11 de octubre 2016
Me levanto y comienzo a leer noticias. Desde la noche pasada quedé tocado con la entrevista a la profe Nilamar. Eso ya está en mi cabeza cuando comienzo a leer: las marchas, lo de El Tamarindo, el proceso "electoral" me sale en las redes. Lo del libro de segundo grado donde enseñan sobre Rosario Murillo como héroe de la revolución captura mi atención, pero mi primera impresión es que es demasiado ridículo para ser cierto. Paso a pensar ideas y comienzo a trabajar una sobre la profe Nilamar y otro par de cosas. La boceto, la entinto, la coloreo, la termino, pero en todo el proceso hay algo que no me deja tranquilo. ¿Cómo que falta algo? Como sea, la caricatura en cuestión está terminada y parece que después de todo no está nada mal. Hago una pausa, salgo a dar una vuelta y esa sensación de que falta algo, no me abandona. Vuelvo a encerrarme en la oficina, dispongo un nuevo archivo de dibujo y voy a releer de nuevo las noticias que han ido saliendo en el día. Me vuelve a salir lo del libro con "la Chayo", y esta vez pienso: "Sí, es ridículo, pero ideay, estamos en Nicaragua, es absolutamente posible". Luego encuentro una nota periodística que valida la nota sobre el libro. ¿Hay algo ahí? Miro la página en blanco, aún quiero hablar sobre la profe Nilamar..., pero está esto del libro. Es insólito. ¡Y pum! En tres segundos, sin saber de dónde ni cómo, veo en mi cabeza la caricatura terminada, con diálogos y todo, ni siquiera la apunto, comienzo a dibujar y pintar hasta que la termino. Ahí está. Esta es la de mañana, la mando. Hoy la veo publicada y digo: "¡Puuuta! ¡Si era tan obvia la conexión! ¡Cómo no la miré antes! Cambio de ventana, escribo esto y empiezo a buscar la próxima.