12 de julio 2023
La literatura es el nuevo enemigo del régimen de excepción del presidente Nayib Bukele de El Salvador. El peso de su censura ha caído sobre la joven escritora salvadoreña Michelle Recinos. Su libro Sustancia de hígado, una colección de relatos, iba ser presentado estos días en la XX Feria Internacional del Libro en Guatemala (FILGUA). Pero el Gobierno de El Salvador dirigió un ultimátum a la FILGUA para que la obra fuera retirada del programa so pena de cancelar la participación de El Salvador en el encuentro. Un caso patético de colaboración entre países que no tienen interés en entrar en desacuerdo.
No hay que ir lejos para saber que lo que afrenta al presidente Bukele no son cuestiones estilísticas. “Barberos en huelga“, uno de los relatos del libro —premio Mario Monteforte Toledo 2022—, describe una geografía ficticia llamada San Carlos en la que acaba de imponerse un “régimen de excepción”. Cualquier parecido con hechos reales no es pura coincidencia. El jurado del Monteforte Toledo consignó que el planteamiento narrativo de “Barberos” es un abordaje “original y frontal sobre la amenaza de los regímenes opresivos actuales”.
El protagonista del cuento es operario en un taller automotriz. Día a día anota los cambios que trae el régimen de excepción. Un diario que transita de la indiferencia al miedo en 60 entradas.
“Iba tarde al taller, pero todo bien”, apunta el día en que San Carlos amanece militarizado. No hay problema, consiente, los soldados están haciendo su trabajo: cazar a maleantes, liquidar la delincuencia. Aquel aparato policial no va con él.
“Era la 1. Yo había visto que varios soldados estaban entrando al pasaje. Apagué la luz y eché llave. Total, yo nada debo”. Fue la noche que arrestaron al hijo de la vecina. Eso no va con él. Con el paso de los días, engrosa la lista de capturados, que automáticamente se convierten en desaparecidos. El panadero, el cobrador del autobús, el motorista del autobús, los compañeros de trabajo, el barbero, el hombre que entrega el gas acaban lanzados a la trituradora de carne. Llevar el corte de pelo de moda, al estilo mohicano popularizado por un célebre futbolista de playa y pescador analfabeta (que a la postre termina tras las rejas) basta para ser detenido. En San Carlos la apariencia es clave para identificar a un criminal. La maquinaría, una vez que echa a andar, no se detiene: se alimenta de gente y es insaciable. En las prisiones se revuelven delincuentes, trabajadores, ciudadanos comunes. Un mazacote humano. Las órdenes de captura, los jueces, los abogados, el habeas corpus, la seguridad jurídica han sido abolidos en San Carlos. 17 000 capturados en 29 días, una “jugada maestra del presidente de la República”, comenta una presentadora de televisión. Se impone en San Carlos el nuevo estilo: el pelo rapado.
Michelle Recinos es periodista en San Salvador. Con estilo incisivo, procesa lo que ve. La ficción va tras la realidad, pero esta se desplaza a gran velocidad. Hoy, la maquinaria real del régimen de excepción se estrena con una nueva fase: la literatura proscrita.
*Escritor y periodista salvadoreño.