28 de marzo 2016
Así como no hay dos parejas iguales, no hay dos infidelidades iguales. Cada infidelidad es el resultado de un conjunto particular de eventos y personas, emociones, acciones, reacciones y circunstancias particulares.
Pero hablando en términos generales, las causas más comunes de las infidelidades son:
Circunstanciales: Sucede cuando la persona está enamorada y apegada a su pareja, pero sucumbe a su deseo sexual por otra persona. Este tipo de infidelidad está impulsado por las circunstancias – se dio la oportunidad (por ejemplo un viaje), abusó del alcohol o las drogas, tiene la fantasía de que “solo va a ser una vez y nadie se va a enterar”, entre otros.
Insatisfacción marital: El no estar contento con la vida marital incrementa por cuatro las posibilidades de ser infieles. Pero en general, si sentís que “algo” falta en la relación, la pasión se ha diluido, te sentís solo, encontrás alguien que te trate mejor o que te haga sentir más apreciado que tu pareja, y no lográs encontrar una solución a tu carencia, serás más susceptible a la infidelidad.
Ahora bien, según los estudios, el factor precipitante suele ser cuando la persona empieza a pensar o a hablar de divorcio, ya que en este momento tiende a empezar a buscar una pareja sexual más activamente.
Personales:
Mientras más atractiva la persona, más en “demanda” está y por lo tanto se incrementan las posibilidades de infidelidad. El atractivo puede venir de varias cualidades: puede ser belleza física, habilidades sociales, poder o dinero.
Mientras más aventurera, arriesgada y necesitada de novedad sea la persona, más propensa será a la infidelidad, especialmente comparada con los que, por naturaleza, son tímidos o temerosos.
Mientras más derecho crea la persona que tiene a ser infiel, más proclive a serlo será. Esta creencia viene de su posición social, su creencia acerca de los roles de género o su formación cultural. Cuando la persona cree que el ser infiel es su derecho, lo hace con poca culpa o remordimiento.
Mientras más deseo sexual e interés por el sexo tenga una persona, más tenderá a la infidelidad. El nivel de deseo sexual y su interés en el sexo es innato y heredado y por tanto distinto en cada persona. Es poco común encontrar parejas donde ambos tengan igual cantidad de deseo sexual y cuando esto se da, tiende a haber problemas.
Mientras menos sagrado te parezca el acuerdo que te une a tu pareja, más le huyas a la intimidad y la cercanía con los demás, más cínico en tus ideas acerca del amor y más independiente en cuanto a tus opciones de vida seas, más predispuesto estarás a tener varias parejas sexuales.
Todos estos factores nos hacen propensos a la infidelidad, pero no son ni causantes ni responsables de nuestras acciones. Eso solo recae en nosotros mismos.
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