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¿Cómo es la izquierda en Nicaragua?

La izquierda como expresión política partidaria desapareció en Nicaragua. Pero la derecha, como expresión política, se ha concentrado en el orteguismo

Caricatura de Sandino y Ortega

Onofre Guevara López

21 de octubre 2024

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Para tratar de responder esta pregunta, primero recordemos que existe dentro del conflicto social un concepto convencional que define a la izquierda como una expresión política progresista en disputa con la tendencia política reaccionaria que, también convencionalmente, se la califica de derechas. En la conciencia de cada ciudadano no nacen definiciones expresas de izquierdas ni de derechas, sino que estas se adoptan en determinadas circunstancias del conflicto social.

Aunque generalmente definirse de una u otra manera, depende de la condición de clase de los individuos, se producen excepciones. Por intermedio del nivel cultural, hay personas de origen social privilegiado que son sensibles ante las injusticias sociales y adoptan sin reservas la lucha política por cambiarlas.

El tardío desarrollo capitalista en nuestro país —y aún es atrasado en relación a otras experiencias nacionales— podemos ubicarlo en los años veinte del siglo anterior. Aunque fue un período mediatizado por la intervención armada estadounidense durante más de dos décadas, y cuyas consecuencias duraron más de 43 años bajo el disfraz de las tres dictaduras Somoza.

El solo hecho de levantar de forma organizada la bandera de los derechos laborales, ya era una expresión organizada de una tendencia de izquierdas, así los mismos obreros no tuvieran plena conciencia de ello.


Siempre hubo personas con ideas progresistas, y amantes de la justicia, pero la tendencia política de izquierdas solo pudo expresarse de modo consciente hasta cuando se alcanzó cierto nivel de la actividad política de forma organizada, fuera como sindicato, partido o en un movimiento político. Es que no basta tener un pensamiento progresista y mostrarse partidario de la justicia social para ser de izquierdas, pues también hay que demostrarlo en la práctica y por medio de una forma organizada.

Todo ese proceso se ha vivido en nuestro país, en ocasiones de modo más activa que otras. En el receso político actual, causado por métodos represivos dictatoriales, se ha hecho desaparecer toda expresión libre por medio de la organización e, incluso, de modo individual, sea de izquierdas o derechas. Pero está claro que la organización de izquierda desaparece bajo la represión política con matices de derechas, practicada por una fuerza política falsamente de izquierdas. En este caso, podría afirmarse que en Nicaragua se ha producido el fenómeno más raro —o uno de los más raros del mundo— expresado en que una fuerza política inicialmente de izquierdas, se convirtió en una fuerza de derechas en el curso del ejercicio del poder político autoritario.

Todavía hoy, ejercer toda formas de represión bajo la ilusión de las ideas y las consignas de una izquierda que dejó de ser hace más de treinta años, tal el caso del orteguismo, que ejerce una dictadura con matices de derechas determinantes e inconfundibles.

Por ello, se puede afirmar con certeza, que dictadura es dictadura cualquiera sea su origen político, motivaciones ideológicas y el discurso político que le sirve de andamio. Entre la dictadura orteguista y la dictadura pinochetista, no existe ninguna diferencia en lo esencial de toda dictadura, pero sí tiene formas represivas peores, no solo respecto a la de Pinochet, sino de cualquiera otra dictadura. No vamos a enumerarlas, porque son demasiado expresivas y sentidas por la ciudadanía, como, por ejemplo, la ausencia total del derecho de organización y manifestación política independiente, más la desnacionalización como castigo político.

II

Es fácil deducir entonces, que, como consecuencia de estas y otras medidas represivas, cuando no existe libertad de organización desapareció también la organización política de izquierda en Nicaragua, y pasó a ser un concepto teórico refugiado en el pensamiento de las personas, sin ninguna expresión ni consecuencia práctica. Esto significa que, en nuestro país, no existe la izquierda fuera de la mente de las personas simpatizantes de la justicia social. Pero igual suerte ha corrido la derecha de oposición o independiente.

Es obvio que la izquierda como expresión política partidaria desapareció en nuestro país. Pero la derecha, como expresión política, se ha concentrado en el orteguismo inspiración de su fuerza política. Algo más extremo todavía: la desaparición de la izquierda como fuerza política organizada no fue un fenómeno de origen espontáneo, sino forzado con la represión, supresión de derechos y el encarcelamiento. Luego vino la expulsión masiva del país y la desnacionalización de quienes pudieron haber tenido concepciones de izquierda junto a quienes incluso sostienen un pensamiento político de derechas. Algo propio de todo régimen totalitario. Y lo totalitario solo tiene matices ideológicos fascistas. Por ello —entre otros indicios— adopta estilos extemporáneos de Gobierno, como la dinastía. Lo adoptó el somocismo, y lo adopta el orteguismo.

Este fenómeno político ideológico tiene características únicas en nuestro país, lo cual dice bastante acerca de cuántos reaccionarios efectos puede producir la transgresión de los principios cuando estos son cambiados por mezquinos intereses personales. Los intereses personales mutados en fuerza impulsora de aspiraciones dinásticas y estas convertidas en fantasiosa y extemporáneas (y ridículas) ideas monárquicas en torno al poder político. 

A esta banalidad política tribal se le ha comparado con la dinastía Somoza de tres etapas, pero esto es otra banalidad política, porque el caso Ortega-Murillo es —digamos— de generación espontánea y local, mientras que el somocismo fue una herencia directa de una intervención militar extranjera. La dictadura actual es resultado de una traición a una revolución popular de origen e inspiración en el nacionalismo de Augusto César Sandino.

Al margen de estas cuartillas

*La ausencia de toda forma de organización política libre e independiente, no es garantía de eterna vida para la dictadura…

*El poder alimentario de la lecha de vaca es indiscutible, pero no para todo el tiempo; contiene elementos propios que la descomponen…

*Primero se convierte en la sabrosa lecheagria o yogur, y después se pudre…

*También la leche se conserva sana, pero para ello necesita refrigeración…

*Un Gobierno se pudre sin la refrigeración de las libertades públicas…

*Consumir leche en mal estado a uno lo puede matar; convivir bajo un mal Estado también…

*Como de amor nadie se muere, las dictaduras matan con odio…

*Daniel declaró una verdad indiscutible: todas las televisoras trabajan con libertad y dicen lo que quieren…

*Lo que no dijo es que las televisoras son suyas, y las dos televisoras independientes… dicen solo que él quiere que digan.

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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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