Guillermo Rothschuh Villanueva
6 de agosto 2023
PUBLICIDAD 1M
PUBLICIDAD 4D
PUBLICIDAD 5D
Cómo no sabemos, excepto los más cercanos al alcalde, si este será el último año que se jugarán toros con su tamaño actual, asistiré puntual a la cita
Una característica de la barrera Catarrán, son los centenares de personas que entran a jugarse la suerte. Foto: Cortesía / Revista Casta de Campeones
Juigalpa, 6 de agosto de 2023
Señor, Lenin Flores Fonseca
Estimado Lenin: Te escribo en tu condición de “Torólogo”, como rezaba la tarjeta de presentación del tradicionalista Lisímaco Chávez. Después de transcurridos tres meses de hacer un llamado al alcalde de Juigalpa, profesor Erwing de Castilla, (Triste, barrera chontaleña será más pequeña. Confidencial, 7 de mayo de 2023), todavía no sabemos si el jefe de la comuna optó por lo más sensato, mantener incólumes las dimensiones de la Barrera Monumental Vicente Hurtado Morales, “Catarrán”. Vos que has consagrado los últimos veinticuatro años de tu vida, a dar seguimiento a las jugaderas de toros, ¿qué noticias tienes? ¿Cómo interpretar su silencio? ¿Crees que todavía hay tiempo para evitar que resulte cercenada y pierda prestancia? Se trata de un legítimo orgullo chontaleño.
Cómo no sabemos, excepto los más cercanos al alcalde, si este será el último año que se jugarán toros con su tamaño actual, asistiré puntual a la cita. Desde 2018 no me asomo por esos lados; han transcurridos cinco años ya. No dudo que durante este tiempo han surgido montadores audaces y que los ganaderos chontaleños han venido haciendo lo indecible, para refrendar su condición de poseer los mejores toros de toda Nicaragua. Entre ellos la nueva camada de San Pedro de Lóvago, de la que me hablaste. Debe haber otros. Los ganaderos chontaleños hacen sus mejores esfuerzos por presentar y disputar año con año, la distinción de resultar como los más comprometidos y aventajados en estas lides. No existe un solo ganadero que desmerezca en esta sana competencia.
Deberíamos animarles a criar toros buenos al cacho; con los cuidados que les dispensan en la actualidad, resulta imposible. Tendrían que realizar viraje de ciento ochenta grados. Hay que convencerlos de presentar en el futuro algo novedoso. ¿Qué hacer para entusiasmarles de la urgencia de contar con tres o cuatro toros no solo buenos a corcovear, sementales que también embistan, parecidos en su bravura a los toros cerriles provenientes de las haciendas Hato Grande, San José y San Ramón? Tuve ocasión de verlos en la barrera donde funciona ahora el Colegio Regina Mundi y después en Pueblo Nuevo. Vos que mantenés una cercanía permanente con los hacendados, deberías persuadirles sobre la importancia que las montaderas se vuelvan más atractivas.
Vi de nuevo la entrevista que De Castilla brindó al periodista Marvin Miranda. Afirma que son 140 millones de córdobas los que invertirán en su construcción. Un poco más de tres millones de dólares. ¡Qué tal! Con esa cantidad podría construirse un hermoso local, sin irrespetar las medidas actuales. Todas las personas que acuden por vez primera a presenciar las jugaderas de toros, quedan impresionadas por dos motivos. Por el espacio dedicado exclusivamente a las montaderas y por las dimensiones del palco. Tema sobre el que vos y yo hemos hablado en varias ocasiones. En un acto de justicia, el escritor Arturo Barberena, bautizó la barrera como “la Catedral taurina de Nicaragua”. En verdad lo es. Nicho de consagración para montadores provenientes de más allá de nuestras fronteras.
Me alegra saber que compartimos el mismo criterio, esto me motivó a escribirte. Es un tema enraizado en nuestra cultura. Seguimos ubicados en primera fila, como vanguardia en las montaderas de toros. Esta es la razón por la que año con año, miles de personas —no solo chontaleños— disponen parte de sus ingresos para estar presentes en las fiestas agostinas. Antes acontecen, con gran resonancia, las celebraciones en honor a Santo Domingo de Guzmán. Los promesantes acuden por millares. ¿Sabías que Lisímaco Chávez se robó en 1961, la imagen del patrono adoptado por los managuas (el verdadero, pero no el festejado, es Santiago Apóstol), debido a que el Arzobispo González y Robleto, había prohibido la celebración? El gesto le valió cárcel y excomunión.
Te expongo lo anterior para que tengamos en cuenta la trascendencia que tienen estas celebraciones en todos nuestros pueblos. Para continuar el legado de su padre, el tradicionalista Bayardo Ortiz, su hija Indiana tiene seis años de celebrar la escogencia de la India Bonita de la Morita. Ella vive en Vancouver, Canadá, y desde allá está pendiente para que la actividad se realice sin contratiempos. Con la muerte de Lisímaco —hace 13 años— sus hijos y familiares, siguen celebrando el 31 de julio en San Judas, la Vela del Barco. ¿Sabes algo sobre la reacción de los familiares de Catarrán? No creo que les haga gracia, achicar el espacio. Ahí mostró su grandeza y realizó sus últimas faenas, el torero más grande que ha tenido Chontales. Una nieta me hizo llegar su descontento.
No me produjo sorpresa que, a raíz de mi artículo en Confidencial, en mayo recién pasado, el estudioso de la cultura tradicional nicaragüense, Wilmor López, me manifestara su solidaridad. Dijo estar de acuerdo conmigo, que constituía un error mutilar la barrera. Para Wilmor las dimensiones deben mantenerse. Es un firme creyente que tradición debe respetarse. Es inevitable que exprese mi disentimiento. Sería un crimen quedarme con el torozón en la garganta. Incurriría en pecado de omisión. No sabemos nada sobre el diseño de la barrera. Lo único que conocemos es lo poco que ha informado De Castilla. Sería conveniente que presentara una maqueta, para que todos podamos apreciar cómo finalmente va a quedar, para no continuar navegando en el limbo. Ojalá se anime.
Carece de memoria histórica, pronto olvidó que el traslado de la barrera a Pueblo Nuevo, se debió porque el espacio era muy pequeño. Tratándose de nuestra más sentida festividad, las autoridades edilicias lo hicieron pensando que hacía falta un espacio digno, para la celebración de nuestra más famosa tradición cultural. Prueba de lo acertado fue que el palco siguió ensanchándose hasta alcanzar los cuatro costados. Una feliz determinación. En vista que cada vez que deseo conocer, ratificar o rectificar algún dato sobre las montaderas de toros por todo Chontales, ya no digamos tu interés por las montaderas en Costa Rica, siendo vos mi más cercano valedor, fue grato que me aclararas que el argumento que los toros se cansaban en sola la salida, no es válido.
Este año volveré a disfrutar de las corridas, básicamente por la razón que te apunté. Todavía no sabemos si las autoridades edilicias, ante los argumentos vertidos, rectificarán su decisión. ¿Existirá alguna forma para que desistan? Sería lo deseable. Aclaro, no iré por nostalgia, un sentimiento reaccionario, iré para perennizar en mi memoria, el recuerdo de una barrera, única en su género en toda Nicaragua. De Castilla insiste que la otra será más pequeña, para disponer de espacio para la celebración de ferias. El alegato cae por su peso. ¡Quienes vamos a la Monumental Catarrán, lo hacemos para deleitarnos con las montaderas! No llegamos por otra cosa. Un engaño terrible. Triste, esperamos tantos años, ¡para que finalmente nos dieran atol con el dedo! Saludos y muchos éxitos.
PUBLICIDAD 3M
Comunicólogo y escritor nicaragüense. Fue decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Centroamericana (UCA) de abril de 1991 a diciembre de 2006. Autor de crónicas y ensayos. Ha escrito y publicado más de cuarenta libros.
PUBLICIDAD 3D