22 de marzo 2016
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(Nota: filosofiando es gerundio del inexistente verbo filosofiar, que se supone debería significar algo así como fiar ideas, conceptos y situaciones a los tiempos pasados y actuales, para escribir después con el filo crítico deseado)
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Ningún medio de comunicación importante de Nicaragua del sábado pasado (ni después) dijo nada sobre la visita a Cuba del presidente de Venezuela, el día anterior, donde, además de firmar convenios de cooperación, recibió la Orden José Martí. Dicen que para quien no lee, el mundo es como si no existiera, pero para quien lee “nuestros” medios, es como si el mundo fuera el inexistente...
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La visita de Obama a Cuba comenzó a “existir” varias semanas antes, y fue informada, comentada y deformada casi como si fuera lo único existente en el mundo. Guardaron silencio sobre la visita de Maduro, por la turbación que les causó que Cuba reafirmara su hermandad con Venezuela, casi ante un Obama que la tiene como una “amenaza”. También fue una reafirmación de soberanía, ante los aires de perdonavidas que le dan a Obama por viajar a Cuba.
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Obama no es el segundo presidente norteamericano que visita la república de Cuba, sino el primero. Lo que hizo Calvin Coolidge, en 1928, fue asistir a una isla a observar la VI Conferencia de su ministerio de colonias de entonces, la Unión Panamericana.
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El compañero editor de la edición de ayer lunes de La Prensa, parece que usó un criterio político en vez del profesional, pues le dio cuatro columnas y la parte superior a un molote en La Habana, donde no se ve quién le pega a quién; y, al contrario, le dio solo dos columnas a una agresión feminazi en Xiloá, donde la violencia se pinta a todo color. Al menos en este caso, la ficción no supera a la realidad.
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Los lectores de los medios de comunicación, deben leerlos y oírlos pensando en que lo que les dicen, es como la bandera nacional de los países: siempre tienen dos o más colores.
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Cuando un medio de comunicación enarbola una mentira contra cualquier causa, es como un soldado cuando enarbola la bandera blanca en su trinchera: una señal de su rendición ante el enemigo.
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La libertad de expresión para el periodista, es lo que la libertad de trabajo para el obrero: solo puede gozarla cuando el empresario se lo permite.
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El periodista sin ética, juega con la verdad como el enamorado inseguro cuando deshoja la margarita: la digo, no la digo, la digo, no la digo… y al final no la dice.
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El doctor Marx no se equivocó, pero en la época del capitalismo global, la religión ya no es el opio de los pueblos; ahora, el opio de los pueblos… es la desinformación mediática.
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La diferencia entre los diputados oficialistas opuestos al decreto imperial de Obama contra Venezuela, y los diputados del PLI que lo apoyaron con su abstención, es que los primeros ven la solidaridad como pago de beneficios recibidos; y los segundos ven la democracia como una herencia beneficiosa de la doctrina Monroe…
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El revolucionario del Siglo 18 soñó con hacer una revolución como no la hubo en los siglos anteriores. El revolucionario del Siglo 19 soñó con una revolución mejor que las revoluciones del Siglo 18. El revolucionario del Siglo 19 soñó con una revolución mejor que las revoluciones del Siglo 18. El revolucionario del Siglo 20 soñó con una revolución mejor que las revoluciones del Siglo 19. El revolucionario del Siglo 21 sueña con una revolución mejor que las revoluciones del Siglo 20. El reaccionario del presente –igual que el reaccionario de los siglos pasados—, sueña con… evitar cualquier clase de revolución.
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La mujer del encomendero, era el Ama de Casa encargada de la servidumbre de su hogar. La mujer del criollo, era el Ama de Casa vigilante del trabajo de los criados de su hogar. La mujer del capitalista, es el Ama de Casa que controla el trabajo de sirvientas o empleadas de su hogar. La mujer del obrero y la madre soltera hacen gratis los trabajos domésticos de su hogar y, en general, hacen otra jornada afuera. Pero, cínica y falazmente, también se las llama… “Amas de Casa”.
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La diferencia entre un negro gringo partidario del ultra derechista Trump y la gringa caituda nicaragüense que ama al mismo Trump, es que al primero lo impulsa su atávico complejo de esclavo y a la nica la estimula su atávico espíritu de colonizada.
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El artesano come de la venta de lo que produce con sus manos; el proletario come de la venta de su fuerza de trabajo; y el empresario usa sus manos cuando vende todo lo que producen el artesano y el proletario.
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El hambre, esa necesidad que siente el ser humano en su estómago, como todo ser viviente, no conoce las diferencias de clase…pero la comida sí, las conoce: el miserable come cuando puede y no cuando quiere; el pobre come lo que puede y no lo que quiere; el clase media no siempre está seguro de que podrá comer cuando quiere; el rico siempre escoge lo mejor para comer cuando y cuanto quiere.
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El partido político que solo piensa en el pueblo cuando hay elecciones, solo busca unos cuantos huesos y curules para roerlos o chuparlos al gusto.
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Los políticos de partidos curuleros, son como parásitos pegados al cuerpo del país: pero contra ellos no existe un insecticida ético capaz de exterminarlos.
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El político oficialista, se parece al muñeco de un ventrílocuo: mientras el dueño no le presta la voz ni le mueve la quijada para hacerlo “hablar”… ni la cabeza levanta.
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El político de oposición que solo convoca a las masas a elecciones sin ofrecerles un verdadero programa, es como el cura que toca las campanas de su iglesia convocando a la procesión… sin haber vestido al santo.
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El ciudadano que deposita su voto en la urna sin que le ofrezcan garantías de transparencia y honestidad, le pasa lo que al creyente que deposita su óbolo en la alcancía de una iglesia… donde el cura es un impostor, cleptómano y violador.
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El ciudadano que no critica ni se organiza para combatir la injusticia social, y más bien se siente cómodo en con ella, se morirá con su indiferencia, pero no importa; de todas maneras… pues ya está muerto en vida.
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No hay que temerle a la muerte, sino sentir pesar por la vida que se perderá, cuando ya estemos acostumbrados a vivirla.
Cronología imperial (*)
1948.- 1) En abril, y en el transcurso de IX Conferencia Panamericana, es asesinado el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, en repudio del cual se desató una acción popular que se conocería desde entonces como “el bogotazo”.
2) Al discutirse en aquella conferencia el tema de las colonias en América, Estados Unidos votó en contra de su independización, defendiendo su posesión colonial sobre Puerto Rico, y en las posesiones de Gran Bretaña sobre Belice, las islas Malvinas y Guayana,
3) En octubre, en Perú se produjo el cuartelazo del general Manuel Odría, con el reconocimiento automático de los Estados Unidos.
4) Se inauguró una política de tácito aval a todos los aventurerismos militares o civiles en América Latina, a condición de que sus regímenes no contrariaran las miras, objetivos y la ideología imperante de los Estamos Unidos.
5) En noviembre, se corroboraron esos propósitos cuando en Venezuela se produjo el cuartelazo contra el presidente-escritor Rómulo Gallegos (autor de la novela Doña Bárbara), a instancias de las compañías petroleras gringas. (Ahora tampoco ocurre nada en Venezuela, que no sea a instancias de las mismas petroleras).
(Continuará)
(*) Resumida de Guía del Tercer Mundo-86.
