23 de mayo 2016
Al iniciar una relación nos esforzamos para mantenernos atractivos ante los ojos de nuestras parejas, pero con el tiempo - y en especial si la relación se formaliza - nos volvemos cada vez más laxos a la hora de cuidar nuestro aspecto y modales. Sin previo aviso, empezamos a vivir el típico cliché de la pareja casada: los dos gordos, echados en el sofá, viendo TV todo el fin de semana, comiendo chucherías, sin bañarse ni peinarse y eructando y soltando flatulencias sin el más mínimo pudor.
Las mujeres estamos un poco más conscientes de lo importante que es vernos bonitas, porque mucho del valor que nos damos viene de qué tan atractivas nos sentimos o consideramos. En cambio, los hombres se creyeron el cuento de que son “como los osos, mientras más feos más hermosos”. Y es cierto, las mujeres tendemos a ser menos visuales, y a enamorarnos de la manera en que nos tratan y qué tan amadas nos hacen sentir, pero también es importante sentir que la pareja mantiene esos detalles – como perfumarse, vestirse bien y tener buenos modales – a través del tiempo. Aquí, algunos cuidados que podemos tener para mantenernos atractivos para nuestra pareja:
Cuidá su peso: Con el tiempo, nuestros cuerpos cambian. La gravedad deja su huella en nuestros cuerpos, pero es importante mantenerse siempre en la lucha para conservar el peso a raya y vernos lo mejor y más saludables posible. Es un error pensar que la pareja nos quiere a como nos vemos. Si pensás que como ya subiste 30 libras no importa, está equivocado. Es cierto que tu pareja te va a querer, pero ya no le vas a ser tan atractivo como antes y esto puede afectar la vida sexual de ambos.
Además, el sobrepeso afecta la salud sexual, la gente que está pasada de peso tiene más problemas de circulación, cardíacas y diabetes, lo que tiene un efecto directo y negativo en la capacidad de erección y orgásmica.
Atendé tu apariencia general:
Ropa: tomá en cuenta cómo le gusta a tu pareja que te vistás e intentá basarte en esto de vez en cuando, sin afectar tus gustos personales. No andés desaliñado o con ropa llena de agujeros en casa (y por si la aclaración es necesaria, tampoco fuera de casa). Evitá dormir con la peor ropa, usá algo cómodo pero a la vez sexy. Tomá en cuenta que en la casa y específicamente en la cama es donde más surgen los encuentros sexuales, y sería una pena que tu pareja pierda la inspiración de un momento especial porque andás vestido como indigente.
Arreglo personal: mantené la higiene personal, asegurate de tener un olor agradable siempre, cuidá los pequeños detalles, como afeitarte o rasurarte periódicamente. Mantené arregladas tus manos y pies (también los hombres) y nada de irse a dormir con rollos en la cabeza.
Las mujeres podrían cuidar su maquillaje y cabello. No hay que andar siempre súper arreglada, pero tener el cuidado de ponerte un poco de brillo en los labios y delineador o mascara en las pestaña no cuesta nada y marca la diferencia. Intentá nuevos cortes de cabello de vez en cuando, un nuevo perfume, todo para mantenernos interesantes y atractivos para tu pareja.
Asimismo, es importante cuidar la sonrisa e higiene bucal. No importa que no tengás los dientes como de anuncio de pasta dental, pero lavate los dientes, evitá el mal aliento y si tomás café, vino o fumás, tené la costumbre de ir donde el dentista para que los limpie de manera profesional periódicamente, para así quitarles las manchas de cafeína y nicotina que con el tiempo se acumulan.
Vigilá tus modales: Yo entiendo que las flatulencias y los eructos son necesidades fisiológicas, pero igualmente pueden ser vividos como vulgaridad por su pareja. Especialmente en los momentos especiales, hacer algo tan ordinario como dejar escapar un gas, mata la pasión y el momento. Intentá controlarlos y hacer como con otras necesidades fisiológicas: dales su momento y lugar en la privacidad del baño. Igualmente, sé agradable a la hora de la comida, fijate en su vocabulario y no llegués tarde solo porque es tu pareja y “tenemos confianza”.
Que tu pareja ya no te parezca atractiva o ya no serle atractivo a nuestra pareja puede causar serios problemas, porque nos guste o no, este tipo de atracción es un gran factor en las relaciones. Cuando se pierde este atractivo, se da un efecto dominó: tu vida sexual sufre, el autoestima de tu pareja sufre, se empiezan a apartar y de pronto, tu relación entra en una verdadera crisis.
Inevitablemente, nuestra apariencia irá cambiando mientras los años avanzan por el proceso de envejecimiento natural, los hijos, entre otros factores. Pero sin importar el efecto que el tiempo haya tenido en tu cuerpo, hacé tu mejor esfuerzo por mantenerte atractivo para tu pareja. Mientras las demandas no sean irreales –como que se mire como que tuviera veinte cuando tiene cuarenta y cinco –mantener tu apariencia atrayenteatractiva puede conservar una relación saludable.
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