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Política y ejercicios infantiles

Los conflictos y contradicciones en la Coalición Nacional, están dentro de la lógica de cuando se comienza a gatear para crecer

Los conflictos y contradicciones en la Coalición Nacional

Onofre Guevara López

1 de septiembre 2020

AA
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 Al doctor Carlos Tünnermann,
cuadro de valor de la Coalición Nacional

Toda madre y padre de familia se interesa en conocer cómo experimenta desarrolla su hijo, desde el momento que inicia la primera etapa de su desarrollo. Esto es de lo más natural. Lo que no parece muy común es que asocien el desarrollo del hijo-adulto dentro del ámbito social y su lucha por las libertades políticas frente al poder.

Esto se hace visible en las contradicciones políticas a las que siempre nos enfrentamos. Voy al asunto:

Algo sencillo, pero indispensable para el desarrollo del niño es su actividad, nazca normal o enfermo. Y si, por desgracia, nace con lesiones cerebrales, la actividad es aún más necesaria. Luego, en su proceso inicial de crecimiento, ponen al niño boca abajo en el piso para que aprenda a gatear y con sus movimientos se fortalezca física y mentalmente, porque al levantar la cabeza buscando acercarse al objeto que tiene por delante, le impulsa a buscar cómo asirlo, y luego como pararse. El esfuerzo físico obliga a respirar fuerte, lo cual le proporciona mayor oxígeno a su cerebro.


En esos elementales ejercicios recibe los primeros golpes. Llora, pero no deja de seguir haciéndolos hasta conseguir la resistencia física y mental. Y muy pronto le llegará la capacidad de poder destruir o reconstruir el objeto que antes lo hizo llorar.

¿Qué tiene que ver eso con el comportamiento en lo político en la adultez y pretende cambiar la realidad social?

También es algo sencillo, y para los nicaragüenses el ejemplo lo tenemos en la oposición política frente a la dictadura, en concreto, ante las actividades de la Coalición Nacional:

El origen (su nacimiento) se produjo el 18 de abril de 2018. Miles de niños (jóvenes estudiantes) nacieron a la actividad política y muchos, demasiados, lo pagaron con sus vidas. Dispusieron ponerse a gatear (luchar) y seguir caminando, porque en casa (el país) cuando miraron hacia el techo (el régimen) y toda su suciedad (crímenes, atropello, corrupción), sintieron la obligación y la necesidad de limpiarlo, y no solo echándole “varias manos de pintura” (reformas), sino limpiarlo totalmente.

También se dieron cuenta de que lo de abril, exigía tirarse al piso (la calle), comenzar a gatear para crecer y buscar cómo alcanzar el techo para limpiarlo definitivamente. Para ello juntaron el máximo número de habitantes de la casa y convocaron a los vecinos (la juventud movilizada de forma espontánea) para en unidad poder lograr el cumplimiento de la tarea higienizadora.

Alcanzaron cierta adultez (superación política), juntaron afinidades con jóvenes y adultos previamente organizados e interesados en la misma tarea, para lo que empezaron a construir la brocha (la unidad) y una escalera con muchos peldaños (organismos) para emprender las tareas de limpieza (Alianza Cívica, UNAB y Coalición Nacional). Pero comenzaron las dificultades del crecimiento: ideas encontradas, golpes, tropezones y hasta aficiones a las zancadillas, adentro y desde afuera.

Luego aparecieron otros inconvenientes, unos propios de todo proceso de desarrollo y otros artificiales, nacidos de las diferencias de concepciones acerca de cómo construir mejor la brocha, fortalecer los peldaños de la escalera, más el método para alcanzar el techo, indispensable para poner la casa decente (Nicaragua democratizada).

Esos conflictos y contradicciones, están dentro de la lógica de cuando se comienza a gatear para crecer y, claro, también los errores, esos traspiés con frecuencia prefabricados.

Al principio, algunos vecinos del barrio (partidos políticos) fueron rechazados por causa de sus viejas y tradicionales malas conductas políticas. Sin embargo, confesaron su arrepentimiento, por lo que fueron admitidos en la Coalición Nacional.

Todos alegaron que podían aportar experiencias en la limpieza de techos (aunque más bien algunos se habían ensuciado), y se les creyó dignos de estar en la tarea de la limpieza, porque la clave del éxito ha sido y sigue siendo la unidad. Pero al parecer no había tanto deseo de rectificación, quizás porque apenas habían roto con los estilos de sus colegas, conocidos como los zancudos.

Y casi paralizaron los ejercicios (actividades combativas) para su crecimiento y para dar confianza a todo el vecindario (el pueblo) en su capacidad de limpiar el techo. Pero a los partidos les dominaron sus vicios, y hasta parece que han querido paralizar a la Coalición Nacional. Comenzaron por hacerles daño a los más jóvenes, restándoles capacidad para participar en el manejo de la brocha y lograr el principal objetivo de limpiar el techo.

Pretenden impedir que la juventud, la que más se jodió y a la que más jodió la dictadura con su guardia antinacional, tengan igual o más derecho de manejar la brocha. El problema está planteado entre proceder con sinceridad en la limpieza del techo, y la pretensión de solo cambiarle el tono a la pintura. Pero así, en pasividad, sin los ejercicios, podrían quebrar la escalera, y dejar a la Coalición colgada de la brocha, sin capacidad para quitar la suciedad del techo.

Parte de la solución del problema estaría: primero, en lavar la brocha, ponerse a desarrollar los ejercicios para fortalecer los músculos y aclararse la vista, mirando hacia el objetivo político-sanitario.

La otra opción, sería acostarse boca arriba a mirar y solo hablar babosadas acerca de la necesidad del limpiar el techo de una vez y para siempre jamás.

Al margen de estas cuartillas:

OGL

Dentro del movimiento político en torno a la Coalición se mueven intereses, difícilmente ocultos:

*Agentes de la dictadura detrás de las campañas de descrédito contra dirigentes de la Coalición Nacional. Como bien se sabe, estos surgieron y fueron aceptados de manera espontánea por la ciudadanía, porque espontánea fue la rebelión cívica de abril. Y a eso, ningún agente político puede restarle legitimidad.

*Los inspirados, voluntarios o no, por la geopolítica estadounidense dentro de cierta oposición, buscan controlar la Coalición para que, derrotada la dictadura, sus objetivos políticos no trasciendan los límites de la dependencia tradicional del país.

*El PLC, por su historial, es susceptible a responder a esos intereses externos, con la misma facilidad con que comparte intereses con Ortega dentro de la burocracia Estatal. (Ojo con este partido).

*El CxL se hace sospechoso de estar anuente a seguir la línea proestadounidense, por sus hostilidades contra el MRS y sus dirigentes, con lo cual pretende justificar su renuencia a entrar en la alianza opositora. Su argumento es que tiene integrantes y dirigentes que fueron miembros del Frente Sandinista, pero omiten hechos esenciales, como que:

1) La lucha del MRS contra el orteguismo no arrancó hace trece años; 2) ha sido el que con mayor encono ha sufrido la represión dictatorial; 3) sus dirigentes que fueron funcionarios del Estado revolucionario, han reclamado pruebas a quienes les acusan, sin recibir respuestas; 4) existen varias formas y razones para cambiar de partido:

a) Evolucionar política e ideológicamente; b) traicionarlo; c) renegar de los principios que antes defendió y adoptar los de sus anteriores adversarios; d) renunciar o ser expulsado por cualquier motivo (nada de esto es exclusividad de solo un partido, sino de todos). 5) entre integrantes y dirigentes del CxL no hay vírgenes en política, han pasado por otros partidos y han sido funcionarios de gobiernos deshonestos.

*Parte de la confusión que provoca conflictos internos en la Coalición Nacional, son de procedencia externa. Son muchos los que en los medios de comunicación derrochan sabios consejos con fórmulas de cómo derrotar a la dictadura; y cuando no se las aceptan, la critican por tener seis meses de vida (como quien dice: está gateando) y aún no ha “sacado” a los presos (como si fuera dueña de las llaves) o porque aún no ha derrotado a Ortega.

Son señores y señoras, que muy cómodos en sus casas, juegan a la política como niños dundos, otros son malintencionados y algunos son profesionales en provocación.

*La legitimidad política y dignidad ciudadana no se ganan a tapazos ni articulazos, sino con una conducta política donde sus actos reflejen ética personal y pública. Quienes dentro de la Coalición sigan andando, brocha en manos tras sus objetivos patrióticos-sanitarios, esos serán los auténticos herederos del espíritu de abril.

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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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