5 de octubre 2015
No iba a pelearme con un chef famoso. No iba a pelearme, específicamente, con Jorge Rausch. No era el momento ni la intención de la entrevista. Yo solo quería extraer ideas que partieran de su exitoso modelo de negocios, que pudiéramos aplicar en casa, para animarnos a cocinar con creatividad. ¡GRACIAS, chef, porque vaya que me dejó pensando!
Con escuchar al chef unos pocos minutos, reflexioné sobre mucho que podemos aplicar en la simplicidad de nuestra propia cocina.
Quiero compartir con ustedes las tres frases más importantes que expuso este exitoso cocinero en nuestra conversación. Son criterios que lo han convertido en un reconocido empresario gastronómico pero que, perfectamente, podemos adaptar para ser exitosos en nuestra cotidianidad.
1. Cuando yo hablo de ingredientes locales, no hablo de ingredientes nativos. Para uno utilizar ingredientes nativos tiene que estar muy familiarizado con las culturas y yo les tengo demasiado respeto como para meterme con ellas sin conocerlas a fondo. Con la mía (la colombiana) tengo más que suficiente. Lo que hago es buscar lo mejor de lo que se consiga localmente, sea nativo o no. No sólo se apoya a la economía local, sino que el producto está más fresco.
Consumir lo local es lo mejor. Punto. Pero aquí, con mucha humildad, voy a diferir en una sola cosa que es una buena noticia para todos: nosotros que vivimos en un lugar “X” y no estamos montando un negocio como el chef, no necesitamos preocuparnos por familiarizarnos en extremo con la cultura para usar un ingrediente nativo. Nosotros somos esa cultura. En la cocina de la casa tenemos la flexibilidad de explorar, meter las patas, decidir si nos gusta o no nos gusta. No perdamos de vista la curiosidad por lo nuevo, por lo que no nos es tan cómodo, por lo que siempre ha estado sembrado en el patio de la casa y nunca supimos cómo usar. En casa tenemos cómo salirnos del huevo frito de siempre.
2. Yo soy chef porque me gusta cocinar, pero más porque me gusta comer.
Con esta frase me surgieron muchas preguntas: si a todos nos gusta comer, ¿por qué no a todos nos gusta cocinar? ¿qué tuvo Rausch que no corre por las venas de todos nosotros? ¿cocinar nace o se hace? He escuchado excusas para no cocinar como “no tengo tiempo”, “me da pereza”, “es que no sé hacer ni un huevo frito” o “hasta el agua hervida se me quema”. ¿Qué nos falta para empatar el “me gusta comer” con “me gusta cocinar”?. ¡Yo sí creo que es posible que todos alcancemos a afirmar ambas cosas, como el chef! Ahí te dejo esas interrogantes para que pensé en tus propias respuestas. Solo te pido una cosa: no te rindás. Cocinar es, casi automáticamente, comer bien y, por ende, estar más sano. Pensalo.
3. Hace unos años, cuando la gente escogía dónde ir a comer, escogía el tipo de comida: quiero francés, quiero sushi, quiero italiano. Lo que hemos podido cambiar en Colombia y lo que está cambiando alrededor del mundo es que, cuando la gente piensa en escoger el restaurante, piensa en quién la hace. Eso es más importante que buscar las raíces y otro poco de cosas, porque cuando eso sucede, la gente empieza a interesarse por los cocineros.
¿Queremos eso en casa? ¿Que nos recuerden y se interesen por cómo cocinamos y porque somos “quien cocina”? ¿O queremos, por siempre y en cada uno de los tiempos de comida, depender de que alguien más (un restaurante, un familiar, una soda, un supermercado, un fabricante de alimentos procesados) decida lo que vamos a comer?. Así como el chef se apoderó de su concepto y lo lleva al mundo, respetando los ingredientes locales, apoderate vos de tu alimentación, animándote a cocinar y abriendo espacios de decisión inteligentes cuando debás/querás comer fuera o comprar procesado. Hacete tu propio nombre en tu casa, sé el propio autor de lo que comés: seas vos solo, dos personas, o diez.