6 de abril 2018
Después del tercer día de incendio forestal, iniciado en la comunidad Siempre Viva, a 6 kilómetros de la ciudad de San Juan de Nicaragua, es razonable preguntarse: ¿qué podemos hacer para enfrentar esta situación? Por esto les expongo las siguientes ideas, para ayudar a que las autoridades públicas tangan mayores elementos para tomar decisiones concretas:
- Decretar Alerta de Emergencia: basado en la información que se tiene sobre el incendio y cumpliendo con las condiciones establecidas en la Ley No. 337, "Ley Creadora del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres" se debe de decretar Alerta Verde y a continuación Alerta Amarilla. Esto implicaría que las instituciones del estado y el sistema de prevención y mitigación se activaran para atender el desastre. Lo anterior incluye que los Bomberos (las diversas divisiones) y el Ejército de Nicaragua puedan disponer de los medios necesarios tanto aéreos como acuáticos; incluyendo a los soldados para enfrentar el desastre. Esto apoyaría grandemente el trabajo del personal local que está en San Juan de Nicaragua y se podría pensar en el traslado aéreo-marítimo rápido de personal que establezca una ronda en los focos de avances que tiene el incendio.
- La coordinación nacional con los diversos actores de la sociedad civil y empresas: esto incluye a los medios de comunicación, a la población en general, a las organización de la sociedad civil y las empresas, con los que el sistema de prevención de desastres pueden coordinar la solidaridad y aumentar su capacidad de acción con voluntarios, medios físicos aéreos (privados) y acuáticos, capacidad profesional, monitoreo y constante información a la población para sensibilizar y educar.
- Solidaridad Internacional: cuando sea declarado el estado de emergencia, el país tiene la posibilidad de pedir la solidaridad primero de las instituciones que son firmante del “llamado humanitario” y luego de los países a nivel internacional. Esto podría aumentar considerablemente las capacidades nacionales para enfrentar estos tipos de desastre y proporcionar medios físicos (helicópteros, avionetas, material aislante, etc.) acondicionados para detener el incendios, además de personal profesional.
- Rehabilitar la protección las Áreas Protegidas: este incendio es la consecuencia de la situación de des-protección de nuestras áreas protegidas, lo mejor en estos casos es la prevención, por eso es necesario rehabilitar los puestos de control y monitoreo del MARENA y el Ejército, procesar legalmente a los traficantes de tierra, ganaderos e invasores dentro de zona núcleo, sanear los territorios indígenas, acompañar el trabajo de los guardabosques comunitarios, aumentar los recursos financieros y establecer un sistema de monitoreo permanente para evitar estos desastres.
Todo esto está en manos y en deber del Gobierno de Nicaragua, salir del anonimato y enfrentar la situación de desastre. Y no importa que al final ellos tomen el protagonismo, lo importante es que se enfrente el incendio forestal que afecta a una de las reservas más importante de Nicaragua y pulmón Centroamérica.