10 de junio 2016
Un derecho inalienable de todo ser humano es que el Estado del país donde vive sea laico, de lo contrario se convierte en excluyente. Con esta frase entramos al área de las libertades, entre ellas, las del derecho al culto (o a la ausencia de éste), siempre y cuando dichas prácticas no afecten a terceros. Me pregunto, entonces, si el satanismo debería incluirse en la libertad de culto. Al menos yo considero que si no afecta a terceros en su praxis, adquiere la categoría de credo y esto concede a sus adeptos el derecho de creer sin ser perseguidos o condenados por una sociedad.
Luego de esta introducción, permítanme presentarles a Ghost BC, una banda de enorme musicalidad, lirismo y excéntrico comportamiento. Sus músicos son suecos y desde 2008, año en que fundaron el grupo, esconden su identidad bajo atuendos que hacen referencia a demonios y a un anti Papa, el Papa Emeritus (personaje destacado de la banda). Los demás integrantes son Nameless Ghouls (en sus distintas traducciones significa: demonios necrófagos, espíritus crueles, espíritus malos sin nombres).
En 2010, Ghost BC editó un demo de tres canciones y luego sacó un vinilo de siete temas titulado “Elizabeth”. Más tarde vino su álbum debut “Opus Eponymous”, que ayudó a aumentar su popularidad, tanto así que fue nominado a los Grammys de 2011. Su segundo álbum, titulado “Infestissumam”, fue publicado en 2013 y debutó como número uno en Suecia. También ganó el premio Grammy por mejor álbum de Hard Rock/Metal. La banda publicó su tercer álbum, “Meliora”, en 2015 y éste tuvo un alto índice de ventas, alcanzando el primer puesto en Suecia y el segundo en Estados Unidos, además de darle a la banda su segundo Grammy.
Ghost BC es un fenómeno social, aunque su presencia escénica y su música de corte satánico pueda resultar poco digerible para algunos. Pero basta con escucharles para entrar en una extraña mezcla de sentimientos encontrados entre su imagen y su música. Sus melodías alcanzan niveles de belleza sublimes. Su lirismo, armonía e intensidad son realmente sorprendentes.
No está demás mencionar que ha sido un reto para Ghost BC entrar al mercado estadounidense. Esto es paradójico, si tomamos en cuenta el mercado musical de aquella nación, plagado de sexo explícito, racismo, libertinaje y muchos elementos que dentro de la Teología podrían, a mi juicio, ser considerados como un claro satanismo práctico.
Cuando hablamos de música o del arte en general, ¿qué es satanismo y qué no? Ghost BC lo es si nos guiamos por una mentalidad cristiana. También es decisión de cada quien si lo escucha o no, pero siendo claros: creer que el satanismo solo se encuentra en bandas como ésta es caminar convencidos de que caer en un agujero sólo es posible cuando el hoyo está frente nuestro, nunca atrás, nunca a los lados.
Ghost BC es sólo una forma de satanismo, una realmente clara y que no engaña a nadie. Hay otras canciones cuyos temas promueven la violencia de género y el materialismo, que escuchamos con frecuencia sin analizar a profundidad lo que dicen. Casi nadie las critica o las condena al mismo grado que las relacionadas a Satán.
Les daré algunos ejemplos a continuación:
Necio porque tienes dueño
Y yo soy un loco hablando con reflejos que no estánNecio porque no eres mía
Mi fruta prohibida
Me despierta el deseo de probar
Un fragmento de la canción “Necio”, de Romero Santos. Es, claramente, una afirmación de que la mujer es un objeto que él, como hombre, puede poseer. “Fruta prohibida” es una simbología bíblica que el cantante utiliza en un contexto explícito sexual.
La fe es la certeza de lo que se espera
la fe es convicción de lo que no se ve
la fe es adueñarse de lo que Dios te ha prometido
y declarar que es tuyo, entrar y poseer
Este es un fragmento del tema: “Esta es mi fe”, de Nancy Amancio. En un contexto no religioso, las palabras “adueñarse”, “entrar”, “poseer” podrían responder al vandalismo. Y sólo porque la canción cabe dentro del género de la música cristiana, ¿su lírica debe verse como aceptable?
Esto va pa’ las gatas de to colores
Pa’ las mayores, pa’ las menores
Pa’ las que son más zorras que los cazadores
Pa’ las mujeres que no apagan sus motores.
El tema “Gasolina”, de Daddy Yankee. Sexualidad explícita, mujer como objeto sexual, promoción de un comportamiento sexual descontrolado de una mujer, según una mentalidad machista.
Este no es un asunto de mojigatería, es sólo una radiografía de la producción musical mainstream actual. Denoto la visión empañada de muchos que no logan ver cómo la mujer se está objetivizando, una práctica socialmente aceptada, donde la traición y el engaño, siendo antivalores, son promovidos como moda. Hay muchos templos que promueven la discriminación y el materialismo.
Cada quien puede escuchar lo que quiera y creo firmemente que todos tenemos la libertad de hacer música como se nos antoje. A mi me gusta el rock y me gusta la banda Ghost BC. Es una opción personal y ésta no modifica mis principios morales.
También me gustan las composiciones de Wolfgang Mozart. En ese sentido, no puedo dejar de recordar que, en cierta época, la música clásica tuvo algunas restricciones en cuanto a parámetros de composición, pues algunas combinaciones de notas musicales eran consideradas “malditas” por los eruditos.
Robert Leroy, uno de los máximos representantes del género Blues, componía líricas sumamente sombrías y se decía que tenía un pacto con el diablo. En sus inicios, a Ray Charles se le señalaba de componer utilizando el género góspel con líricas no religiosas. La lista sigue, pero al menos estos dos músicos se convirtieron en íconos de la industria.
En mi caso, escucho a Ghost BC por su calidad musical, los sigo desde la perspectiva artística. Lo escucho en plena conciencia de su naturaleza satánica y sé que de alguna manera yo estoy blindado ante esas cosas, no me permito caer en la irracionalidad y como en todas las disciplinas del arte, no me impongo restricciones.
Sé que en todas las cosas que creamos hay dosis de bien y mal, pero debemos aprender a discernir qué nos conviene sin caer en una forma de vida que atente contra nuestra dignidad y la de terceros, sin caer en el oscurantismo intelectual de la Edad Media y la Inquisición.
Aclaro que esta no es una apología del Satanismo a través de las producciones de Ghost BC. Pero en medio de una sociedad confusa, plagada de prejuicios e irracionalidad, es necesario plantear la realidad sobre los temas musicales con los que interactuamos a diario, en su verdadera dimensión y contexto.
Me gustaría finalizar y ser enfático en lo siguiente:
“No se confundan; no siempre, pero casi en la generalidad, el diablo se les va a presentar sin cuernos, ni cola”.