19 de junio 2021
Queridos amigos y amigas:
Estoy fuera de Nicaragua desde el dos de este mes. En Nicaragua no tenemos un 'pet scan', examen que debo hacerme anualmente por mi problema del cáncer. Todavía estoy sufriendo los destrozos que las quimioterapias causan al organismo. Y aquí, de lejos, me ha tocado vivir el encarcelamiento de mi hija y mi nieta.
Hasta el momento no sabemos cómo están. No permiten que nadie las vea, ni su abogada. Para todo fin, mientras no las podamos ver, su estado legal es de desaparecidas. Tampoco permiten pasarles comida sólida, solamente permitieron pasar artículos de higiene, agua y galletas.
Como se pueden imaginar, mi angustia es grande. Por medio de prisioneras anteriores nos damos cuenta de torturas psicológicas y hasta violaciones, a veces aislamiento completo y terribles condiciones carcelarias. Pero las he puesto en las manos misericordiosas de Dios, que es padre, y de los ángeles que estoy segura las acompañan: Fernando Cardenal, Miguel, mi marido; y de Irving y Sadie, padre y madre de Tamara; y por supuesto, de San Romero. Eso me ha proporcionado una gran paz.
Sé que la motivación de ellas siempre ha estado movida por el amor. Amor al resto de presos y presas políticas. Amor por la libertad y la justicia en Nicaragua. Valores que siempre hemos tratado de seguir y de influenciar, aunque sé que también somos personas humanas con todos los defectos.
Ellas, como el resto de los y las arrestadas, han levantado su voz para denunciar las injusticias, reclamar sus derechos. Todo en resistencia pacífica. Sin violencia. Esa resistencia se lleva a cabo dando la cara, no escondiéndose, exponiéndose como lo han hecho siempre los que han escogido seguir ese camino no violento. Eso me consuela, que no sean indiferentes ante el dolor de los que sufren. Han decidido ser la voz de aquellos a quienes no escuchan, los que no cuentan. Los descartados de la sociedad.
Ana Margarita, especialmente en mi familia, fue fuertemente influenciada por Fernando Cardenal que le dio todo el amor de un padre. El seudónimo que ella usa es Flor, porque él la llamaba mi Flor de Hermosura. (Fue) influenciada también por la ética inquebrantable y el amor de su papá.
Tamara nació del amor de dos guerrilleros destacados por su valentía y su rectitud. Ninguno de las personas de quienes ellas dos descienden se dejaron embriagar por el poder, que es el mal más común entre los que detentan poder, por pequeño que este sea. Ese es mi orgullo y de ahí recupero fuerzas.
Que el amor y testimonio de Jesús siga siendo el camino a seguir. Él tampoco se escondió y siempre dio la cara por la humanidad. Fue condenado sin falta alguna.
Les ruego sus oraciones y su solidaridad dando a conocer nuestra realidad, siempre eclipsada por noticias de países más grandes y poderosos.