25 de septiembre 2015
Las presentaciones sobre los estudios de impactos ambientales y sociales que están en el sitio web de HKND presentan conclusiones muy optimistas, sobre todo desde el punto de vista socio-económico. Sin embargo, muchos expertos de reconocimiento mundial han cuestionado estos análisis superficiales, y hasta hoy HKND nunca ha presentado evidencia cuantitativa que apoye sus conclusiones.
Esto refleja la urgencia de realizar un análisis exhaustivo que pongan en la balanza los costos y beneficios este megaproyecto. Este análisis económico debería de considerar el valor de los recursos naturales que serían impactados, como la biodiversidad, la seguridad hídrica y varios servicios del ecosistema, y las implicaciones de desplazar y reubicar a los habitantes afectados directamente por la construcción del canal y sus otros proyectos. Si los beneficios excedieran los costos totales, como lo asegura HKND, es del interés de esta compañía apoyar un análisis independiente y transparente que lo demuestre.
En lo personal, me sigue preocupando desde la perspectiva ambiental la salud del Lago Cocibolca. Mientras la presentación reconoce el potencial de varios impactos que podrían ser devastadores, como derrames de químicos transportados por los mega-buques, ignora una principal preocupación de científicos internacionales: muerte por hipoxia. Me refiero a la re-suspensión frecuente de sedimentos con alto contenido orgánico por el tráfico de barcos (más el dragado recurrente necesario para prevenir atasques) tiene que ser considerada cuantitativamente. Los sedimentos re suspendidos aumentarían la demanda bioquímica de oxígeno en el agua. La biodegradación de esta materia orgánica por microorganismos reduciría los niveles de oxígeno disuelto, lo cual sería exacerbado por eutrofización estimulada por re suspensión de nutrientes. Todo esto podría resultar en la muerte y desaparición de casi todas las especies acuáticas en la zona impactada, incluyendo los cíclidos (por ejemplo, los guapotes) que han estado evolucionando en el lago desde su origen.
Me sorprendió mucho una aseveración sobre mejoras al Corredor Biológico Mesoamericano. El canal representa una barrera física semi-permeable hacia el movimiento de la fauna. Algunas especies como las aves lo podrán atravesar. Otras tal vez no (incluyendo varias de las 22 especies que están en peligro de extinción en esta zona). Esto resulta en fragmentación del hábitat y conduce al incesto y endemia, lo cual aumenta el riesgo de pérdida de biodiversidad y de extinción.
Dadas las enormes ramificaciones socioeconómicas y ambientales que están en juego, es imperativo que antes de proceder se demuestre inequívocamente que este mega proyecto es económicamente factible, ambientalmente viable, y socialmente beneficioso. Es también crucial demostrar que se puede alcanzar un balance justo entre las necesidades de desarrollo económico con las de protección de derechos humanos y del medio ambiente. Y el peso de la prueba de que todo esto se puede lograr sigue recayendo sobre los proponentes del canal.
*Científico nicaragüense. Experto en remediación de aguas. Decano de ingeniería civil y ambiental en la universidad de Rice, Houston, EEUU