30 de marzo 2023
Jefes de Estado y delegaciones que participan de esta Cumbre por la Democracia me uno a ustedes en el deseo universal de una gobernanza responsable, transparente, respetuosa los derechos y más humana en nuestros países y la región.
Mi nombre es Lesther Alemán, el 9 de febrero fui excarcelado y desterrado por la dictadura de Daniel Ortega, hoy me presento ante ustedes como un joven nicaragüense que sueña con un país en el que los derechos humanos sean garantizados y que por pensar diferente no nos asesinen, no nos encarcelen o exilien.
A lo largo de su historia Nicaragua tiene mucho que enseñar de sus errores políticos, conflictos entre hermanos y la corrupción; pero muy poco en cuanto a momentos democráticos.
Desde el año 2018 soñábamos y soñamos, con un país de oportunidades sociales, políticas y económicas donde los jóvenes pudiéramos desarrollarnos sin temor, sin represalias, sin arriesgar nuestra libertad y hasta nuestra vida.
Luchando por la justicia y que se respetará la decisión de los nicaragüenses.
La inexistente democracia en Nicaragua y la cada vez más pronunciada radicalización autoritaria del régimen de Daniel Ortega han arruinado a nuestra generación, que le ha tocado pagar los costos más altos.
Hoy las familias están divididas por la persecución y asedio de la dictadura que ha obligado a miles de nicaragüenses a huir de su país. Las cárceles con puertas giratorias para todos aquellos que cuestionamos al poder. Y el cementerio para aquellos que anhelan la libertad.
A cinco años de la crisis política en Nicaragua prolongada por la ambición de poder en la familia Ortega y Murillo. Los resultados claman con urgencia que se solucione. Más de 355 personas asesinadas, 37 presos políticos en condiciones inhumanas, un exilio forzoso para miles y más de 6 millones de nicaragüenses que viven una cárcel a cielo abierto en lo que queda de país.
A pesar de esta brutal represión de la dictadura sandinista y los altos riesgos que significa resistir, los jóvenes nicaragüenses decidimos defender la dignidad de nuestra nación y construir un presente y futuro en democracia.
En 2021 la dictadura ejecutó una ola de encarcelamientos a una parte de la oposición, pero no logró impedir que las voces de quienes quedaban siguieran resonando en el mundo. Logrando condenas de muchos países ante la brutalidad del régimen y provocando mayor aislamiento a su control. Este comportamiento de Daniel Ortega reafirma que en el país se han cometido y se cometen crímenes de lesa humanidad. Crímenes que tienen como principales responsables a Daniel Ortega y a Rosario Murillo.
Hasta hoy siguen en la impunidad. Lo que motiva a que la dictadura los siga cometiendo.
¿Creerán ustedes que eso es gobernar con base en derecho, respetando la Constitución, el derecho internacional, con base en los más mínimos estándares de decencia y humanismo? ¡Por supuesto que no! Toda Nicaragua es la escena del crimen: de los crímenes de lesa humanidad.
Por tanto, el problema e inestabilidad que provoca Daniel Ortega y su totalitarismo en nuestro país, es también un mal que aqueja y debe preocupar a la región. Les pido que como Estados miembros en esta Cumbre que defienden y priorizan la democracia, la libertad, justicia y derechos humanos sean el eco de nuestras denuncias, agoten todas sus medidas para aislar al régimen de Ortega, eviten que el régimen tenga acceso a fuentes de financiamiento que sostengan su brazo represor y se unan a la denuncia mundial. Mostrarse indolentes tratándose de una crisis de derechos humanos también tiene responsabilidad.
Es necesario que ustedes como líderes mundiales nos acompañen a los nicaragüenses a restablecer el respeto y la garantías a las libertades y derechos fundamentales, en encontrar justicia para las víctimas y a promover la participación de los jóvenes en el activismo político.
Sean ustedes una ayuda para que no olvidemos que familias enteras esperan justicia, actuemos por la liberación de nuestro monseñor Rolando Álvarez y la de los demás presos políticos y logremos hacer que en Nicaragua no sea un horror vivir.
Daniel Ortega ganó el control, pero perdió el poder después de la farsa electoral de 2021. Se aferra a estrategias efímeras de imponer el miedo. Pero, en Nicaragua las dictaduras terminan derritiéndose ante un pueblo que tiene vocación de libertad, de democracia y de justicia. Al igual que la dinastía somocista, la dinastía sandinista de Daniel Ortega y su familia, pasarán a la historia, a las páginas más oscuras de nuestra trágica, pero también gloriosa historia.
La democracia es posible para Nicaragua y nosotros los jóvenes estamos dispuestos en trabajar hasta conseguirla. Como piedra fundamental en la construcción de una nueva Nicaragua libre y democrática.
*Palabras del excarcelado político Lesther Alemán, este 29 de marzo de 2023, ante la II Cumbre por la Democracia, organizada por Estados Unidos, Costa Rica, Países Bajos, Zambia y Corea del Sur.