17 de marzo 2018
Queda mucho camino por recorrer y una intensa y difícil lucha que librar en cuanto a la igualdad de géneros, como se evidenció con las múltiple reacciones de sorpresa y hasta asombro, por la participación en la marcha del jueves 8 de marzo de un grupo organizado de varones que se nombra “Hombres por una Nueva Masculinidad (HONMA)”, quienes fueron uno de los centros de atracción de esta formidable manifestación que mostró una vez más el poderío del movimiento social de mujeres.
El grupo era pequeño, apenas una decena de hombres que portaban tres mantas, una con su nombre, muy grande, de seis metros de ancho, en letras negras sobre fondo blanco; y dos más, una que decía “Caminando hacia la igualdad, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer” y otra que planteaba, “Un verdadero hombre no maltrata a la mujer”.
También mostraban pancartas con los siguientes textos: “Los hombres de HONMA condenamos los femicidios”; “Somos hombres pero no machistas”; “Proponemos una masculinidad de respeto a la mujer”; “Nicaragua necesita hombres pacíficos”; “Somos hombres por la igualdad de la mujer”. No dejaban lugar a dudas en cuanto a sus propósitos claramente pro igualdad de derechos y de cuestionamiento a la masculinidad de dominación de la mujer que prevalece en la sociedad.
Ese pequeño grupo de hombres heterosexuales, algunos de ellos conocidos profesionales e intelectuales, con sus mantas y pancartas se convirtieron en algo inusitado, pues frente a ellos desfilaron los fotógrafos y camarógrafos que le daban cobertura a la marcha. También personas por su cuenta, con cámaras profesionales, sobre todo extranjeras, o con sus teléfonos celulares, buscaban una foto del insólito grupo.
No es de extrañar que HONMA haya causado revuelo, interés y curiosidad, ya que es la primera vez que hombres heterosexuales participan organizadamente como tales en esta alegre manifestación ya tradicional de las mujeres. Además, sus lemas son provocadores, comenzando con su nombre “(…) por una Nueva Masculinidad”.
¿Cuál nueva masculinidad?, dicen algunos, alterados, y afirman que ya tenemos una. Es cierto, tenemos una, una masculinidad al estilo Noel Cruz, que al mediodía del “Día Internacional de la Mujer” apuñaló a su esposa porque esta lo dejó después de soportarle sus agresiones durante algún tiempo. Cruz también tiene otra compañera a la que maltrata. Este comportamiento machista de ofender e irrespetar a su pareja y de considerar que ella era de su propiedad y le podía hacer lo que le viniera en gana, es inaceptable, repudiable, condenable. Claro, estos son extremismos. En la mayoría de los casos el machismo tiene otras expresiones, nada sutiles, pero tampoco comparables con el asesinato.
Y es que los de HONMA consideran que la masculinidad o el modo de ser hombre que prevalece en Nicaragua, es algo viejo, más bien antiguo, milenario, desde la época de las cavernas, y que ha aguantado el paso de todos los tiempos, los cambios ideológicos, culturales y tecnológicos, las luchas y transformaciones sociales, las revoluciones y las guerras. Se mantiene incólume hasta nuestros días, con apenas algunos pequeños cambios superficiales, la concepción de que el hombre es superior a la mujer por lo que esta debe ser dominada y controlada y puesta al servicio del macho.
HONMA rechaza y condena ese tipo de masculinidad que llevó a un hombre del reparto Sol de Libertad, en esta capital, a golpear a su niño y casi asfixiarlo, porque tomó sin su consentimiento su anillo matrimonial. La mamá del menor salió en su defensa y el hombre fuera de sí la agarró por el cuello, después quemó una ropa, el colchón de una cama y no se incendió la casa por el oportuno auxilio de los vecinos. Esta forma de ser hombre es negativa, contraproducente y produce daño y dolor a la familia nicaragüense. Debemos ser hombres respetuosos de las demás personas, mujeres y hombres, niñez y vejez.
Los varones de HONMA creemos que hay otra forma de ser hombre, un modo nuevo de serlo que parte del concepto de igualdad de derechos, lo cual debe manifestarse en el hogar, en el trabajo, en los sindicatos, en las escuelas y universidades. En todas partes. Una masculinidad que en sus relaciones con las mujeres, otros hombres, niños y ancianos, se base en la responsabilidad, la fraternidad, el respeto y la solidaridad. Es un asunto de humanismo y de derechos humanos.
Hombres por una Nueva Masculinidad apenas tiene unos días de haber nacido y, sin embargo, ya ha “lastimado” la susceptibilidad de algunos machistas, como la de un fundamentalista religioso y homofóbico que en Facebook los ha atacado durante varios días. En oposición, medio centenar de feministas y más de tres decenas de hombres, han saludado la iniciativa de estos varones. Esto último explica por qué a los doce fundadores ya se les unieron otros doce.
En su más reciente reunión de trabajo los hombres alegres de HONMA decidieron elaborar un procedimiento para la admisión de nuevos miembros a fin de garantizar que realmente sean luchadores por la igualdad de derechos y no farsantes o quintacolumnistas llegados a sabotear a la joven organización que pretende convertirse en un movimiento social.
HONMA no cuenta con financiamiento, no tiene patrocinadores, solo el entusiasmo y la buena voluntad de sus miembros, pero saben que sus ideas de igualdad de género son poderosas y que pueden mover montañas. También saben que necesitarán algo más que esto último, pues la clave para avanzar está en los cambios culturales e ideológicos que son difíciles de lograr y solo se concretan a muy largo plazo.
Esperan que en un momento determinado HONMA pueda convertirse en un grupo que contribuya a la educación de adolescentes y jóvenes en una nueva masculinidad, pero su trabajo actual es más de incidencia política, como lo mostraron en la marcha del 8 de marzo, donde atrajeron la atención de una decena de medios de comunicación.
Este nueve de marzo tuvieron su primer taller de formación en masculinidad, continuarán con otro el día 22 y luego en abril, hasta apropiarse de los aspectos sustantivos de las principales teorías y prácticas sobre este aspecto así como acerca de feminismo, género, igualdad y equidad, para garantizar la construcción de un discurso que pueda calar en la sociedad.
Hay muchas teorías y enfoques, incluso el de un determinismo biológico que establece jerarquías en la sociedad comandadas por los hombres; o feminismos que no creen en la igualdad sino en transformar desde la raíz el sistema de explotación capitalista. Hay que leer, debatir, sintetizar, tomar en cuenta el contexto y producir un nuevo conocimiento. Paralelo a su capacitación, en HONMA trabajan en un documento constitutivo y en un plan de acción.
Entre los miembros de HONMA hay sociólogos, ingenieros, técnicos industriales, periodistas, investigadores sociales, un estudiante de periodismo, docentes, promotores culturales, escritores y economistas. De sus miembros, dos están en León, uno en Matagalpa, uno en EE. UU, otro en Canadá y los demás en Managua. Casi todos son personas mayores, solo cuentan con dos jóvenes.
¿Qué pasará con HONMA? ¿Sobrevivirá a los ataques de los sectores más conservadores de la sociedad que defienden su poder machista? ¿Logrará consolidarse ideológicamente para construir un sólido discurso que los cohesione y fortalezca como para permanecer unidos por largo rato, o se desplomarán ante un entorno desfavorable y amenazante?
Las feministas son aliadas naturales de HONMA. Solicitamos su parecer, antes de integrarnos a la marcha de las mujeres, porque ellas son las organizadoras, pero los Hombres por una nueva masculinidad somos autónomos y sería sano que así nos mantuviéramos, aunque en estrecha alianza con los sectores más progresistas y de avanzada social.
Tomamos nota del creciente interés –al menos en sus planteamientos públicos-- por enfoques de igualdad de parte de cámaras empresariales. En APEN, Sylvia Torres laboró en programas de género. Lucy Valenti impulsa esta perspectiva en el Cosep y en Amcham lo hace su recién electa presidenta María Nelly Rivas. Me he preguntado de dónde surge este interés de los especialistas en acumulación de capital, y la respuesta es que la igualdad entre mujeres y hombres en el trabajo produce más riqueza que con el esquema de dominación actual.
Hace unos días el prestigioso Mckinsey Global Institute presentó en Masaya los resultados de su investigación “El poder de paridad: cómo avanzar en la igualdad de las mujeres puede agregar US$12 billones al crecimiento global”. Plantean que la adopción de políticas de género de los países avanzados permitiría a nivel mundial un crecimiento económico del 11%.
Aunque no sea por humanismo sino por la desmedida ambición a la ganancia, esto debería manifestarse a corto plazo, entre otras medidas, en políticas de igual salario entre mujeres y hombres que desempeñan el mismo puesto y en nombrar a más mujeres en cargos directivos. Cuanto antes lo apliquen los grandes empresarios, mejor.
HONMA es un grupo de hombres con una propuesta pertinente, que tiene una pequeña audiencia masculina educada que se rebela ante el sistema de dominación contra la mujer y con una población mayoritaria de adolescentes y jóvenes sedienta de escuchar sobre temas relacionados con masculinidad y cómo relacionarse con los demás agentes sociales.
Veremos si los hombres de HONMA resultan más fuertes que los fundamentalistas religiosos y los homofóbicos que ya comenzaron a asediarlos.
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