28 de octubre 2024
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Forbes ha informado esta semana una caída dramática en el número de encuentros fronterizos de migrantes nicaragüenses con la Patrulla Fronteriza en el límite suroeste de EE. UU., atribuible en gran parte a las políticas de la actual Administración estadounidense, que aprobó el parole humanitario como opción de ingreso legal a Estados Unidos.
Según un análisis de la National Foundation for American Policy, los encuentros con migrantes nicaragüenses, así como de cubanos, haitianos y venezolanos, se redujeron 98% entre diciembre de 2022 y septiembre de 2024, un resultado directo del programa de libertad condicional humanitaria implementado por el Gobierno de Joe Biden, conocido coloquialmente como “parole”.
Este programa permite la entrada mensual de hasta 30 000 personas provenientes de estos países, con autorización de trabajo incluida, lo que ha creado una vía legal y regulada para aquellos que buscan ingresar a Estados Unidos, con un patrocinador que asegura que esos migrantes no causarán ningún gasto al presupuesto público, según los datos ofrecidos en el reportaje titulado La inmigración indocumentada ha disminuido 98% desde 4 países clave (Undocumented Immigration Has Plummeted By 98% From 4 Key Countries), escrito por Stuart Anderson el 25 de octubre.
En diciembre de 2022, la Patrulla Fronteriza detuvo a 15 280 nicaragüenses, pero para septiembre de 2024, este número cayó drásticamente a 298. Este cambio radical es destacado como uno de los logros más significativos en la reducción de la migración irregular desde Nicaragua, un país en el que la represión bajo la dictadura de Daniel Ortega ha provocado oleadas migratorias en los últimos años.
Diversas organizaciones especializadas, como la Fundación para la Libertad de Nicaragua, estiman que entre 2018 y 2023, más del 15% de la población ha salido del país. La mayor migración ha sido hacia Costa Rica, que a diciembre del año pasado había recibido casi 250 mil solicitudes de refugio. Estados Unidos es el segundo país de destino de los nicaragüenses, seguido de España.
En el caso de Estados Unidos, el análisis de Stuart Anderson también señala que el número total de encuentros fronterizos en septiembre de 2024, (53 858), es notablemente menor en comparación con los 75 316 encuentros que ocurrieron en enero de 2021, durante los últimos días del mandato del expresidente Trump.
A pesar de que las tasas de entrada ilegal son más bajas ahora que en ese entonces, este logro no se menciona en el discurso político de la campaña actual, según Forbes. Esta reducción, específicamente para los migrantes nicaragüenses, representa un cambio fundamental en las dinámicas migratorias hacia EE. UU., destacando el impacto que las políticas de vías legales pueden tener en la disminución de la inmigración indocumentada.
El futuro del parole humanitario
Aunque los datos actuales muestran el éxito del programa de parole humanitario, su futuro es incierto. Especialmente si la fórmula republicana de Donald Trump y JD Vance gana las elecciones. Ambos han sido categóricos al afirmar que, de llegar al poder, eliminarían el parole humanitario de inmediato, lo que pondría en riesgo a miles de migrantes nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos que dependen de este programa para vivir y trabajar legalmente en los Estados Unidos.
El parole es una medida temporal que permite la entrada y permanencia de ciertos no ciudadanos en Estados Unidos por razones urgentes de carácter humanitario o de beneficio público. Sin embargo, tiene un principio y un fin claramente establecidos, y es vital que los beneficiarios comprendan que su estatus en el país está sujeto a una fecha límite. Durante el periodo en el que están en EE. UU. bajo el parole, deben considerar ajustar su estatus migratorio para evitar caer en la ilegalidad una vez que este expire.
Si una nueva administración elimina el parole sin abrir alternativas viables de ajuste migratorio, los beneficiarios actuales podrían enfrentarse a la deportación luego de cumplir dos años en el país, especialmente aquellos que no hayan logrado regularizar su situación migratoria en la fecha indicada. Esto sería devastador para muchos nicaragüenses que huyen de la represión de Ortega, y en algunos casos, podrían incluso quedar en un “limbo migratorio” si el régimen nicaragüense les niega la entrada de regreso al país, como ha ocurrido previamente.
Aprovechar la ventana de oportunidad
El parole humanitario ha proporcionado una solución temporal para miles de nicaragüenses que huyen de la persecución política, pero es crucial recordar que este es un estatus con fecha de caducidad. Ante la posibilidad de que el programa sea cancelado, los beneficiarios deben aprovechar este tiempo para explorar otras alternativas de regularización, como solicitar asilo o ajustar su estatus a través de medios familiares o laborales.
Lamentablemente, el futuro del parole está ligado a la política migratoria de la administración que esté en el poder, y en este momento, la polarización en EE. UU. hace incierto si se mantendrán estas protecciones.
