser abordada con enfoque “democratizador”, es decir, que las oportunidades y el desarrollo lleguen a todas las regiones, territorios, sectores y grupos de la población del país. El estado debería reorientar parte de los recursos presupuestarios que se destina a varias instituciones públicas de segundo y tercer nivelque han demostrado ser ineficientes y canalizarlos una Institución especializada y rectora de medidas de política e instrumentos para fomentar la productividad. Estas políticas y sus instrumentos deben estar asociadas íntegramente entre el Gobierno, las empresas, los sindicados, las universidades y el sector financiero nacional.
5. La protección social es un elemento clave de las estrategias nacionales dirigidas a promover el desarrollo humano, la inclusión social, la estabilidad política y el crecimiento económico.
En 2015 la cantidad promedio anual de trabajadores asegurados activos es de 768 mil personas que representa el 22.2% de la población económicamente activa del país. Este es un tema clave a resolver, ya se está generando un proceso de envejecimiento de la población que es indetenible y no se creado un “Piso de Protección Social” que es crucial para el diseño de estrategias de protección social modernas. La estrategia del INSS se ha inclinado a un enfoque de gastos y no de inversión. Es un error, la protección social no puede seguir siendo considerada como un gasto, cuando en realidad es una inversión que puede dejar importantes beneficios para las sociedades y las economías cuando se basa en estrategias bien diseñadas. Es urgenteel ordenamiento institucional y financiero del INSS cuyo tema es complejo y difícil pues requiere de una maniobra técnica y administrativa fundamentada en no afectar de manera extensiva el capital de las unidades económicas, pues medidas de corte intensivo y extensivo (aportes) resultan ser barreras a la formalización de las empresas pequeñas.
6. Aprovechar el ciclo de los bajos precios internacionales del petróleo y canalizar ese ahorro hacia un mejor aprovechamiento en la economía. Decisiones de política que requiere firmeza, voluntad de los actores privados y el gobierno.
Los dos sectores por donde se debe canalizar directamente este ahorro son a través de los precios de los derivados del petróleo y la energía eléctrica (en otro espacio abordaremos más la situación de este tema por su complejidad e importancia).
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*El autor es economista y asesor empresarial.