Huelga magisterial en México

México.- Llegué a México en un momento de agitación, cuando los maestros aglutinados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), estaban en huelga (y siguen estándolo). La paralización de actividades se debe a la reforma educativa impulsada por el gobierno de la república, para buena parte de los mexicanos, más bien se trata de una reforma laboral. Resulta difícil conciliar intereses, el país está polarizado. Las posibilidades de concertar acuerdos son mínimas. La huelga magisterial lleva cuarenta días y la solución parece abrirse paso. El gabinete de gobierno dejó de transcurrir demasiado tiempo para empezar a dialogar, una solicitud formulada también por distintos estamentos de la sociedad mexicana y por intelectuales de diversas partes del mundo.

Tuvo que haber muertos para reflexionar sobre la de cerrazón con un magisterio curtido en estas luchas. Los miembros de la CNTE expresaron que la trifulca en Oaxaca, donde murieron 8 personas y dejó a más de 100 heridos, fue provocada por infiltrados que deseaban mal disponer al magisterio, para restarle apoyo ciudadano.  Todavía investigan a los responsables de la masacre. Las muertes se tradujeron en una baja sensible en la credibilidad de las autoridades. En el sur ⧿Chiapas y Oaxaca⧿ la CNTE tiene profundas raíces históricas. ¿A quién se le ocurriría lanzar acusaciones contra el líder magisterial Heriberto Margarito López? Los señalamientos de robo calificado y tentativa de homicidio fueron un bumerang. Estallaron en la cara del gobierno. Era improbable que alguien diese crédito a la acusación.

Igual rechazo ocurrió ante la acusación contra el dirigente sindical Rubén Núñez, a quien señalaron de lavado de dinero en Ciudad México. Para muchos mexicanos se trató de “siembra de evidencias”, con la finalidad de determinar de antemano su culpabilidad. El arreciamiento del conflicto adquirió particularidad asombrosa con lo ocurrido en Chiapa de Corso. La Policía Federal que se había hospedado en el hotel La Ceiba fue desalojada ante la protesta masiva de los habitantes de esta ciudad mayoritariamente indígena. Las campanas tocaron a rebato, los pobladores se movilizaron y acudieron frente a las instalaciones del hotel demandando a sus propietarios no dar hospedaje a los policías, lo cual finalmente se cumplió. Todas estas reacciones invitaban abrir negociaciones.

El cuestionamiento a fondo a la reforma obedece a que no fue discutida con los maestros. Tratan de imponerla. Los aspectos disputados se relacionan, primero, con la obligatoriedad de los maestros de efectuar un examen previa renuncia de la plaza en su poder; y en segundo lugar, a que renuncien también a la antigüedad acumulada. Con estas imposiciones los maestros concluyen que se trata de una reforma laboral y no de una reforma educativa. Una reforma educativa debería atacar los males estructurales que padece la educación en México y no a obligarlos a renunciar derechos adquiridos. Para los maestros y sus aliados políticos, la reforma se inscribe dentro del proceso de privatización impulsado por el gobierno que abarca a  empresas públicas, petróleo, industria eléctrica, minas y seguridad social.

Con la intención de orientar el debate se señaló que el 48% de las escuelas públicas carecen de drenajes, 31% no disponen del servicio de agua potable, 12.8% no tiene servicios sanitarios y el 11.2% no cuenta con energía eléctrica. Los datos fueron tomados de la investigación Desigualdad extrema en México (2015), efectuada por Gerardo Esquivel Hernández. La propuesta de los maestros pasa invariablemente por la suspensión de la reforma. El subcomandante Marcos rompió el silencio. El diario Reforma publicó íntegramente, el sábado 18 de junio, algunos apuntes de su cuaderno Gato-perro: “- No sabemos si en el resto del país, pero al menos en Chiapas, los de arriba están perdiendo la guerra mediática”. Afirmación que ilustra sobre el poder limitado de los medios en tiempos de crisis. Los gobernantes debieron tomar en consideración, que teniendo a su favor la inmensa del aparato mediático, el apoyo a los maestros se mantiene.

La huelga ocurre en un mal momento para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). La pérdida electoral en 7 gubernaturas de 12 que estaban en juego, les exigía ser cautelosos. La dirigencia priista sigue indagando las razones de una derrota que todavía no asimila. La huelga se convirtió en un test formidable para el partido en el poder. De su desenlace y solución depende en gran medida la percepción que habrá de forjarse la ciudadanía. Los liderazgos se ponen a prueba en momentos como los que vive la sociedad mexicana. ¿Sabrá conjurar la crisis? ¿La opción ensayada permitirá evaluar y reformular los contenidos de la reforma educativa? El primer paso era escuchar a los maestros. Lo adecuado era convocarlos al diálogo, como lo están haciendo ahora, aunque tardíamente. ¡Ojalá logren consensuar acuerdos!