27 de septiembre 2021
El presidente del Banco Central y los medios de comunicación oficialistas pregonaron en días recientes cifras extremadamente positivas sobre el comportamiento de la economía del país en el primer semestre del año. A la par, pero sin hacer ningún pregón, tanto el Banco Central como el Instituto Nacional de Información de Desarrollo, INIDE, incorporaron a sus estadísticas los datos sobre empleo, salarios y carestía de la vida. No vamos a discutir aquí si la información está maquillada o adulterada. Los asumiremos tal cual fueron presentados. Veamos las aberraciones que se desprenden de los datos:
Según el BCN el crecimiento económico en el primer semestre fue aproximadamente del 4% y las previsiones para el segundo semestre son de un dinamismo mayor. Después de tres años consecutivos de caída económica, este dato deberíamos considerarlo como una noticia positiva, toda vez que ordinariamente, un mayor crecimiento económico se traduce en generación de mayor empleo y mejoras en el ingreso real, tanto de empresas como de trabajadores, lo cual debería repercutir favorablemente en el bienestar de la población.
Sin embargo, cuando escarbamos más en las estadísticas oficiales constatamos la siguiente aberración: El crecimiento económico, en Nicaragua, genera más desempleo y subempleo, y mayor deterioro salarial y carestía de la vida.
Aquí están las evidencias, con base en las estadísticas oficiales:
A mayor crecimiento económico, mayor desempleo
Según el Banco Central, el número de afiliados al INSS en los meses de junio y julio fue menor que en el mes de mayo. Las afiliaciones al INSS constituyen uno de los indicadores sobre el desempeño del empleo en la economía formal. Se trata de los trabajadores que tienen la suerte de estar laborando en empresas debidamente establecidas. Aproximadamente el 20% de la fuerza laboral se ocupa en la economía formal.
Por su parte, el INIDE publicó su “Informe de Empleo”, correspondiente al segundo trimestre del año.
¿Qué dice ese informe? Dice que el desempleo abierto se elevó en el segundo trimestre en relación al primer trimestre de este año. Y dice más: Que en el primer trimestre fue mayor que en el último trimestre del año pasado. Esto incluye tanto a los trabajadores de la economía formal como de la economía informal. En otras palabras: De acuerdo al Gobierno, junto al crecimiento económico se registró un crecimiento del número de desempleados entre los meses de enero y junio.
¿Cómo explicar los alegres datos sobre el crecimiento económico a los trabajadores que perdieron su empleo en este período?
A mayor crecimiento económico, mayor subempleo
El INIDE considera en condición de subempleo a los trabajadores que ganan menos del salario mínimo, o que trabajan un día sí, un día no, porque no encuentran un trabajo estable. Es una condición laboral de extrema precariedad.
Pues bien, según esa institución el porcentaje de subempleados se elevó en el segundo trimestre en comparación con el primer trimestre. El informe indica que el 45% de la población laboral se encuentra en condición de subempleo.
Si sumamos los porcentajes de desempleados, subempleados y lo que denominan trabajadores en total nos resulta que el 63% de la fuerza laboral padece los rigores de no tener ingresos o que sus ingresos son menores al salario mínimo que, dicho sea de paso, es el menor de Centroamérica.
¿Cómo explicar los beneficios del crecimiento económico a este 63% de la fuerza laboral nicaragüense?
A mayor crecimiento económico, mayor deterioro de los salarios y mayor pobreza
Según las estadísticas del Banco Central, los salarios reales de los trabajadores de la economía formal se deterioraron a lo largo de todos y cada uno de los meses del primer semestre. Explicado en cristiano: El deterioro del salario real significa menos arroz, menos frijoles, menos azúcar, menos tortillas, menos comida en las mesas de los hogares de aquellos trabajadores que tienen la suerte de contar con un empleo estable. Y el deterioro fue mayor en el segundo trimestre que en primer trimestre.
¿Cómo les irá a los trabajadores de la economía informal o a los subempleados?
La otra cara del deterioro de los salarios reales es lo que se conoce como carestía de la vida.
Según el INIDE, en diciembre del año pasado el costo mensual de la canasta básica fue de 14 526.34. En el mes de junio el costo se elevó a C$ 15 305.34. Medido por este dato, el costo de cubrir las necesidades elementales de una familia se elevó en casi 800 córdobas en el primer semestre del año.
De acuerdo al último informe publicado por el INSS, más del 66% de los trabajadores devengaba menos de diez mil córdobas. Con ese ingreso no alcanzan ni siquiera para cubrir el componente de alimentos de la canasta básica. Pero hay más.
Vean lo que es la propaganda: El Gobierno hizo una alharaca, a comienzos del año, con el ajuste del 3% en el salario mínimo. El salario mínimo de una trabajadora de las zonas francas es de 7000 córdobas. El ajuste representó 270 córdobas. Ese ajuste se lo comió el aumento de la canasta básica solo en el mes de enero.
También hicieron otra alharaca con el ajuste del 5% a los trabajadores del Estado. Si consideramos un privilegiado que devenga un salario de 10 000 córdobas, recibió un ajuste de 500 córdobas.
¡Pero el costo de la canasta básica se elevó en casi 800 córdobas al mes de junio!
Es decir, la dictadura les sacó la lengua con esos ajustes y todavía les exigió que lo agradecieran.
Si aumentaron los desempleados y aumentaron también los subempleados; si los salarios reales se encogieron y si la canasta básica se encareció en casi 800 córdobas entre diciembre y junio ¿Cómo estarán los niveles de pobreza?
No se necesitan ejercicios econométricos para estimar los niveles reales de pobreza en el país.
El capitalismo de rapiña es la causa de estas aberraciones
¿Cómo explicar que el crecimiento económico genere mayores niveles de desempleo y subempleo? ¿Cómo explicar que el crecimiento económico deteriore las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población?
Si el crecimiento económico es real y no beneficia a la inmensa mayoría de la población ¿A quiénes beneficia? …Porque a algún sector debe beneficiar.
No es necesario ser adivino para responder estas preguntas si consideramos cómo les va a los tagarotes que están en el negocio del combustible, los cuales obtienen mucho mayores tasas de ganancia que sus pares centroamericanos, flagelando como sobreprecios a empresarios y consumidores. O los tagarotes del negocio de la electricidad: empresarios y consumidores nicaragüenses pagan una de las tarifas más altas del mundo. O a los depredadores de la minería. O los que abultan sus bolsillos con fraudes y licitaciones amañadas.
En definitiva, la explicación se encuentra en el capitalismo de rapiña impuesto por la dictadura.